En un estudio, que es el primero de este tipo, un equipo internacional de neurocientíficos e ingenieros en robótica ha demostrado la viabilidad de la comunicación directa de cerebro a cerebro en los seres humanos. Publicado recientemente en PLoS ONE los muy novedosos hallazgos describen la transmisión exitosa de información a través de Internet entre dos sujetos humanos ubicados 5.000 millas de distancia.
En el equivalente neurocientífico de mensajería instantánea, Alvaro Pascual Leone, junto con Giulio Ruffini y Carles Grau lideraron un equipo de investigadores de Starlab (Barcelona, España), y Michel Berg, líder de un equipo de Axilum Robotics (Estrasburgo, Francia) transmitieron correctamente las palabras «hola» y «ciao» en una transmisión de cerebro a cerebro mediada por ordenador, desde la India hasta Francia, usando tecnologías de electroencefalograma enlazado con Internet y asistido por robot, y estimulación magnética transcraneal guiada por imágenes.
En estudios previos sobre la interacción cerebro-ordenador en base a electroencefalografía, normalmente la comunicación se ha logrado entre un cerebro humano y un ordenador. En estos estudios los electrodos conectados al cuero cabelludo registran las corrientes eléctricas del cerebro a medida que una persona piensa en un movimiento, como por ejemplo, pensar conscientemente acerca de cómo mover el brazo o la pierna. Luego el ordenador interpreta esa señal y la traduce a una salida de control, tal como un robot o silla de ruedas.
Pero en este nuevo estudio, el equipo de investigación añadió un segundo cerebro humano en el otro extremo del sistema. Cuatro participantes sanos, de 28 a 50 años, participaron en el estudio. A uno de los cuatro sujetos se le asignó la interfaz cerebro-ordenador, y fue el remitente de las palabras; a los otros tres, quienes fueron los receptores de los mensajes y tuvieron que entenderlos, se les asignó la interfaz ordenador-cerebro.
Con el EEG el equipo inicialmente tradujo «hola» y «ciao» a código binario y y luego, por correo electrónico, envió los resultados desde la India a Francia. Allí, una interfaz ordenador-cerebro transmitió el mensaje al cerebro del receptor a través de estimulación cerebral no invasiva, lo que los sujetos experimentaron como fosfenos – destellos de luz en su visión periférica. La luz apareció en secuencias numéricas que permitieron que el receptor decodificara la información contenida en el mensaje, y si bien los sujetos no informaron sentir nada, sí recibieron correctamente los saludos.
Se realizó un segundo experimento similar entre individuos en España y Francia, con el resultado final de una tasa de error total de casi el 15% (11% en la decodificación y 5% en la codificación).
Los investigadores creen que estos experimentos representan un primer paso importante en la exploración de la viabilidad de complementar o reemplazar la comunicación tradicional.
Artículo científico: Grau C, Ginhoux R, Riera A, Nguyen TL, Chauvat H, et al. (2014) Conscious Brain-to-Brain Communication in Humans Using Non-Invasive Technologies. PLoS ONE 9(8): e105225. doi:10.1371/journal.pone.0105225