Me has hecho niño otra vez,

me siento

como si amara a una niñita

inocente y bella,

hermana de mi corazón

y amiga de mi aliento,

como si fuera contigo al colegio

agarrado de tu mano

y tus dedos me parecieran

mariposas sobre mi piel,

como si jugara en el parque a tu lado

rebosante de dicha el corazón

y, desde el columpio, contemplara

tu rostro de miel,

como si acariciara tus coletas,

atadas con lacitos

y tus…

A mi amada 

     El dictador se paseaba por su despacho con cierta inquietud en el ánimo. De pronto, abrió la puerta y llamó a su secretario. El secretario llegó con celeridad y, con poses de sumisión, le preguntó qué se le ofrecía.

     -¿Cómo está la cultura en el país? -preguntó el dictador.

     El secretario movió la cabeza a un lado y a otro y dijo:

     -Como siempre, Excelencia, ni frío ni calor, la gente prefiere hablar de sexo y fútbol, así es como si…

A Laura Ana

Son los hombres muy distintos,

divergentes y variados,

cada cual tiene su cara,

cada cual va por su lado,

debemos ser transigentes,

no ser con nadie porfiado,

es preciso tolerar,

es lo más juicioso y sano,

a quien no nos guste nada,

tenemos que respetarlo,

exige la convivencia

que, a los otros, bien queramos

mas, al ser sin sentimientos,

yo no sé llamarlo hermano.

Hay que amar al semejante,…

A Laura Ana

Son los hombres muy distintos,

divergentes y variados,

cada cual tiene su cara,

cada cual va por su lado,

debemos ser transigentes,

no ser con nadie porfiado,

es preciso tolerar,

es lo más juicioso y sano,

a quien no nos guste nada,

tenemos que respetarlo,

exige la convivencia

que, a los otros, bien queramos

mas, al ser sin sentimientos,

yo no sé llamarlo hermano.

Hay que amar al semejante,…

Es hiriente la palabra
de las almas frías,
duele como bala
que desgarra las entrañas y arrebata
el goce de la inocencia,
encrespa el oleaje
del mar de dentro
con un vendaval que arrastra
los juguetes del corazón
y aleja hasta el horizonte
la ilusión y el calor
en su porfiado imperio
de soledad y desencanto.

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Las flores
son la cima de la belleza
adornadas con delicadeza y sencillez,
alegres y elegantes,
llamativas y llenas de pureza
pero ninguna de ellas tiene
tanta gracia y claridad
y despierta tanto júbilo
como tu estremecedor semblante
o tu aliento inocente.

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Palabras a una vieja cascarrabias

Siempre, desde muy niño,

tu más profundo deseo

ha sido humillarme, cobarde anciana,

no paras de moverte, como una rata,

porque temes que te llegue

si te detienes un segundo

la memoria de la muerte,

eres maliciosa y pérfida,

embustera y egoísta,

solo piensas en comer y en el dinero

y ni siquiera eres leal a tu propio género

pues eres tan machista

como el hombre más…

Eres tan niña, amor mío,
que no has aprendido ni a odiar,
tienes la inocencia y la gracia
de una criatura,
mi corazón está fascinado
por la claridad de tu alma,
te amo con avidez,
codicioso de tu candor.

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A Teresa Moral Carpio 

     Todos los hermanos estaban sentados alrededor de la mesa del comedor comiendo palomitas mientras veían la tele cuando, sin venir a cuento, el mayor dio un fortísimo palmetazo y gritó:

     -¡Hoy no se ve la tele!

     Todos se quedaron en silencio y, al cabo de unos instantes, alguien dijo:

     -¿Qué pasa?

     El hermano mayor respondió:

     -Pasa que soy yo el que manda y hoy no se ve la tele. ¡A dormir todo el mundo! Y que…

Con que me dejes que bese
tus blancos dedos, te basta
para pagarme la vida
que, entera, quiero entregarte,
con que me traigas un pétalo
de una flor violeta, es suficiente
para obligarme a darte el alma
hasta la misma raigambre,
con que te pares un minuto
a escuchar mis palabras, sobra
para que yo haga tuya
mi eternidad toda.

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Aún queda una sombra

de sufrimiento en mis días,

aún me atormenta la culpa,

aún me tienta el desprecio

por lo que soy y lo que hago,

aún pienso, a veces,

que no merezco tu amor,

que no merezco el afecto de nadie,

aún me siento sucio a menudo,

pequeño y sin valor,

aún quiero creer

que he de pagar con dolor

el privilegio de vivir.…

A Tana García 

     -¿Cuál es su estado civil? -preguntó el jefe de personal.

     -Soltero -respondió él.

     -¿Qué estudios tiene? -volvió a preguntar el jefe de personal.

     -Licenciado en Empresariales -respondió él.

     El jefe de personal no le miraba a la cara, tan solo hacía las preguntas y escribía las respuestas. A continuación, preguntó:

     -¿Qué experiencia laboral tiene? 

     -Ayudé a mi padre en su ferretería durante un tiempo…

A Mari Carmen López Pérez

En gris sombra como sueño irreal,

pasa la vida cuando no hay ternura

y el corazón, hecho una piedra dura,

solo conoce el contacto del mal.

Tedio y agonía, frío abismal,

sed del alma, desquiciada amargura

padece el aliento que no procura

el apacible calor de su igual.

Son multitud los espíritus tibios,

llenos de prejuicios y vanagloria

que menosprecian el afecto altivos;

una máscara es su…

A Marcela Robles

Mi corazón ha sufrido
una vida de amargura,
rozando la vil locura,
en la soledad sumido,
asustado y afligido
y, en el hastío, atrapado,
siglos viví atormentado
por la culpa y la vergüenza,
negándome la indulgencia
porque no era bien amado.

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Los otros son remotos,

apenas nos presienten,

no vuelven su mirada

para abrir paso a nuestro corazón,

contestarán a nuestro saludo,

nos ayudarán a encontrar una dirección

o arrastrarán su silla

para despejar nuestro camino

pero somos invisibles para ellos,

no distinguen nuestro rostro

en el río de la calle,

no entienden lo que tenemos dentro,

no saben que existimos,

que somos reales,

son ajenos a nuestra vida

tanto…

A Cleopatra Smith

Tienen los críticos un afán

de descubrir las influencias

de todo aquello que leen

porque sus corazones muertos no creen

que se escriba con el alma

sino con una memoria sumisa,

obedeciendo a lo que ordena

el consenso y la autoridad,

sus criterios para valorar

los roban de los autores grandes,

lo que no se parezca a ellos,

sin duda, piensan, no es bueno,

no creen en los sentimientos,

para ellos,…

Cuando estaba sumergido

en la fatiga del trabajo,

luchando duramente con la tierra

para ganar con mi esfuerzo mi sustento

en aquellos años tan oscuros

y dolorosos,

añoraba el Paraíso

para mi alma atormentada;

cuando llegaba aquel delirio

a mi perturbada mente

donde con helado odio

y absoluto desprecio

me escarnecían los otros

por mis más ocultos pensamientos,

añoraba el Paraíso

para mi alma atormentada;…

A mi amada

     El extraño cliente de la ferretería que dejaba a todos que fueran atendidos antes que él, al quedar el local sin público, al fin se decidió a hablarle a la bella dependienta.

     -¿Qué valen esos alicates que hay encima de la parrilla? -preguntó.

     -Diecisiete con cincuenta -respondió ella.

     -Sí -dijo él-, me imaginaba que sería una cosa así, es un precio muy justo, ni el vendedor ni el comprador salen perdiendo, un buen negocio...

   …

Cuando estemos juntos,

algún día pasearemos

por los solitarios senderos del campo,

tú quizá lleves

un vestido blanco que te llegue

hasta por debajo de la rodilla

y parecerás

una mariposa más

de las que por allí revoloteen,

a ratos, asiré tu mano

y, entonces, sentiré

que la primavera que nos rodea

quiere metérseme dentro,

mientras caminamos, hablaremos

de historias de enamorados,

de Tristán e Iseo,

de Romeo y…

A mi amada

Se dice que somos dignos

y muy nobles los humanos,

que el espíritu del hombre

es hermoso y elevado,

no tienen que despreciarse

seres de tan alto rango,

hemos de creernos grandes

y, con orgullo encumbrarnos,

lo sensato es admirar

animal tan bien formado,

¿quién sino tan bella especie

merece el más claro halago?

No parece que, al decirlo,

se haya nadie equivocado

pero yo, amargado, vivo

por…