AL ESTE DEL EDÉN (Elia Kazan, 1955) Este filme de la década de los años 50 guarda viva la devoción de los cinéfilos, en gran parte por la presencia significante de James Dean como protagonista principal.
La película está basada en la novela homónima de John Steinbeck, galardonado con el Premio nobel en 1962, y se reduce en su historia a la última parte de la extensa novela, la cual abarca tres generaciones de la región del Valle de Salinas, en el Estado de California.
Lo que el filme nos muestra es la historia de una familia en la época de la Gran Guerra, poco antes de la intervención de los Estados unidos de América al conflicto bélico.
En su aspecto fundamental, es el enfrentamiento entre los dos hermanos Trask, por diversidad de caracteres y a causa del amor que ambos profesan por una mujer. Esta mujer es Abra, representada por la actriz Julie Harris.
Caleb (James Dean) es de naturaleza rebelde y desea el afecto que el padre, Adam Trask, da con preferencia a su hermano Aaron. El fondo de la tragedia que se desarrolla en la película tiene como origen a la madre de los jóvenes Trask: Kate o Cathy Adams (Jo van Fleet).
La novela que sirve de base al tema del filme nos da una visión terrible de la madre de los hermanos en conflicto. Cathy, casada con Adam Trask, es una mujer de carácter, con decisiones firmes en los negocios y en el manejo del hogar. En la novela, el personaje llega a anular a los demás de la obra literaria. Se ha dicho que ella como personaje es la negación de la moral puritana de la América nueva. Está llena de impulsos oscuros de violencia y maldad. Ha abandonado a la familia pero los hijos la creen muerta, según les dice su padre. Ella sostiene un prostíbulo en Monterrey, una población cercana a Salinas, lugar donde vive la familia Trask. Esto llega a conocimiento del joven Caleb Trask
Pero nada de esto adquiere en el filme una presentación destacada, y solo al final se muestra esa naturaleza salvaje. El hijo mayor, Caleb, parece haber recibido toda la carga de la torcida moralidad de la madre, y James Dean logra dar a su personaje la fuerza y la visión ajena a la moral tradicional de su padre Adam y de su hermano Aaron, poseedores de un equilibrio emocional y social y respetuosos de la moral religiosa puritana.
Por razones económicas, el padre de la familia, Adam Trask pierde capital y sus negocios decaen casi hasta la bancarrota. En este momento el hijo Caleb ve la ocasión para resarcir al padre de las pérdidas económicas sufridas y así obtener su amor paternal. Se presta a negociar con el aumento del precio de la lechuga, aprovechando la situación de la guerra que encareció el valor de los alimentos. De este modo, con el apoyo de su madre, a quien visita en Monterrey para pedirle dinero, obtiene ganancias importantes que desea dar a su padre.
Durante el desarrollo de la trama se presenta en forma alternada el conflicto surgido entre los hermanos Trask, a causa del amor que desean conquistar de Abra.
Finalmente, el padre Adam Trask rechaza el dinero que le ofrece Caleb, obtenido en la especulación del precio de la mercancía, y se produce un enfrentamiento entre todos los miembros de la familia, de lo que resulta la apoplejía que ataca al padre y el perdón que da a su hijo Caleb, mientras que Aaron se enrola en el ejército y va a la guerra. Se ha repetido la historia de Caín y Abel.
La película Al Este del Edén sigue de cerca la trama de la novela en el fragmento de ella que desarrolla. Como la misma obra literaria y debido al respeto por el tema, se advierten contradicciones y algunos defectos de construcción, provenientes de la novela, sobre todo el maniqueísmo que da justificación al comportamiento de los protagonistas y antagonistas de la obra.
Elia Kazan logra una obra realizada en sus efectos. Por ejemplo, las escenas de violencia entre padre e hijo se presentan en planos inclinados, para dejar la impresión del caos.
Una buena película, basada en una novela río abundante en historias de tres generaciones en la vieja California.
(“Se alejó Caín de la presencia de Yavé y habitó en el país, al este del Edén”: GÉNESIS, 14)