Braguita, sujetador, calcetines, vaquero, camiseta, deportivas, chaqueta, bolso y sonrisa. Ya estoy lista.

Todos queremos lo mismo.
La diferencia estriba en lo que somos capaces de hacer para conseguirlo.

Me gusta la tormenta

porque acalla el ruido del hombre,

limpia el aire y el suelo,

y le obliga a buscar refugio

como a cualquier otro animal.

La tarea se posterga,

la electricidad se interrumpe,

la tormenta nos obsequia

con un momento de paz.

Algunos temen la tormenta

por instinto de supervivencia:

no saben qué…

No hay riqueza en esta tierra

que no se haya obtenido con derramamiento de sangre

o con la explotación del prójimo.

El oro brilla tanto que ciega

hasta a la persona más honesta.

El poder corrompe el alma más pura

y en la sombra se esconde la vergüenza.

Cuántos secretos calla el mundo.

No me des nada, que nada quiero.

No me compres, pues no…

Érase una vez el hijo de un dios que se sentía solo. Su padre siempre estaba ocupado haciendo y deshaciendo mundos, dando y quitando vidas. Un día le dijo:

—Padre, quiero un compañero de juegos.

El dios se negó: —Eres demasiado joven para tanta responsabilidad. Un amigo requiere tiempo y paciencia.

—Tengo todo el tiempo del mundo, la eternidad, para ser…

Viajo con la casa a cuestas. 

No soy un cangrejo ermitaño, una tortuga ni un caracol. 

No dispongo de un carruaje, una caravana o una embarcación. 

No es cosa de magia, ni de fuerza o empeño. 

No es poco todo lo que tengo. 

Es más simple que todo eso. 

Llevo mi hogar allá donde voy 

porque mi hogar está allá donde…

Morir en ti
es silencioso.

El pequeño gato
no esperaba tormenta
mientras imaginar pudiera
en secreto las nubes.
Fabricaba la historia
mirándose en el espejo
del beso del hombre
y leyendo pensamientos
con forma de jardines.

Perseguir la realidad
es un suicidio de la imaginación.

Subir montañas es peligroso. Todo se reduce a dos posibilidades: llegar arriba o no llegar. Cada opción tiene ventajas y desventajas.

Centrémonos primero en el fracaso: te pierdes por el camino y no alcanzas la cima; peor aún, te pierdes sin remedio y nunca regresas a casa.

Veamos la opción del éxito: llegas arriba y la vista es hermosa. ¿Y ahora qué?…

Dos parejas con sus hijos se encuentran en la calle. Se detienen, se saludan y entablan una conversación intrascendente.

Mario y Marina tienen cuatro años de inocencia. Se miran con curiosidad. Marina lleva un vestido nuevo, Mario las manos sucias. Mario piensa que la niña es una princesa; Marina, “que este niño no me toque”.

Cuando llega la hora de irse se despiden con timidez, la cabeza gacha, las palabras masticadas. Y se alejan cada uno de la mano de sus padres. De repente…

Cada lunes la misma batalla… levantarme, escribir una carta de despedida al perro y tirarme por el hueco del ascensor.

No sé si hemos dejado de creer en Dios
o si Dios ha dejado de creer en nosotros.

Un día estaba en un prado lleno de flores

cuando, de repente,

empezaron a brotarme plumas en las manos.

Se extendieron por todo mi cuerpo

y mi boca se convirtió en pico.

Me había transformado en un pájaro.

Extendí mis alas y remonté el vuelo.

Me dejé llevar por la brisa de la mañana

y sobrevolé montañas y valles

hasta llegar a la ciudad.

Las personas que paseaban por sus calles

eran diminutas como hormigas

y durante todo el día y toda la…