Los curiosos tienen complicado acercarse a la zona de rodaje, pero la canciller alemana, Angela Merkel, tuvo ocasión de visitarla anoche, y el portavoz de la Cancillería ha colgado en su cuenta de Twitter un vídeo de apenas unos segundos sobre su llegada al puente, cubierto de nieve artificial.
"Tengo que ver sus papeles", le dice a Merkel un sonriente Tom Hanks con el brazo en alto, emulando a los agentes que durante décadas controlaron día y noche ese puesto fronterizo entre el sector occidental de Berlín y la Alemania comunista.
El puente Glienicker fue escenario de numerosos intercambios de espías entre el régimen comunista y los estadounidenses, tras ser capturados por el bando contrario.
El nuevo film de Spielberg, que se estrenará en octubre del próximo año en EE.UU. con el título de "St. James Place", narra las negociaciones que llevaron al intercambio del agente soviético Rudolf Abel y el piloto de las fuerzas aéreas estadounidenses Francis Gary Powers el 10 de febrero de 1961.
El oscarizado Tom Hanks es en la película el abogado James Donovan, una de las piezas clave de aquellas negociaciones.
El rodaje continuará hasta el lunes sobre el puente Gienicker, que ha sido cortado al tráfico para la ocasión y que ha visto cómo se han levantado de nuevo a su alrededor las garitas y las balizas fronterizas.