Tal vez un gato no sea el prototipo de héroe y en ocasiones quieren más de lo que dan, pero si un gato te quiere, es que te lo has ganado, porque ellos no se van con cualquiera. Además, ¿existe algo más divertido que ver a un gato corriendo detrás de un puntero láser? yo no lo creo.

Pero hay gatos que son considerados héroes y por sus proezas, para que veáis que no solo los perros son capaces de salvar vidas.

Tama, el gato que era jefe de estación.

Tama es una gata de negocios que salvó a una linea de ferrocarril de la bancarrota. En 2007 fue nombrada “jefe de estación”.

El cargo venia con el uniforme completo: una gorra de maquinista y una chaqueta que le daba un aspecto más autoritario.

Gracias a Tama, la estación de ferrocarril Kishigawa en Japón empezó a atraer multitud de viajeros y turistas. Esta afluencia provocó que la estación vivieses una segunda juventud. Se estima que la presencia de Tama trajo unos beneficios a la economía local de unos 8,9 millones de dólares (unos 8,05 millones de euros). Tama ocupó su puesto hasta que falleció en 2015. Ese mismo año fue nombrado su sucesor Nitama, esperemos que lo haga igual de bien que lo hizo Tama.

Tara, la defensora de los débiles.

Tara es una gata heróica de los pies a la cabeza. En 2014 saltó a la fama después de protagonizar un vídeo donde defendía al hijo menor de 4 años de sus dueños del ataque de un perro. No sabemos qué llevó al perro a intentar realizar este ataque, lo que si sabemos es que Tara se enfrentó valientemente a él y evitó que el pequeño sufriera lesiones mayores.

Crimea Tom

Crimea Tom también es conocido como Sebastopol Tom. Salvó a las tropas británicas y francesas de morir de inanición en la guerra de Crimea en 1854. Los 2 ejércitos hambrientos ocupaban la ciudad de Sebastopol y no encontraban víveres por la zona. Tom les guió hasta los almacenes secretos de alimentos de los civiles rusos y sus soldados. Cuando la guerra terminó Tom fue llevado a Inglaterra por los soldados donde vivió el resto de sus días cómodamente. A su muerte, en 1956 fue disecado y actualmente forma parte del Museo de la Marina en Inglaterra.

Simon, el gato marino

Simon era un gato callejero en las calles de Hong Kong. Tras abordar el barco HMS Amethyst este fue atacado por el ejercito Chino en 1949, causando numerosas bajas y heridas en la tripulación. Simon fue herido por metralla en el ataque, pero aún así tenia un misión que cumplir y era la de mantener a raya a las ratas para evitar que contaminasen la comida. Este felino llevó a cabo su cometido de excelente manera, lo que supuso que el resto de la tripulación, que no murió en el ataque, pudiera sobrevivir gracias a los alimentos que Simon había protegido celosamente.

Simon recibió la medalla PDSA Dickin que es el equivalente a la Cruz Victoria que se da a los soldados por sus méritos. Al año siguiente, cuando el felino murió, fue enterrado con honores navales.

Fred, el gato infiltrado.

Fred tenía problemas pulmonares cuando fue adoptado por un fiscal de distrito de Brooklyn. Después de ser tratado y curado de su afección, entró a formar parte del departamento de justicia de Brooklyn de una manera bastante curiosa. Resulta que fue utilizado en una operación encubierta para obtener información de un veterinario que actuaba sin licencia.

Después de llevar a cabo la operación con éxito, el felino apareció en diversas conferencias periodísticas y se convirtió en la mejor publicidad para promover la adopción de animales. Recibió un premio por su colaboración policial y a día de hoy, vive feliz adoptado por una familia de Nueva York.

Tommy, el gato que supo usar el telefono

En 2006 la policía recibió una llamada al 911 donde nadie hablaba ni se escuchaba ningún ruido al otro lado del teléfono. Tras rastrear la llamada y encontrar el origen de esta mandaron una patrulla a dicha dirección.

Cuando llegaron allí se encontraron con Tommy, un gato naranja, en la sala de estar sentado al lado del teléfono y a su dueño en otra habitación en el suelo cerca de la cama. Por lo visto el dueño de Tommy no puedo llegar a pulsar su dispositivo de alerta médica. A los asistentes no les quedó más remedio que dar por cierta la historia más inverosímil que habían visto jamás. Esta no es otra que aceptar que Tommy, descolgó el teléfono y llamó a 911.

Mike, el guardian del museo

Mike era un gato callejero que entró a formar parte de la plantilla de trabajadores del Museo Británico para llevar a cabo un cometido no exento de importancia.

Este felino se encargaba de mantener a raya a todas las palomas y a sus desagradables desperdicios en las inmediaciones del museo. También se dedicaba a “mediar” entre las discusiones de los perros callejeros. Parece ser que era respetado tanto por los gatos como por otros perros, y ninguno se acercaba a su museo. Mike estuvo de servicio desde 1909 hasta 1924, cuando se retiró de este trabajo. Vivió hasta 1929 en una casa de uno de los guardias disfrutando de un merecido descanso de sus labores.

Soldado de primera clase Hammer

Soldado de primera clase Hammer, así era conocido este felino en un campamento militar durante la guerra de Irak en 2004. Hammer hizo rápidamente amigos entre las tropas debido a su carácter afable y cariñoso. 

Los soldados del campamento lo consideraban el mejor desestresante que podían haber imaginado. Después de la guerra fue adoptado por uno de estos soldados y llevado a Norteamérica, donde vive hoy feliz con su familia.

Como habéis podido ver existen grandes hazañas que han sido llevadas a cabo por felinos y que no tienen nada que envidiar a las más fantásticas historias de perros.