Crees que el escritor nace o se hace?

En cuanto a la pasión por escribir: yo creo, sin duda, que nace contigo. Es bastante vocacional. Está claro que se puede aprender o descubrir, en ocasiones, más tarde. Puedes asistir a clases de creación literaria, estudiar filologías o carreras como Periodismo, donde te enseñan y te fuerzan a escribir; o bien Humanidades o Historia, unas carreras que suelen inspirar a casi cualquiera.

Pero algo debe nacer con el escritor: el don de la imaginación, la curiosidad y unas enormes ganas de transmitir historias, para mí son más básicos que cualquier perfecto estilo.

¿Cómo fue que empezaste a desarrollar el gusto por la escritura y qué te inspiró a escribir?

Pues, como dice mi breve biografía en la solapa de El Guardián de los Secretos, el gusto por la escritura nació conmigo. Ya desde pequeña, desde antes de saber escribir, imaginaba historias fantásticas y las contaba a mi familia como si fuesen verdades como puños.

Las anotaba incluso en una libreta a base de dibujos, porque no conocía muchas palabras o letras. ¡Parecía un jeroglífico! Si algún día encuentro esas libretas necesitaré la Piedra Rosetta para descifrarlas.

Por lo que te digo, me es imposible recordar cuál fue la primera cosa que me inspiró a escribir. Mis primeros poemas fueron a los 5 o 6 años y trataban sobre “Hay una vaca en mi jardín, que come rosas y alhelís” :D, marineros, sirenas, barcos, pueblos pequeños y lúgubres…

Lo que sí te puedo decir es qué me inspiró para escribir El Guardián de los Secretos, mi primera novela: Fue Ella, Erzsebet Bàthory, la Condesa sangrienta.

Encontré su biografía en una página sobre la historia de los asesinos en serie y me quedé petrificada, aterrada y fascinada.

Yo estaba estudiando en Francia, con una beca, y escribí enseguida un relato sobre Ella. (Se le suele llamar Ella porque en Hungría pronunciar su nombre estuvo prohibido mucho tiempo y se decía que al pronunciarlo invocabas a su malvado espíritu).

Un año después, en mi casa, en España, rescaté el relato y comencé a documentarme. De ahí comenzaron a salir el resto de personajes y el resto de la trama, que acabó tomando un trasfondo histórico, creando un debate religioso y envolviendo una historia de amor.

¿Sueles tener una hora en especial o un día para dedicarte a escribir; o en cualquier momento  que surja la inspiración?

¡En cualquier momento que surja la inspiración! Me inspira la noche y los viajes.

He escrito en el tren, en el asiento trasero de un coche durante un viaje, al borde de una piscina… pero, sobre todo, en casa, de madrugada.

¿Alguna vez decidiste abandonar el camino de la escritura por alguna circunstancia?

 Desde que soy autora publicada no me ha dado tiempo a pensarlo, porque publiqué hace relativamente poco; en mayo de 2010.

Pero no siempre he escrito. He tenido y tengo muchos parones.

De pequeña y de adolescente me gustaba escribir poesía y cuentos o relatos trágicos. Durante mis estudios universitarios tuve una gran sequía literaria; me concentré en los estudios.  

Justo al terminar la carrera volví a engancharme a escribir, más que nunca, gracias a esta novela: El Guardián de los Secretos.

Y ahora mi mente no para de crear historias.

¿Cómo ha sido todo esto de entrar en el mundo de los escritores; cómo es el ambiente?

 ¡Me encanta el ambiente! Entré muy prevenida. Me avisaron de que había muchas envidias y zancadillas en este mundo, y lo que ha pasado es que (salvo alguna anécdota) lo que he encontrado ha sido gente maravillosa.

Las quedadas son divertidísimas. Creo que todos los creadores estamos algo locos.

Tengo amigos escritores que me hacen compañía día y noche a través de internet. Cuando, frente al ordenador, me encuentro dispersa o bloqueada entro en Facebook. Allí, además de mis amigos de siempre, encuentro a escritores compartiendo los mismos estados y entendiendo lo que me pasa. Es estupendo: es como una terapia de grupo.

¿Qué es para ti ser una escritora ya con un libro publicado?

Es una especie de sueño. ¡Y eso que no comencé la novela con la intención de publicarla!

Pero, una vez acabada, me puse a ello, y conseguirlo fue una emoción que me superó.

Cuando eres escritor, ocurre que hay gente, incluso gente cercana a ti, que no lo entiende.

Para que lo entienda todo el mundo: Debe ser algo así como, para un actor, ganar un Óscar.

¿Cuál es el mejor consejo que podrías darle a todo aquel  que elija ser escritor?

 En primer lugar: ¡que lea! Que lea mucho. No solo para aprender a estructurar los textos y mejorar la ortografía, si no porque leer es un detonante para la imaginación.

En segundo lugar: que no desespere. Todo el proceso es lento. Las editoriales apenas aceptan manuscritos de escritores noveles, especialmente las grandes: por muy buena que sea tú historia, debes estar preparado para recibir negativas. No significan nada. En el 99% de los casos ni siquiera la habrán leído.

Hay que insistir mucho y creer en tu obra, hasta dar con un editor que también crea en ella.

(Eso sí: habitualmente, el tener una carrera suele ser importante para que te den su confianza)

Y, en tercer lugar: ¡que elija un medio de subsistencia distinto que pague sus facturas! Jajajaja. Me río, pero hablo en serio. Esto, hoy en día, y más en España, es un hobbie o segundo trabajo para la mayoría de nosotros. Muy pocos pueden decir que viven de ello.

Pero aconsejo intentarlo, sin ninguna duda, porque las satisfacciones personales que da son indescriptibles. Empezando por el momento en que ves tu historia convertida en papel, con una portada estupenda y tu nombre en ella; hasta el momento de recibir las impresiones de los lectores, charlar con ellos y ver cómo les ha calado tu historia. Te da un vuelco al corazón.

Yo suelo quedarme callada, con la boca seca.

En el fondo estoy sintiendo un profundo agradecimiento.

¿En este momento estás trabajando en algo nuevo?

Tengo varios proyectos abiertos, alguno medio comprometido. Novelas de distintos cortes y temáticas. Terminado y libre de compromisos tan solo tengo un cuento infantil, que debería empezar a mover (llamamiento a editoriales interesadas ;D).

¿Cómo describirías lo que es ser profesora y ayudar en su preparación a los jóvenes?

 ¡Esta pregunta me toca en lo más hondo! Los éxitos y alegrías literarias son grandes, emocionantes… a veces eufóricas, pero suelen disfrutarse en soledad o solo con los más allegados. El del escritor es un trabajo tremendamente solitario y yo soy una persona tremendamente social, así que de vez en cuando ¡me desquicio!

 Las alegrías cotidianas, las del día a día, las que me llenan el espíritu son las que me da la enseñanza. Los triunfos de mis chicos, mis charlas con ellos, poder ayudarles… me llena el alma. Me centran y me da vida.

¿Cuál es tu palabra favorita?

Para mí hay una palabra extraña y casi desconocida que tiene un grandísimo significado: Ouroboros.

Cuando la oigo se me pone el vello de punta y siento energía, magia. Representado por una serpiente que se muerde la cola y se engulle a sí misma, era el símbolo de la familia Dracul. Simboliza el ciclo de la vida: que todo lo que acaba vuelve a empezar; que no desaparecemos, solo nos regeneramos, renacemos renovados. Simboliza la eternidad.