El agua del río lagartea 
y me hace cosquillas en los pies. 
Lamen las piedras mis tobillos. 
El sol trepa por mi espalda 
y me da de comer 
los frutos de su huerta. 

Calma. 

No hay prisa. 

La vida puede esperar. 

Hoy la tierra me dice 
que es tiempo de trasguear. 

En la montaña

el silencio suena diferente

por la mañana

que por la tarde 



es difícil de explicar 



diría que tiene 

diferente densidad 



mas no hay mayor silencio 

que el que separa

un trueno de otro

en plena tormenta



y, sin embargo, 

al hombre…

Contemplo a los ocho dragones a mi alrededor. Duermen profundamente con el estómago lleno. Su respiración hace temblar la tierra. Ignoran el poder que ejercen sobre mí, su verdadera fuerza. Brillan sus escamas al sol del ocaso. Su belleza es escalofriante. Les temo... y les amo.



Dicen que los mate escribiendo, pero considero que escribir no es empuñar una espada. Escribir es abrazar mis dragones y aceptarlos como parte de mí. Juntos nos enfrentaremos a la…

Si el verde se agrisa 
se asfalta 
si muere... 
buscaré 
el verde en mi interior 

como Tranströmer 
como Thoreau 

habitaré mi propio paisaje 
mi cabaña 
mi Walden 
sin salir de mí 

hasta que el mundo 
se deshiele 
a mediodía. 

¿Cuál es la casa más vieja del mundo? 

¿Qué historias podría contar? 

¿Qué secretos son los que guarda? 

Si las piedras hablaran, 

—los ladrillos, 

las paredes— 

el mundo sería 

un murmullo constante. 

Ensordeceríamos 

de ruido. 

Enloqueceríamos …

En la ciudad 
el silencio es de hoja caduca 
y el ruido de hoja perenne. 

Un cervatillo 

de enormes orejas 

negras 

me observa. 



Permanezco 

quieta 

casi 

sin 

respirar. 



Mueve la cabeza 

al compás de su inquietud. 



Es 

la inocencia 

corpórea 

la belleza …

El sol calienta la piedra 

que calienta la lagartija 

que alienta el corazón. 

Frambuesas y setas 

abren la ventana 

a la montaña 

tras la tormenta. 

Tristes tritones dormidos 

en las aguas del río 

ásperos como piedras vivas. 

El río es el sonido 

de la felicidad 

que…

Quizá los árboles hablan un idioma desconocido 
o los líquenes escriben signos 
que no somos capaces de interpretar. 
¿Qué estará diciendo de mí la hierba que piso? 
¿Qué opinión tendrán las plantas de la humanidad? 

El paraíso era el lugar más acogedor del universo. No hacía ni frío ni calor. La noche no era excesivamente larga ni el sol brillaba demasiado. Llovía lo suficiente. Olía verde. Los animales vivían en paz. Pero un día llegó el hombre y encontró el paraíso de su gusto. Se quedó. Poco después empezó a hacer cambios, porque el hombre siempre está inquieto, aunque tenga de todo. Construyó carreteras para desplazarse más rápido. Levantó edificios altos como colinas donde se sentía protegido…

Perfume, tabaco negro, sudor, champú de moras, desodorante y barniz. La vecina estaba en la terraza contigua. Se movía silenciosa como un gato pero la delataba su perfume. El vecino del primero fumaba, todavía en pijama, el primer cigarrillo del día. La niña del segundo secaba sus cabellos recién lavados al sol. El barnizador, dos escaleras a la izquierda, comenzaba su jornada laboral. Fumaba y tarareaba al ritmo de la canción del verano que petardeaba en la radio. Mi olfato se había…

Este es mi espacio, 

mi terreno, 

la raíz que anuda 

mi cuerpo, 

espacio exterior 

diáfano, 

aire que llena 

el vacío 

interior. 

Yo no soy ya 

este hueco 

desnudo. 

El universo 

expande mis poros, 

respiro profundo, 

me…

Se había torcido el tobillo. Le dijo que esperara sentada en una roca mientras iba a buscar el coche. Cuando regresó, no había nadie, solo bosque.

—¡Beeeeeeeeee! 

Balan las ovejas. 

Bajan por la ladera. 

Corren que vuelan, ruedan... 

¿Vuelven o van? 

¿Al origen 

o al final? 



—¡Beeeeeeeeeee! 

Os veo, sí. 

Os oigo 

y os siento... 

Veo lo que os hacen 

y no puedo hacer 

otra cosa que…

Tic, tic, tipi, tip.

Gotea la tarde.

Chip, chirip, chiribip.

Golondrinas,

bailarinas del aire.

Tap, taap, tap.

El verano flota

en almohadas rotas.

¡Bruuum! ¡Bam! ¡Babúm!

La naturaleza en estampida

hoy gana la partida.

Tapttarataptap ¡TARAPARRÁM!

El mar sobre mi…