Un equipo internacional, liderado por científicos de la Universidad de Oxford y de la Universidad de Lovaina, ha reconstruido la historia genética de la pandemia del grupo M del VIH-1, el evento que ocasionó la propagación del VIH por todo el continente africano y el mundo, y ha concluido que se originó en Kinshasa. El análisis del equipo sugiere que es altamente probable que el ancestro común de grupo M haya surgido en Kinshasa alrededor de 1920 (con un 95% de las fechas estimadas entre 1909 y 1930).
Es conocido que el VIH fue transmitido por los primates y monos a los seres humanos por lo menos 13 veces, pero sólo uno de esos eventos de transmisión dio lugar a una pandemia humana. Fue sólo con el evento que dio lugar al grupo M del VIH-1 que se produjo una pandemia, que hasta la fecha ha resultado en casi 75 millones de infecciones. El análisis del equipo sugiere que entre los años de 1920 y 1950, tuvo lugar una “tormenta perfecta” de factores, en la que se combinaron el crecimiento urbano, las buenas conexiones ferroviarias durante el gobierno colonial belga, y los cambios en el comercio sexual, para dar lugar al surgimiento del VIH desde Kinshasa y su propagación a través de todo el mundo.
El estudio sugiere que para que se originara la pandemia la red de transporte de la República Democrática del Congo fue clave, en particular sus ferrocarriles, que hicieron de Kinshasa uno de los lugares mejor conectados de todas las ciudades de África central.
“Los datos de los archivos coloniales nos dicen que a finales de 1940 cada año más de un millón de personas estaban viajando a través de Kinshasa en los ferrocarriles,” dijo el Dr. Nuno Faria, del Departamento de Zoología de la Universidad de Oxford, primer autor del artículo. ‘Nuestros datos genéticos nos dicen que el VIH se propagó muy rápidamente en la República Democrática del Congo (un país del tamaño de Europa occidental), viajando con la gente a lo largo de vías férreas y las vías fluviales para llegar a Mbuji-Mayi y Lubumbashi, en el extremo sur y Kisangani en el extremo Norte, hacia finales de la década de 1930 y principios de 1950. Esto ayudó a establecer focos secundarios precoces de la transmisión del VIH-1 en regiones que estaban bien conectadas con los países de África meridional y oriental. Creemos que es probable que los cambios sociales en torno a la independencia en 1960 hicieron que el virus saliera de pequeños grupos de personas infectadas para infectar a la población en general y, finalmente, el mundo’.
Se ha sugerido que el crecimiento demográfico o las diferencias genéticas entre el grupo M del VIH-1 y otras cepas podrían ser factores importantes en la creación de la pandemia del VIH. Sin embargo las pruebas del equipo sugieren que junto con el transporte, los cambios sociales, como el cambio de comportamiento de los profesionales del sexo, y las iniciativas de salud pública contra otras enfermedades que llevaron al uso inadecuado de jeringas, pueden haber contribuido a convertir el VIH en la epidemia que es hoy en día, lo que ofrece apoyo a las ideas originalmente presentadas por el coautor del estudio Jacques Pepin de la Université de Sherbrooke, en Canadá.
El Profesor Oliver Pybus añadió que la investigación sugiere que tras la transmisión original de animal a humano del virus (probablemente a través de la caza o la manipulación de carne de caza) sólo hubo una pequeña “ventana” durante la era colonial belga para que esta cepa particular del VIH surgiera y se propagara. Hacia 1960, los sistemas de transporte, que como los ferrocarriles, permitieron que el virus se propagara por largas distancias, habían decaído, pero para entonces, las semillas de la pandemia ya se habían sembrado por toda el África y más allá.
El equipo dice que se necesita más investigación para entender el papel que jugaron los distintos factores sociales en los orígenes de la pandemia del VIH; en particular se necesitan investigar las muestras de archivo para el estudio de los orígenes y la evolución del VIH, así como la relación entre la propagación de la hepatitis C y el uso inadecuado de jeringas como parte de las iniciativas de salud pública, lo que puede dar nuevas perspectivas sobre las condiciones que contribuyeron a la propagación del VIH tan ampliamente.
Estudio: Nuno R. Faria, Andrew Rambaut, Marc A. Suchard, Guy Baele, Trevor Bedford, Melissa J. Ward, Andrew J. Tatem, João D. Sousa, Nimalan Arinaminpathy, Jacques Pépin, David Posada, Martine Peeters, Oliver G. Pybus, Philippe Lemey. The early spread and epidemic ignition of HIV-1 in human populations. Science 3 October 2014: Vol. 346 no. 6205 pp. 56-61, doi: 10.1126/science.1256739
Fuente: University of Oxford