En la tercera jornada de la Mostra de Venecia, el director Paul Schrader, que nos ha regalado películas como «Taxi Driver» (guionista) o «American Gigoló», se ha sentado en la sala de Prensa del festival para decir, antes de que ningún periodista le preguntara nada, lo siguiente: «Hoy soy un hombre libre. Durante los últimos 16 meses he sido rehén –por mi propia decisión– de una actriz muy talentosa pero imprevisible»
Evidentemente, la aludida no estaba presente en la sala. Schrader hablaba de Lindsay Lohan, la protagonista de «The Canyons», que el director ha traído a Venecia fuera de concurso... aprovechando que fue convocado para presidir el jurado de la sección «Orizzonti».
«Se suponía que debía estar aquí hoy», continuaba el director, «dijo que vendría, pero no lo ha hecho». Lohan -que se ha confesado en alguna ocasión como adicta al alcohol y las drogas- interpreta en la cinta a la novia de un rico productor de cine, a quien da vida el exactor porno James Deen. «The Canyons» es una reflexión sobre la vida de un grupo de veinteañeros en Los Ángeles, en una era posterior a los años boyantes de la ciudad.
«Lindsay no tiene miedo. Uno de sus problemas como actriz es que le cuesta mucho fingir las cosas. Tiene que actuar según está, que es algo muy cansado para ella y para la gente que la rodea. Lo que se ve en la pantalla está muy cerca de la realidad. Ha estado a la altura... pero ha sido un proceso muy fatigoso», remarcaba Schrader.
El guión corre a cargo del también novelista Bret Easton Ellis, y se ha financiado de forma completamente independiente y a través de Internet. «No podemos decir que nos haya sorprendido la intensidad de algunas reacciones», decía el director en referencia a las malas críticas que está cosechando con «The Canyons». «La reacción crítica no guarda proporción con lo que hemos hecho», sentenciaba Ellis.