El primer presidente en un siglo en no tener un perro como mascota en la Casa Blanca ha convertido a un perro en todo un héroe militar.

Tras narrar con todo lujo de detalles la caza y muerte del líder terrorista Abu Bakr al Bagdadi, Donald Trump se detuvo unos instantes para honrar a ese perro de guerra, «un perro precioso, un perro talentoso», que acechó al islamista hasta que este se suicidó activando un chaleco explosivo.

Por motivos de seguridad, el nombre de ese pastor belga sigue clasificado, pero el presidente ha difundido en Twitter una foto suya en la que no queda claro si el perro es macho o hembra.

«No revelamos su identidad porque el can sigue en el teatro de operaciones», dijo el lunes en el Pentágono el jefe del estado mayor conjunto, general Mark Milley.

En todo caso, el can fue el único herido -leve- en la misión para matar a Al Bagdadi, quien, también según el propio presidente Trump, «murió como un perro». La revista «Newsweek», citando fuentes propias, ha publicado que el perro tiene el apropiado nombre de Conan.

Ya en la caza y muerte de Osama bin Laden en mayo de 2011 intervino un perro de guerra, otro pastor belga bautizado con el nombre de Cairo que acompañó al equipo de élite de los Navy SEALS en sus labores de rastreo. Los canes del Pentágono suelen ir ataviados con chalecos a los que se les añaden cámaras y sensores para retransmitir en directo sus movimientos en misiones tan relevantes como la del sábado en el norte de Siria.

Ayer, dos días después de anunciar la muerte de Al Bagdadi, el presidente Trump anunció que EE.UU. ha matado también al que consideraban su sucesor al frente del Daesh. «Acabo de confirmar que el primer sustituto de Abu Bakr al Bagdadi  ha sido aniquilado por las tropas americanas. Seguramente iba a ser el nuevo líder. ¡Ahora también está muerto!», dijo el presidente. Antes, el Pentágono había informado de la muerte de Abu Hassan al Muhayir, portavoz del Daesh, en un ataque de las fuerzas especiales en Siria.

La ropa interior del «califa»

En horas recientes se han conocido más detalles de la compleja operación que ha permitido derribar al líder del Daesh, el grupo terrorista más sanguinario de la pasada década. Según las milicias kurdas, uno de sus informantes, infiltrado en el círculo más cercano de Al Bagdadi, le robó a este le robó una prenda de ropa interior para pasarla a las fuerzas armadas norteamericanas, que confirmaron la identidad de su objetivo.

Desde mayo, Al Bagdadi se encontraba en la localidad de Barisha. Según los kurdos, cada seis meses cambiaba de residencia y se disponía a mudarse a otro lugar dentro de Siria. Aunque se suició con un cinturón explosivo, los soldados norteamericanos comprobaron visualmente su identidad, aunque luego hicieron pruebas de ADN con las que confirmaron finalmente que el terrorista más buscado del mundo había muerto.