Isabel Barrientos

Escritora de literatura infantil.

Isabel es Docente, Psicóloga y  Bibliotecaria. Nace en San Salvador, El Salvador en 1978.

De madre caficultora y padre agrónomo, crece en una hermosa quinta en las afueras de la ciudad capital, lo que siembra en ella el profundo amor a la naturaleza que se ve reflejado en sus bellas historias de aves y árboles de la región centroamericana.

Su primer libro publicado, Lucía la Guacalchía (Editorial Piedra Santa, Guatemala  2015), ha agotado tres reimpresiones por su magistral forma de presentar el tema de la alimentación saludable a través de maravillosas rimas.

Co fundadora de GRELISAL (Gremial de Escritores de Literatura Infanto – Juvenil Salvadoreña), presidente de dicha gremial desde su fundación en 2016, jurado del certamen Juegos Florales en 2017 en la categoría de Poesía Infantil, e incansable escritora y educadora, presenta dos colecciones de cuentos, AVES FASCINANTES y ARBOLES FASCINANTES, dentro de las que se pueden encontrar los siguientes títulos: Bosque de los pericos – escuela de pilotos, De quetzal a torogoz, El chío reportero, Un tordito enamorado, Emergencia en el Sur, Mito el arbolito de bálsamo, Guayacán el árbol de acero y El soldadito de chocolate.

¿Qué lugar ocupa la literatura en tu vida?

En mi caso, la literatura ocupa tres lugares importantes:

Primero, es disfrute, pues los libros son ése medio, ése pasadizo que me lleva hacia otros escenarios y situaciones que me encantaría conocer con todos mis sentidos, y al leer e imaginar, siento que voy adentrándome en esas otras realidades paralelas a la mía.   

Segundo, la literatura es también creación, ya que es la manera en que canalizo mis escenarios y situaciones internas, aquellas que me gustaría que fueran realidad, y al no serlo, debo dibujarlas con las palabras. Sin embargo, tengo el aliciente de saber que al canalizarlas en un relato que luego se transformará en libro, esos sueños podrían llegar a cumplirse, si el relato cala en la consciencia de los pequeños lectores y en un futuro cercano, los vuelve actores del cambio.

Tercero, en particular con la literatura infantil, creo que es ese bien, ese medio, que oscila entre lo concreto y lo espiritual, tan importante en todas las etapas de desarrollo psico-cognitivo, emocional y social de la niñez.  Durante muchos años, la producción de este género estuvo adormecida en El Salvador y recientemente, gracias al ánimo de un pequeño grupo de escritores, se está promoviendo su activación, una tarea quijotesca que está comenzando a rendir frutos y que está haciéndose de un lugarcito en el corazón de los salvadoreños.

¿Cómo ha sido tu acercamiento a la literatura infantil?

Desde que me inicié en el camino de la docencia, trabajando como maestra de párvulos, recuerdo que sentía un gran deleite al ir a la biblioteca y pasarme los recreos escogiendo los libros que leería después a mis alumnos en el salón de clases. Fue entonces cuando me maravillé con la literatura infantil de autores como: Mario Ramos, Geoffreuil de Pennard, Oliver Jeffers, Alex Cousseau, Eric Carle, Gerome Ruillier, Daniel Picouly, entre otros. Disfrutaba leerla, tanto para mi propio deleite, como para el de mis alumnos, a quienes no les leía los cuentos, sino más bien, se los interpretaba.

Luego, al cabo de algunos años, decidí cambiar de ambiente y comencé a trabajar en la biblioteca infantil del mismo colegio donde había ejercido como maestra. Desde entonces, la experiencia ha sido maravillosa, pues como bibliotecaria, he tenido la oportunidad, no solo de continuar animando las lecturas para el entretenimiento de los alumnos, sino además, de trabajar entre libros diariamente.

Un día, una maestra visitó la biblioteca buscando un libro álbum que contara una historia bajo la temática de la alimentación saludable. No encontré ninguno, pero la idea de un cuento con ése contenido llamó mi atención, así que comencé a imaginar los personajes, a concebir el entorno, a decidir el tono narrativo y comencé a escribir. Nunca antes había escrito un texto infantil, pero la energía que me movía era tal, que no pude resistirme a volcar las ideas sobre el papel. Luego de terminarlo y  editarlo, lo mandé a ilustrar, grabé la narración del libro con mi voz, produje los CD´s  y una vez listo, decidí auto publicarlo como un audio-libro. Para mi sorpresa, el libro gustó desde el primer momento y a solo seis meses de haberlo auto publicado, la editorial guatemalteca Piedrasanta tomó el proyecto y desde entonces lo distribuye para Centroamérica.  

¿Qué te mueve a elegir un tema? y ¿Qué temas te atraen más?

Me atraen los temas relacionados con la flora y la fauna de la región centroamericana. En mis libros, trato de explicar a los pequeños lectores, las bondades y beneficios que algunas especies de árboles proporcionan a la humanidad. También, me gusta escribir sobre aves y describir sus características, pues algunas pueden ser muy peculiares e interesantes. Sitúo a los arboles y a las aves en el centro de cada historia y alrededor de ellas tejo una trama que me permite abordar todas esas condiciones especiales, muchas veces desconocidas por la gente y aún más por la población infantil.

Otro tema que me mueve mucho, es escribir sobre la belleza de la América Indígena, trasladarme a ésa época y transmitir su gran valor cultural por medio de una historia que despierte en las nuevas generaciones, el orgullo por nuestros antepasados.

¿Las ideas para escribir un libro infantil llegan de repente como las musas o se van trabajando poco a poco?

Un poco de las dos cosas. A veces, surgen ideas que considero tan buenas que me veo en la necesidad de escribirlas inmediatamente. Ocurre que no debo parar, sea la hora que sea, aún si al siguiente día me espera un día de trabajo. La emoción que me mueve es tal, que si no me ocupo en escribir, las ideas seguirían hilándose en mi cabeza y de todas maneras no lograría conciliar el sueño;  así es que prefiero dedicarles tiempo y estructurarlas, pues aunque esa noche no duerma, al día siguiente la satisfacción suele ser tan grande, que vale la pena el desvelo.

En cambio, otras veces, las ideas van surgiendo y evolucionando poco a poco y toma más tiempo. Incluso cuando uno las ha trabajado tanto que considera que están listas, es preferible dejarlas “reposar” unas semanas, pues luego se retoman con ojos de lector y no de autor. Es entonces cuando se logran ver los errores, se hacen las correcciones, e incluso se le integran nuevas y mejores ideas al texto.

¿Qué opinas de la literatura infantil actual?

De acuerdo a declaraciones del Dr. Manlio Argueta, Director de la Biblioteca Nacional, que es la institución que proporciona los registros de ISBN a libros producidos en El Salvador, en los últimos dos años, ha habido “un boom” en la publicación de literatura infantil en nuestro país. El fenómeno obedece a que en los últimos años, varias instituciones públicas y privadas han apostado en favor de la literatura infantil, logrando promover el surgimiento de obras a un ritmo que no se había dado en los últimos cuarenta años. El objetivo de estas iniciativas es producir libros con buenas historias y acabados de muy buena calidad que entusiasmen a los pequeños lectores y vayan sembrando en ellos esa semilla, ese hábito de la lectura, con el afán de ver germinar a una nueva generación de jóvenes y adultos lectores, que se interesen además, por las propuestas literarias nacionales.

¿Cómo surge GRELISAL?

La Gremial de Escritores de Literatura Infanto-Juvenil surgió hace casi tres años y nació tal, y como nacen todos los proyectos: siendo solo un sueño. Las soñadoras fuimos dos: Silvia Pira, quien es una docente, cuentacuentos y experta en promoción de la lectura, y yo, una docente, bibliotecaria y escritora. Juntas comenzamos a darle forma al ambicioso proyecto de crear una organización que reuniera a escritores salvadoreños de cuentos infantiles y juveniles.

La idea no solo era la de reunir a los escritores que conocíamos por su trayectoria, sino también a los que estaban debutando con auto publicaciones, pues en ambos casos los escritores estaban luchando por conseguir más espacios para la promoción de la literatura nacional. El objetivo era abrir juntos esos espacios y desarrollar cada vez más y mejor literatura.

El proceso comenzó con reuniones de organización en las que también mostrábamos a los demás el trabajo literario que cada quien había realizado y el que estaba produciendo en ése momento, para luego, compartir nuestras experiencias y asesorarnos mutuamente. Luego, intercambiamos textos para leerlos y luego retroalimentarnos de forma mutua. Más adelante, produjimos nuestros libros juntos para conseguir mejores precios para la edición, la ilustración e la impresión. Una vez producidas las auto publicaciones, creamos un catálogo para publicitar nuestras obras, iniciar la labor de venta en instituciones educativas públicas y privadas, y después, participar como un grupo en eventos literarios o en ferias nacionales e internacionales compartiendo los gastos. En síntesis, concebimos un espacio de creación y promoción literaria, para caminar juntos en esta aventura de hacer nuevas opciones de literatura para los niños y los jóvenes de El Salvador.

El proyecto que construimos fue todo un reto, pero lo iniciamos. Éramos 5 escritores, una cuenta cuentos, una editora y una consultora editorial, quienes dimos ése primer paso, y en el camino, más compañeros se fueron sumando, tanto escritores reconocidos, como otros que se iniciaban con su primer libro. Ingresaron también ilustradores, editores, cuentacuentos, bibliotecarios, todos, profesionales afines a la “cadena del libro” o a la promoción de la lectura. Esta variedad entre nuestros miembros ha permitido dotar a la gremial de un caudal de talentos, experiencias y contactos que son capitalizados en beneficio del grupo.

Actualmente somos: 19 escritores, 4 ilustradores, 3 cuenta cuentos, 1 editora, 2 especialistas en temas de libros, lectura y bibliotecas, 2 editoriales independientes (AEIOU leamos juntos y CASA AZUL) y 2 socios honorarios. Estos últimos, son Maura Echeverría y Manlio Argueta, ambos escritores de reconocida trayectoria en las letras. Además, durante nuestro primer año de funcionamiento, GRELISAL fue socio activo de la Cámara Salvadoreña del Libro, recientemente comenzamos un proyecto de patrocinio de la elaboración de nuestros  títulos en versión braille para uso del Centro de Rehabilitación de Ciegos y desde el año pasado, somos socios de la sección nacional de IBBY- El Salvador.

¿Qué clase de literatura encontramos entre los escritores que conforman la asociación?

GRELISAL cuenta actualmente con casi 60 títulos de literatura infantil y juvenil en su catálogo, libros   bellamente ilustrados, que narran historias innovadoras, sobre temas muy variados, para todo tipo de edades entre los 3 y los 17 años, en nuestro propio contexto cultural y algunos, incluso ya traducidos al inglés y al francés. En nuestra propuesta se encuentran sobre todo cuentos infantiles, pero también hay poesía, piezas de teatro infantil y algunas novelas juveniles. Próximamente se publicará un libro de leyendas centroamericanas para jóvenes y biografías de personalidades salvadoreñas dirigidas a un público infantil.  

¿Dónde podemos encontrar tus libros y los de GRELISAL si no vivimos en Centroamérica?

Por el momento GRELISAL solo tiene distribución dentro de El Salvador, pero en varias ocasiones hemos enviado pequeñas cantidades de libros por correo a clientes en el exterior del país.

En el caso de mis libros, particularmente, también utilizo el servicio de correo, aunque muy pronto éstos también podrán adquirirse mediante la página salvadoreña de comercio online: LATI EXPRESS COMPANY, la cual ofrecerá envíos de productos locales con entregas a domicilio en cualquier parte del mundo.

¿Qué mensaje le darías a todos aquellos que desean escribir?

Iniciaría diciéndoles una frase muy ejemplarizante del escritor mexicano Carlos Fuentes al respecto: “Tienes que amar la lectura para poder ser un buen escritor, porque escribir no empieza contigo”.

Tal y como lo dijo este importante novelista, considero que los que queremos hacer de la escritura algo más que un pasatiempo, debemos leer de todo lo que esté a nuestro alcance, de todos los géneros literarios, de diversos estilos y épocas, nacional, extranjero, etc. pues no solo disfrutaremos de hacerlo, sino que además nos servirá para entender cuando una historia ha sido bien contada, cuando un personaje ha sido bien construido, qué recursos se han usado para mantener la atención del lector, en fin, al leer nos facilitamos un proceso interno en el que toda experiencia de lectura resulta útil, para volver intuitiva nuestra escritura.

Para finalizar, recomendaría que todo aquel que quiera escribir deberá atreverse a escribir, pero sin aislarse durante el proceso, ya que es muy beneficioso rodearse de lectores calificados de los que se pueda recibir opiniones constructivas. En el caso de que se escriba para un público infantil, las apreciaciones espontáneas de los niños serán también un excelente termómetro para medir si hemos logrado expresar bien nuestro mensaje, o crear una buena historia, una de esas que aún con el paso del tiempo habrá dejado huella en sus memorias. Pues, aunque escribir es para el autor una forma de liberar su caudal interior, es importante saber que el que escriba para niños o jóvenes, tiene la responsabilidad de dejar una importante huella a favor de la historia de El Salvador.

Gracias Isabel y te felicito por tu labor en GRELISAL. 

Por medio de estas historias, la autora espera continuar educando a la niñez con sus fantásticas rimas y sus temas ecológicos. Pueden ponerse en contacto con Isabel Barrientos o GRELISAL en sus FB: https://www.facebook.com/Luc%C3%ADa-la-Guacalch%C3%ADa-172691991090...  y https://www.facebook.com/Grelisal-204732833309943/