Ha movido sus caderas en el "Mira quién baila" sueco, diseña joyas, produce películas para televisión y todo ello no le impide vender 10 millones de libros en todo el mundo: la polifacética Camilla Läckberg se reconoce "el caso perdido" del "establishment" cultural sueco y llega a España con un nuevo título
La autora firma ejemplares este domingo en la Feria del Libro de Madrid, donde las novelas de su serie protagonizada por la escritora Erika Falck y el policía Patrick Hedstrom siempre se sitúan con comodidad entre las más vendidas. El pronóstico es que suceda lo mismo con "La sombra de la sirena", en el que la pareja espera gemelos mientras se enfrenta a nuevos crímenes en el idílico pueblo de Fjallbacka.
Läckberg aborda en este libro, el sexto de una saga que ya va por ocho títulos en Suecia, cuestiones como la "tan estigmatizada" enfermedad mental y el desamparo infantil, que según confiesa en una entrevista, es una de sus mayores pesadillas.
"En mis libros vuelvo una y otra vez a este tema, a los padres que no cuidan de sus hijos como deberían, que no sienten hacia sus hijos lo correcto, especialmente las madres. Uno de los mayores pecados que puedes cometer en nuestra sociedad es ser una mala madre. En los medios se repiten noticias espantosas día tras día y quizá lo que intento es escribir de ello para poder comprender", señala.
En "La sombra de la sirena" la escritora despliega también un rico retrato de diferentes tipos de relación sentimental: "me acerco a los 40 y ya tengo alguna experiencia. Me he divorciado, vuelto a casar, hay exmaridos y exmujeres, y hay que intentar que la cosa funcione. Verlo y analizarlo sobre el papel ayuda, porque es complicado".
Para tranquilidad de sus seguidores, de momento no tiene intención de poner punto y final a las aventuras de Erika y Patrick. Ha decidido "no decidir", al contrario que Asa Larsson, que fijó el límite en seis novelas, o de Henning Mankell, en diez.
"En Suecia es típico de los escritores del género decidir que van a escribir un determinado número de novelas de una misma saga, incluso antes de empezar. ¿Por qué tomar esa decisión si ni siquiera has empezado el primero?", subraya.
Pero no todo es glamour en la vida de esta escritora, aún impresionada por la desaparición (posible ahogamiento) del director de una de las diez "TV-movies" que se están rodando inspiradas en sus libros. Se perdió su rastro en una isla cuando localizaba escenarios para el telefilme.
A ello se suman los malabarismos para sacar tiempo para escribir. "Hay tanta gente a mi alrededor tirando de mí...", comenta una autora publicada en 55 países, traducida a 38 idiomas y requerida en varios continentes a un tiempo para la promoción de sus libros.
"Creo que en Suecia el colectivo de escritores y en general la gente de la cultura me da por perdida. Cuando hice 'Mira quién baila' estaba preparada para que mis colegas me pusieran verde pero nadie dijo nada, creo que me consideran un caso perdido", afirma entre risas. Y apostilla: "hago lo que me apetece, lo que me hace feliz y no me importa lo que piense el 'establishment' cultural". La escritora, por cierto, quedó cuarta en el concurso porque se le resistió el pasodoble.