Elizabeth Taylor ha tenido ocho matrimonios. Pero con siete maridos diferentes. ¿Cómo? Pues porque sus desencuentros con Richard Burton le hicieron casarse, divorciarse. Volver a casarse y, otra vez, divorciarse. Y es que ya lo dijo la actriz: "Cada vez que me he enamorado, me he casado. Mi moral me impide tener sólo aventuras". Sus últimos días no los pasó sola. A su lado estaba el representante Jason Winters, a quién conoció gracias a su gran amigo Michael Jackson. [Especial]

Pocos meses después de que la joven Liz cumpliera 18 años, la actriz se casó conNicholas Hilton Jr. Quizás más conocido por su apellido, ya que era el heredero de la famosa cadena de hoteles. Hablamos de mayo de 1950. Pero, quizás por inocencia, quizás por precipitación, el feliz matrimonio decidió divorciarse apenas un año después. Fue en febrero de 1952 cuando volvió a pasar por la vicaría. Esta vez con Michael Wilding, con quién tuvo dos hijos: Michael y Christopher.

En 1957 Taylor se unió a Michael Todd, pero este matrimonio acabó en tragedia: seis meses más tarde, el productor moría en un accidente aéreo dejando a la joven actriz sola a cargo de su hija Lisa.

Pero, apenas seis meses después volvió a encontrar el amor, en esta ocasión junto a Eddie Fisher. Una extraña pareja, ya que Fisher era entonces el marido de una íntima amiga de la actriz, Debbie Reynolds, y Liz tuvo que convertirse al judaísmo para poder unirse al cantante. Pero el matrimonio hizo aguas, una vez más, y en marzo de 1964 se formalizó el divorcio.

Pero si algo marcó la vida amorosa de Liz Taylor fue 'Cleopatra', ya no sólo porque la llevó a la fama mundial sino porque allí conoció al que sería el 'amor de su vida': Richard Burton. Una romance difícil, con sus 'idas y venidas' pero con mucho amor 'del bueno'. Era Roma, 1962, y dos de las caras más famosas del cine unían sus corazones.

"¿Alguien te ha dicho alguna vez que eres una chica muy bonita?". Así, de una forma tan manida como cursi comenzó la historia de amor más turbulenta del cine, la que protagonizaron Cleopatra y Marco Antonio, Taylor y Burton.

Las críticas a la pareja no tardaron en llegar, incluso el Vaticano juzgó la relación porque los dos ya estaban casados cuando se conocieron. La extraña unión, que se prolongó más de 10 años, estuvo salpicada de muchas broncas, rumores sobre la homosexualidad de Burton y divorcios. Hubo una boda en Montreal en 1964. Una década después firmaron un divorcio que no iba a ser definitivo.

En 1975, Taylor y Burton volvieron a casarse en una exótica ceremonia en Botswana (África). Tampoco funcionó. El matrimonio firmó su separación definitiva en junio 1978. Burton siempre será considerado el verdadero amor de Taylor.

La actriz confesaría años después de la muerte de Burton que aún conservaba sus fotos, sus cartas y sus recuerdos. Y que Burton le había escrito una carta unos días antes de su muerte en Suiza en 1984 en la que hablaba de la posibilidad de una reconciliación.

Tras el fracaso con Burton, y cuando parecía que Liz ya lo daba todo por perdido, volvió la pasión. El 4 de diciembre de 1976 la protagonista de '¿Quién teme a Virginia Woolf?' volvía a casarse, esta vez con el senador republicano John W. Warner. Pese a que no se divorció hasta diciembre de 1982, los rumores de la época apuntaban a que el matrimonio nunca llegó a ser feliz, hasta el punto de que decían que la actriz se había 'tirado' al alcohol para olvidar sus problemas con el político.

Pero, si por algo se caracterizaba Taylor era por no flaquear, buscando con mucha ansia su 'amor verdadero'. Así que lo intentó por octava -y última- vez. La actriz de 'La gata sobre el tejado de zinc caliente' optó por Larry Fortensky, un obrero de la construcción 20 años menor que él al que había conocido en un centro de rehabilitación en 1988. Buscar marido fuera de los focos tampoco le funcionó. Acabaron separándose en 1996 alegando una "incompatibilidad inconciliable".