A Pilar Cossio Barredo 

     Desde niño, había tenido el sueño de escribir algo grande. Toda su vida lo había estado intentando con escasa fortuna pero ahora tenía cáncer y le quedaba muy poco tiempo para demostrar que era capaz de construir con palabras algo verdaderamente bello. Quizá no fuera extremadamente importante para él porque consideraba ya suficientemente justificada su vida al disfrutar del amor leal de una esposa a la que quería pero había ansiado tanto a lo…

Chatita mía, si alguna vez
decides hacerte amazona,
yo seré quien te impulse
para subir al caballo
porque empujar tu culito
con mis enamoradas manos
será un placer
que nunca querré perderme.

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En el infierno de mi fantasía,
no había indulgencia para mi fragilidad,
¿cuántas veces ocurrió de verdad
hasta que mi espíritu se hizo
reo de sí mismo?
¿Qué hacen de los niños en este mundo,
qué hacen de los hombres,
cuánto tiene que sufrir alguien
para que lo dejen en paz?

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A Salma Hassan

Permítase a los niños la inocencia,

el orgullo y la sed de libertad,

la culpa colma el mundo de maldad

y el agravio siembra en él la violencia.

Derríbese por fin la pestilencia

que, al alma, trae la falsa humildad,

dejen los hombres de ser heredad

y el sufrimiento acabe su existencia.

El corazón es sencillo y altivo

aspira altanero al bien más hermoso

mas la mentira le tiene cautivo.

Sea el…

Al amanecer,

un resplandor heraldo,

venciendo la oscuridad profunda,

colma de abundancia el oriente

y, poco a poco, el Sol

se hace manifiesto y se cierne

por encima del horizonte,

su majestad es sublime,

su brillo cegador

pero su calor aún es humilde y tibio

y lo ofrenda con benevolencia

como una madre tierna;

como este sol apacible

de la temprana mañana,

así es tu aliento, niña,

dulce y poderoso,

sencillo y…

¡Con qué agria brutalidad
tratan las gentes el sentimiento
y con qué delicadeza y diligencia
sirven al necio prejuicio!

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Lo que gritan y cantan mis entrañas
con entusiasmo y alegre regocijo
porque es su más honda ventura,
eso eres tú, amada mía.

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A Txaro Cárdenas

En Facebook se te bloquea
por mostrar sinceridad,
no has de decir la verdad
cuando bonita no sea
aunque la escuche una fea,
como no tienen puñal
para rajarte en canal,
a traición, desaparecen
si tus palabras merecen
todo un estoque mortal.

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A Tana García

Puede querer muchas cosas
un corazón encendido,
en deseo, sumergido,
y tenerlas por hermosas,
amables y deleitosas,
pero, si hablamos de amar
para, la vida, entregar,
se ama una sola no más
que, a una sola, le das,
de tu pecho, inmenso, el mar.

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¿Pero cómo puedes, niña,
ser tú tan bonita
si ni las orquídeas, ni los luceros,
ni el amanecer, ni el arcoíris,
ni el mar calmado, ni las montañas,
ni un manzano en flor
o las alas de una mariposa
me despiertan tanto gozo
como la miel de tu rostro?
¿Cómo puedes, niña,
ser tú tan bonita?

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Quizá tengo mucho
de necio y de loco,
quizá los mismos payasos hagan
menos bobadas que yo
porque me empeño en oír
la voz de mi corazón de niño
pero, si ando los caminos
de la apariencia hueca
temeroso del ridículo
o del desprecio de los sensatos,
viviré para las frías máscaras
y no para la luz
de mi apremiante instinto.

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La devoción que ha de ganarse
con la mentira y la hipocresía
la tengo en muy poco
y no perturba mi tranquilidad.

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No era cierto que nuestra sed se saciara
en el amor al conjunto
de nuestros semejantes
y en su tibia compañía,
solo se ama a uno,
solo se alivia nuestro tormento
ardiendo de deseo por un alma
que se nos abre y nos hace suyo
y entregándole enteros a ella 
el corazón, la vida y el aliento.

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Solo en tu pecho, niña de luz,
hay indulgencia para mi iniquidad,
solo en tu corazón, encuentra alivio
mi atormentada conciencia.

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No merezco el amor,

no lo merezco,

los corazones son hijos

del aire que remontan los pájaros,

no atienden a un deber,

no sirven a la piedad o la justicia,

no escuchan ruegos ni lágrimas,

no muestran agradecimiento,

aman solo la belleza más pura,

la dignidad más elevada,

no merezco el amor,

no lo merezco,

soy frágil y pequeño,

sombrío y silencioso,

no soy hermoso,

ni poderoso, ni luminoso,

soy tan decepcionante…

La bestia del tiempo

devora todas las cosas,

ninguna piedad tiene

por las más frágiles y sutiles,

en la revolución de los días,

la miel que trajo el amanecer

se torna en sombría noche,

la primavera se hace invierno,

la juventud, silencio de la tumba,

alguna vez, tendré que irme

y abandonar para siempre

cuanto mi corazón amó

porque el mundo es solo humo

inaprensible y fugaz

y los hombres somos sombras,

engaños de la ilusión,

mas,…

Quiero ser libre entre mis semejantes,

derribar murallas y vallas

levantadas para la esclavitud,

quiero contemplar rostros desnudos

sin el hielo de una máscara

y sentir el perfume delicado

de almas exentas de mezquindad,

con aroma de infancia en su cálido pecho,

si me despojo del odio y el desprecio,

tal vez, sigan mi ejemplo,

la existencia ha de ser

para la vida y el placer,

tiene que despertar en los hombres

la…

Siete declaraciones de amor a mi amada

Quiéreme, niña divina,

que me has traspasado el pecho

sin motivo ni derecho,

como una dulce asesina,

mi fortaleza has deshecho.

En esos labios de mar,

quiero perderme en un beso

y, si tengo mal suceso

y acabo por naufragar,

nadar en el embeleso.

Inclínate hacia mí, rosa,

que, en mi pecho, está tu hermana

tan abierta y tan ufana

de sentirte tan hermosa

que por…

A mi amada 

     La abrazó y la besó muy tiernamente en la boca depositando en ese beso todo lo que aquella chica decía a su corazón, de manera que, por unos instantes, olvidó cuanto había a su alrededor y no percibía más que el apremiante anhelo de su interior. Después del beso, ella, sonriéndole, se despidió. Entonces, un amigo se acercó a él y le dijo mostrando regocijo y sorpresa:

     -¡Menuda novia has conseguido, Edu...!

     Él, al oírlo, tuvo unos instantes…

No sería tan feliz si fueras, niñita,

una mujer ordinaria,

no entenderías mis poemas

porque no hablan de lo que se carga

en el carro de un hipermercado

o del tipo de interés

de ninguna inversión

ni me expreso como si hablara

por teléfono con el técnico

que repara los televisores

ni rimo todos los versos

para que se note que son poesía,

me llamarías Pichurri,

no se te ocurriría otra cosa,

me comprarías slips…