José Luis Labad Martínez, poeta y novelista madrileño, ‘Embajador de la Paz’ nombrado en Ginebra y Paris (2017) por el Círculo de Embajadores Universales de la Paz.  Es autor de los libros: Gotas de tinta, Los Hijos de la Isla, Besos en los cristales, Oigo susurrar a las hojas, Palabras bajo tu cama, Trazos de tiza, Tejados de musgo y Suspiros de barro (su última publicación).  También es pintor y fotógrafo y trabaja como voluntario con asociaciones sociales y culturales en el sur de Madrid.

1— José Luis, ¿cuéntanos primero como comenzaste con tu pasión por la literatura?

Llevo escribiendo muchos años y todo ese material, lo guardaba en el último cajón de mi escritorio sin dejar ver a nadie lo que hacía. Un buen amigo me convenció y me animó a seguir escribiendo y sobre todo a publicar. Y aquí estoy con mi octava publicación en estos diez fructíferos años como aprendiz de escritor y poeta.

2— Compaginas la poesía y la novela, ¿en cuál te sientes mejor?

Si, compagino las dos y aunque creo, que me siento más cómodo con la poesía; con ella puedo transmitir en pocas palabras todos esos sentimientos que están a nuestro lado y que muchas veces pasamos por ellos sin verlos. Es una forma sencilla de mostrar esas pequeñas pero importantes cosas, que son cotidianas para todos. En eso reside la belleza de la poesía.       Pero en la novela también me siento cómodo, me encanta hurgar en el interior de los personajes y darles vida, que se conviertan en una prolongación mía y yo en una suya. La próxima publicación será una novela y seguidamente un libro de relatos.

3— ¿Qué nos puedes contar de tus libros?

Como os he comentado es mi octava publicación. Todo lo que he publicado hasta la fecha ha sido poesía, una poesía sencilla y cercana al lector, me gusta utilizar palabras espontáneas y muy humildes para que lleguen a todos y de esta forma, no temer tanto leer este tipo de literatura, que parece que esta solamente dedicada a un público muy culto.  Dos de las publicaciones son unos libros solidarios que he dirigido en una asociación sin ánimo de lucro que se llama Halcones de la Amistad, para recaudar fondos para familias necesitadas. Una publicación en donde los valores juegan un papel importante, Los Hijos de la Isla, es un libro para adolescentes y niños, pero que todo adulto debería leer para entender valores tan importantes como la paz, la justicia, el amor, la libertad y la amistad

4— ¿Nos puedes decir algo del mundo literario español, con este aluvión que representan las redes sociales?

La verdad es que soy muy partidario de las redes sociales, ahora nos permiten llegar a más gente y que la obra la conozcan mucho mejor. El libro digital se lee bastante, pero soy más partidario del libro de papel.  No hay que dar la espalda al futuro, pero tampoco olvidar el pasado.

5— Y dentro de la literatura universal, cuáles han sido tus escritores preferidos?

Difícil respuesta. Tengo muchos autores preferidos, pero Miguel Hernández, Machado y Lorca, son muy especiales para mí, me siento identificado con ellos y con su poesía. También me entusiasma mucho la poesía de Benjamín Prado. Un poeta de nuestra generación.

En novela Carlos Ruiz Zafón y Toti Martínez de Leza me gustan mucho. En autores nóveles, que ahora leo mucho de ellos, destacar a Julia de Castro y Julio Prieto.

6— Has sido nombrado ‘Embajador de la Paz’ en Ginebra y Paris’, nos puedes contar algo de esto?

Recibí tan importante noticia de que El Círculo de Embajadores Universales de la Paz con sede en Ginebra (Suiza) y Paris (Francia), que es un organismo vinculado a las Naciones Unidas y que tiene representantes en los cuatro Continentes, eligió por unanimidad como Embajador Universal de la Paz en España a este modesto  escritor  y  poeta,  en mérito a mi actividad con la infancia y la juventud y por la labor a favor de la cultura y la paz mundial.

Mi trabajo con la infancia y la juventud siempre ha sido desinteresado y sin buscar ningún beneficio material para mí o para mi familia, aunque para ser sincero si me ha reportado unos beneficios espirituales sumamente importantes. He sido galardonado con premios tan importantes por mi labor, como son, una sonrisa de un niño o los rostros de gratitud de una familia al ayudarles. Por ello me siento altamente pagado y galardonado, pues estos trabajos tienen que hacerte feliz y hacerte sentir útil en la sociedad, ya que si no disfrutas con ellos, no llegarás a ser feliz con el trabajo voluntario que realizas.