La fama de las personas está estrechamente relacionada con la posición de su idioma en la red global, más que con la población o el poderío económico de su país.Así lo confirman los resultados de un estudio llevado a cabo por investigadores de Estados Unidos y Francia.
Como explica César A. Hidalgo, investigador de origen chileno que actualmente trabaja en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), la red de idiomas es una representación de la red social global. “Dados los avances tecnológicos de las últimas décadas, el mundo ya no está fragmentado por barreras tecnológicas o de transporte. Lo que limita la habilidad de estas personas para acceder a los distintos contenidos son los idiomas que habla, y de manera más indirecta, la posición de un idioma concreto en la red global de idiomas”, asegura.
La posición de un idioma en la red global es una medida de importancia que se centra en la habilidad de un idioma de conectar distintos grupos idiomáticos, o lo que es lo mismo, de mediar la transmisión de información en nuestro planeta. Por ejemplo, aunque la misma cantidad de personas en el mundo habla chino e inglés (alrededor de 1.500 millones, como lengua nativa y lengua secundaria), la conectividad del inglés en las redes de idiomas es mucho mayor que la del chino.
“Esta habilidad de servir como puente le da una influencia global enorme a las personas exitosas que difunden su contenido en lenguas globales como el inglés”, subraya el investigador, quien añade que validan esta idea en un artículo que se publica hoy en la revista PNAS.
Utilizando técnicas de ciencia de las redes (la disciplina científica que se ocupa del estudio en profundidad de la World Wide Web), big data, y estadística multivariada, los científicos han analizado la estructura de tres redes que conectan altavoces multilingües: usuarios en varias lenguas de Twitter, editores de más de un idioma en la Wikipedia, y escritores y traductores de libros que han sido traducidos.
Los datos han sido relacionados con el número de personas famosas nacidas en un lenguaje. “Esto es distinto a la población de un idioma o el poderío económico de los que hablan un idioma, que en el pasado han sido consideradas como medidas de la influencia de un idioma”, agrega el investigador.
El inglés, el idioma global
El equipo de investigadores ha determinado que la estructura de estas tres redes lingüísticas globales se centra en inglés como centro mundial y alrededor de él un puñado de idiomas intermedios, que incluyen el español, el alemán, el francés, el ruso, el portugués y el chino.
En cuanto a la red de traducciones de libros, detalla Hidalgo, está centrada en el inglés, pero tiene al ruso y al francés como subcentros importantes. El ruso conecta con todos los idiomas de la ex Unión Soviética, pero también con idiomas de países que tenían afinidad política con la durante la Guerra Fría.
El chino es un subcentro pequeño en la red de libros, como el español, que conecta con otros idiomas de la península ibérica y Europa. En el otro extremo de formalidad idiomática esta Twitter, donde los núcleos intermedios son países asociados a niveles de ingreso promedio más bajo, como el Bahasa (que se habla en Indonesia o Malasia), el español, el portugués y el filipino. “Lo que esto nos muestra es que la formalidad del medio afecta a las conexiones entre idiomas, y probablemente el tipo de información que fluye entre ellos.
Estos resultados sugieren que la fama parece radiar desde los idiomas globales a los idiomas locales, y que los idiomas mas conectados tienden a producir una mayor cantidad de personajes de reconocimiento global, sean estos científicos, escritores o artistas. “Hoy en día, la red de idiomas (la red humana) constriñe la difusión de la información en nuestro planeta más que las redes digitales”, recalca Hidalgo.
En el trabajo han colaborado investigadores del MIT, la Universidad del Nordeste (EEUU), la Universidad de Aix-Marsella (Francia), la Universidad de Toulon (Francia) y la Universidad de Harvard (EEUU). Los próximos pasos que quieren dar en esta línea son seguir validando los resultados con otros conjuntos de datos e identificar otros factores que influencian la difusión de información en la sociedad global.
Estudio: Ronen, S., Gonçalves, B., Hu, K. Z., Vespignani, A., Pinker, S., e Hidalgo, C. A. (2014). “Links that speak: The global language network and its association with global fame”. PNAS (2014), doi: 10.1073/pnas.1410931111.
Fuente: DICYT