Catalina Bohórquez Mendoza es Filósofa de la Universidad Nacional de Colombia. Máster en Edición, Universidad Autónoma de Barcelona, Barcelona, España. Especialista en Gerencia y Gestión Cultural de la Universidad del Rosario. Directora de la Revista ‘Contestarte’ y CEO de Luz Azul ediciones, editorial española. 

También fue jefe de la Unidad de Publicaciones de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia. 

Ramon Vila es periodista, empresario de la comunicación y de filosofía inconformista frente a las incoherencias sociales.

 Vila encarna el dicho «cuando muere un periodista puede nacer un escritor». Tras cambiar el periodismo profesional por el emprendimiento empresarial se le quedó un nudo en el estómago, con todas esas cosas que necesitaba contar de sus experiencias vitales y reflexiones sociales. Así nació 

Su primer libro de adulto Tras la Intensidad, novela escrita durante sus vacaciones en varios países asiáticos pero en la que habla de una realidad que tan bien conoce: las contradicciones de la vida en su Barcelona natal.

1— Catalina, nos has presentado una novela que al leer su temática nos ha dado escalofríos: “Memorias del Internado’, del escritor colombiano Fernando Baena Suárez. Nos puedes hablar de ella?

Memorias del internado es una novela que refleja cómo se puede hundir la vida de un joven en el mundo de las drogas y no sólo como un consumidor, sino como parte de una sociedad que en realidad no quiere rehabilitarlo y que lo considera como un sobrante de la sociedad y que como sea debe hacerse a un lado. Esto por su puesto afecta la vida de las personas que lo rodean, amigos familiares y hasta su pareja. Es una novela ambientada en Estados Unidos y la sociedad colombiana, es una historia muy intrigante que con un final absolutamente inesperado.

2— Hay otra novela ‘Tras la intensidad’, de Ramón Vila, ¿puedes compartinos su temática?’ 

Tras la intensidad es una novela que refleja la sed de vivir y las ganas de aventura de Toni Martí, un joven que vive la vida con gran intensidad. Es una novela en la que hay mucha ficción, pero también refleja una realidad en la que actualmente vivimos muchos: una sociedad deshumanizada donde prima la cultura de la inmediatez y la búsqueda de la gratificación instantánea. Esta novela reflexiona sobre esto.    

La novela fue publicada al inicio de este año y en la presentación del libro Fernando Casado, el director de Global CAD decía que: “En el mundo existen tres tipos de personas: las que hacen que sucedan las cosas, otras que ven cómo suceden las cosas y las que ven la vida pasar”. Estas palabras para mi describen con perfección a los tres personajes de la novela: Toni, que vive su vida con el objetivo de encontrar su experiencia vital completa; Lucía, que dirige una residencia de ancianos y ve cómo sus sueños se alejan cada vez más, y Juan, un octogenario internado en una residencia, conforme con su rutina y absoluta calma.

3— Y tenemos aquí a Ramón Vila, autor de ‘Tras la intensidad’, que nos puedes decir de tu obra. ¿Cómo surgió?

Surgió de una serie de vivencias que tenía que digerir emocional e intelectualmente. Quería reflexionar sobre los distintos estímulos que afectan a mi generación (la búsqueda de la experiencia vital completa, un infinito listado de sensaciones por vivir) frente a los estímulos que tenía la generación de mis abuelos (esfuerzo, compromiso, familia). Quería escribir sobre cómo las personas acaban siendo víctimas de su forma de vivir y cómo se pueden buscar formas para reinventarse y seguir aferrado a la vida a pesar de todos los sinsentidos que experimentamos.

3— Catalina, tu diriges la ‘Revista Contestarte’, ¿nos puedes explicar algo sobre ella?

La Revista Contestarte nació en al año 2004, en un municipio a las afueras de Bogotá, el fundador fue mi papá y fue mi primer acercamiento al mundo editorial. Surgió con el objetivo de ser un espacio para la expresión literaria y artística. Nuestro lema siempre fue  “Con la testa con el arte, con el pensamiento y con la imaginación”. Surgió como un proyecto independiente y también contestatario, pues creíamos que había muchos talentos que merecían ser difundidos y pocos espacios de expresión cultural. 

La revista en el año 2009 dio un salto del municipio a la Universidad Nacional de Colombia, donde participaron activamente muchos estudiantes y ganó un reconocimiento por aporte a la vida universitaria, por una investigación que hicimos sobre los carnavales de Bogotá en los años 20. Actualmente funciona como una revista que funciona online, porque queríamos aumentar su alcance y creo que lo hemos conseguido, al menos en Sur América y España. 

4—  Y Ramón, ¿cuáles han sido tus escritores donde te has inspirado, de los que has aprendido?

De Hemingway me emociona su capacidad para transformar sus vivencias en literatura, así como ver su evolución personal desde el joven intrépido de ‘Adiós a las armas’ o ‘Fiesta’, pasando por el escritor maduro de ‘Por quién doblan las campanas’ hasta llegar a ser el viejo borracho que duda entre aferrarse a la vida o abandonarla de ‘El viejo y el mar’ o ‘Islas a la deriva’. Milan Kundera es otro escritor que me apasiona por su capacidad de profundizar en las relaciones humanas. Así como Henry Miller en describir el sinsentido de la sociedad y el amor desgarrador. Finalmente Dostoievski me apasiona por su reflexión sobre la conciencia y el sufrimiento.

6— Catalina, ¿cuáles son tus planes para el futuro, dentro de este complejo mundo literario que hoy vivimos?

Mi objetivo actualmente es convertir escritores en autores. Viaje a España, desde Colombia, para especializarme en edición de libros y llevo aquí ya unos cuantos años acercándome a los autores, acompañándolos en ese difícil proceso de sus escritorios hasta las estanterías de las librerías. 

Mis planes a futuro son continuar con esta profesión que elegí, fortalecer mi proyecto editorial que es Luz Azul ediciones y que actualmente tiene libros publicados de autores de México, Panamá, Colombia, Argentina, Chila y España. 

Aunque hay una gran oferta literaria seguiré trabajando muy duro para que estos autores puedan ser leídos y crezcan cada día más en el mundo de los libros.