Hace 46 años venía la luz en la ciudad de Atlanta Julia Fiona Roberts. Sin saber que su destino era ser estrella de Hollywood, en un principio pensó en hacerse veterinaria y después estudió periodismo. Pero su hermano Eric Roberts ya había elegido la actuación, cuando Julia decidió seguirlo. Un Oscar y varias décadas después, vuelve a los cines con la película Agosto, en la que también suena para la estatuilla, posibilidad de la que habla en esta entrevista

¿Entre tanto entusiamo por el estreno, la predicción para el Oscar es el mejor postre?

Absolutamente. Para mí ya fue un triunfo cuando terminamos el rodaje, porque había ganado muchos amigos y conseguí mis metas personales. El resto es una felicidad extra.

¿Mirando hacia atrás, qué significa realmente ganar un Oscar?

Fue tan grandioso que no bromeo: lo recomiendo, por completo (risas).

¿Desde que se convirtió en madre, los valores familiares se volvieron más importante que la fama?

No solo los valores familiares, los valores en general. Es lo que realmente vale. La fama es una brisa de verano que viene y se va, pero es importante tener los pies sobre la tierra, sabiendo quien soy yo. Eso, es muy importante.

¿Se identifica en algo con la historia de esta familia?

Bueno, mi madre no es ninguna perra ni una borracha, como el personaje de Meryl (risas). Amo demasiado a mi madre...

Los grandes problemas de la familia, en la película, parecen venir por frustración y odio ¿A nivel personal, qué hace para ventilar su propio odio y frustración?

Actuar. Después de esta película, ya no tengo que enojarme por diez años más. Saqué todo mi odio fuera.

¿Y durante el rodaje, cuál fue el peor problema «familiar» entre los actores?

La historia de nuestras vidas: mantenernos al nivel de Meryl Streep (más risas).

Bromas aparte, ¿cómo resultó la reunión en una película, con Meryl Streep?

Bueno, trabajar con Meryl Streep es cumplir un sueño. Para cualquiera, conocerla es un honor, como persona es hermosa pero también intimida. Ahora, jamás me imaginé que la iba a tratar tan mal como tuve que hacerlo en la película. Yo siempre pensé que íbamos a tomar el té, hablando con acentos fabulosos, con el mejor vestuario. Y al final, ahí estaba yo, transpirando, ahorcándola en una escena. Ese no era mi sueño. Pero fue increíble. Detrás de todas las verdades que aparecen en el drama de esta familia, creo que también hay siempre un abrazo y un beso. Y eso fue el elixir que necesitaba para volver a querer ahorcarla al día siguiente (vuelve a reír). Daba miedo hacer algo así. Ella no solo es sublime y superior en su trabajo, es una persona hermosa que no solo ve lo que yo necesito como actriz, sino lo que necesita cualquier mujer en este mundo. Debe estar durmiendo ahora, porque seguro que está cansada de cuidarme tanto.

Como una coleccionista de Oscars, además de Julia Roberts, la película cuenta con el pedigré de Streep y otras anteriores nominadas como Juliette Lewis y Abigail Breslin. La adaptación al cine de la obra de teatro « gosto» narra el drama de una familia con todo tipo de desgracias: una madre (Meryl Streep) con cáncer y adicta a las drogas, alejada de sus tres hijas (Julia Roberts es una de ellas) que se vuelven a reunir en medio de un verano de agosto, en Oklahoma. 

¿Aprendió algo de Barbara, su personaje en la película?

Sí, que me gusta ser la hermana mayor. Soy la menor de todos en mi familia y por lo visto, ser la más grande... es mucho mejor (risas).

¿En algún momento pensó en rechazar semejante drama? 

En este punto de mi vida, con una carrera tan larga, con un elenco tan difícil de conseguir y una obra tan difícil de hacer, la película me parecía un monstruo muy difícil de armar, como una torre de cartas. Pero.. si tengo que tomar la decisión de salir de casa a trabajar, quiero que sea con algo muy pero muy difícil. Y esta película fue tan difícil como emocionante.

¿Qué dificultades entraño filmar este drama familiar todos los días?

Nos rompimos el alma trabajando, porque no había otra forma de hacerlo. Nunca antes había trabajado tan duro en mi vida y eso que di a luz tres hijos (risas). Cada día, sentía que tenía que escalar una montaña y descubrimos que la única forma de escalar era cogiéndonos de la mano, nos gustara o no. Trabajábamos todo el día. Incluso al final de cada jornada de rodaje, cada uno se iba a darse una ducha a casa para salir corirendo después hasta la casa de Meryl (Streep) para practicar lo que íbamos a hacer al día siguiente. Necesitábamos mantener el momento durante 19 o 20 horas al día, para evitar que desapareciera el clima. Y fue la mejor experiencia actoral de mi vida. La verdad, no entiendo cómo lograron hacer algo así, en teatro, ocho funciones por semana, sin tener que pasar por un centro de rehabilitación. Nuestra experiencia fue como el mejor cofre de un tesoro de descubrimientos para mí. Y por encima de todo estaba Meryl Streep, demostrando que lo único que vale es trabajar duro. Nunca antes había visto a alguien trabajar tan duro como trabaja ella. No es una genia por ningún toque mágico, realmente es la mujer más trabajadora del lugar y estoy agradecida de haberlo visto en persona.