, típico de Burgos, a la hora del Vermut, estamos con el Poeta y Escritor Daniel de Culla, que nos presenta su nuevo libro: “QUE NIÑO TAN MAJO EL HIJO DE DON QUIJOTE”, rodeado de las amistades y compañías que le siguen siempre; y que, por cierto, por lo sabido, pertenecieron algunos de ellos, junto con él ,al Grupo Poético y Literario “Elogio del Rebuzno” Madrid – Burgos, que todavía colea, a bien o mal traer.

          Sentados en la terraza interior de un bar de la calle Serramagna, teniendo por frente la Biblioteca “Miguel de Cervantes”  y el “Mercadona”, la Cultura y el Comercio juntos, dialogamos con Daniel:

-Bueno, de Culla, ¿no nos ibas a presentar tu nuevo libro “ATAPUERCANO” antes que éste?

-Sí, esa era mi intención. Pero, le he pospuesto para Abril o Mayo,  y edito y presento éste porque soy abuelo por primera vez. Este hijo de don Quijote nace cuando mi nieto ¿no es una maravilla?

-Pues, sí.

-¡Enhorabuena, abuelo¡ exclamaron todos.

-Gracias, muchas gracias. Además, desde el día que me ilustré acerca del hijo que tuvo don Quijote con Dulcinea del Toboso, más todos los abortos que se vislumbran que tuvo ella cada vez que don Quijote la anuncia en su famoso Libro, me vino la inspiración, rogando a mi Musa buena o mala, aparecida, me inspirase sonoros versos. Y me inspiró ¡vaya que sí¡ Por eso, estamos hoy, aquí, de nuevo.

         Miro a los asistentes; les cuento, y advierto que somos catorce, el día de san Valentín del próximo Febrero.

         Acompañando la presentación, estamos tomando: unos, “marianitos” de vermut rojo o blanco; otros, cerveza; las mujeres, bitteres,  con unos pinchos de cecina típica del Barrio, que están ”da buten”; “chupi lerendi”; tan estupendos que, algunos del barrio, se dan por contentos con el olor, como ellos mismos cuentan.

         Mientras pasamos de mano en mano el libro de de Culla, admirando  su poesía, narrativa, fotos, dibujos y correspondencia internacional, de sorpresa, se presentó un amigo de uno de los presentes, que luego nos dijo que era de Jerez de los Caballeros, y que había subido a Burgos por ver la Catedral, diciendo:

-Acá vengo con porras; echaos allá, compañeros; cogiendo dos sillas y sentándose en medio nuestro, él y su amigo.

         Todos nos quedamos extrañados y boquiabiertos ante tal mentira, pues lo de “porras” se refería a su amigo de correrías apellidado Porras, que traía con él; haciéndonos gracia, después, esa ambigüedad con la que se presentó con él.

         Esta vez el Poeta no regaló ni sorteó libro alguno. Eso sí, pagó la consumición; lo que fue aplaudido por los asistentes.

-¿Poeta, dónde vas a presentar tu próximo libro ese “Atapuercano”? preguntó una de las mujeres, solterona ella, “casada con Dios”, y muy amiga de Daniel.

         Respondiendo el Poeta:

-Para Abril o Mayo. Como ya hará mejor tiempo, le presentaré a las faldas de la Iglesia de Brieva de Juarros. Después, bajaremos a Ibeas de Juarros, donde os invitaré, pagando cada uno lo suyo,  a una “olla podrida”.

-¿Cómo? Preguntaron casi todos ellos.

         -Gerineldo Fuencisla. San Pedro de la Fuente.