Nací en Vallenar, Chile, un día de abril, pleno otoño aquí, unas semanas antes de lo esperado. Mi madre traía libros viejos del trabajo y mi padre nos contaba cuentos folclóricos antes de dormir. El resto lo hizo la imaginación y un poco de soledad que yo supe aprovechar muy bien, por supuesto. A los catorce, leyendo a Julio Cortázar decidí que quería escribir. Y así empecé. Hasta hoy. Además de leer y enseñar eso es lo que hago: escribir.
Creatividad Internacional
28 Mar 2009