Mi afán más alto

es llenar de alegría tus ojitos

y encender en tu rostro de niña

tiernas sonrisas de felicidad, 

quiero darte infinitos besos

y entregarte mi dulzura

para que te sientas dichosa,

no, niña, yo no quiero

que me nombren emperador

de la mitad de este mundo

ni que levanten

una urbe con mi nombre,

la gloria que yo deseo

es avivarte en el pecho

la llamita de tu ilusión.…

Tu bellísimo corazón

podría haber tomado

el mismo camino que los demás

y entregarme su frío y su indiferencia

pese a mi deseo de él,

podrías haber sido para mí

un alma más de las del mundo

que apenas volviera

hacia mi rostro sus ojos,

podrías haber tenido

un pecho endurecido y banal, forjado

en las crueldades y sufrimientos

que, en la vida, se arrostran

y haberme hecho sentir

al rozar tu aliento

la decepción habitual,…

No hay arboleda que tenga

la hermosura de tus pestañas,

ni siquiera la que habita

los márgenes de un lago claro

cuando está adornada

por las galas de la primavera

y la iluminan los suaves rayos

del sol de la mañana,

tus pestañas son

valladares de mi aliento

que en ellas se detiene y aprisiona,

fascinado por tanta gracia

y tanta delicadeza.…

Fieramente roe el gusano
en la carne que ha sucumbido,
su territorio somos,
no más que el hambre de su vientre,
solo cuando se ama
más allá del apetito
dando la vida y todo el corazón
se escapa a la ruina
de su inmunda boca.

http://impresiondelibertad.blogspot.com.es/

A Mari Freire

Con afán buscan los hombres

modos de pasar el tiempo,

con urgencia y sin cesar,

inventan divertimentos,

desde los juegos de naipes

a los deportes de invierno,

desde la noria de feria

a los tranquilos paseos

mas a mí no me divierte,

en rigor, ninguno de ellos

pues, más allá del amor,

todo me produce tedio.

Quieren hablar de política

los honrados intelectos

o introducirse en la…

He encontrado el amor

muy tarde en mi camino,

toda mi juventud pasó

bajo el suplicio de la soledad,

ni siquiera con la amistad

pude calmar mi agonía,

la vida castigó

duramente mi ánimo

y, cuando apareciste tú

y vi que me abrías

el umbral de tu corazón,

puro como una aurora,

y me ofrecías tu afecto con la sencillez

con que una flor se despliega

para ofrendarse a los insectos,

dudé que fuera cierto,

creía que para…

La muerte se cebará conmigo
y destruirá mi frágil llama
y hará de mi cuerpo grotesco juguete
mas, cuando no quede de mí
más que un puñado de polvo,
aún pesará una sombra sobre mi espíritu,
atormentado por su deuda al mundo.

http://impresiondelibertad.blogspot.com.es/

¿Cuál es mi culpa, miserable de mí,
para que los ángeles no vengan
a hacerme compañía
y me traigan el alivio de su luz
y el consuelo de su indulgencia?

http://impresiondelibertad.blogspot.com.es/

¿Cómo no iba a ansiar
unir mi esencia a la tuya
si tienes una carita tan dulce
como la de un ángel
y en ella resplandece
un deslumbrante halo de bondad?
Si eres tierna como una niña
y sencilla como la verdad
y hermosa como un amanecer,
¿cómo no iba a darte el alma y la vida
para que me hicieras parte de ti?

http://impresiondelibertad.blogspot.com.es/

Ciega locura posee al hombre
que se cree odiado,
hiere con violencia a los otros
para huir de un desprecio que le atormenta
porque nadie le detesta tanto
como su propia conciencia.

http://impresiondelibertad.blogspot.com.es/

Necesitas tanto amor

y hace tanto frío

por los caminos de la libertad

que conmueves mi corazón

y, herido de compasión por ti, dulce niña,

te busco en el viento

meciéndome en la brisa

poseído por los sueños

para dar un refugio sin muros

a tu indomable aliento,

te encuentro en lo más alto,

entre las nubes más blancas,

y allí me deshago en besos

por los que no has de pagar.…

Si tu pecho escarpado
sigue aferrado al mal
solo por orgullo,
te hablaré muy claro:
en el corazón de los ángeles,
no hay arrogancia,
quieren el bien
solo porque es necesario.

http://impresiondelibertad.blogspot.com.es/

Solo porque eres hermosa

y porque tu aliento resplandece

como un sol de mediodía,

solo porque tu perfume de rosas

me ha traspasado las entrañas,

te doy cuanto soy

hasta mi raíz más honda,

hasta la más escondida y trémula llama

que titila en mi hondura,

hasta el rincón

más tenebroso y oculto de mi aliento,

hasta el recuerdo más remoto

y el impulso más esencial,

me hago todo tuyo,

no quiero nada para mí, …

A Soñadora Sophia

El hombre que, por su amada,
no sacude su pereza
y, con gran delicadeza,
no la mantiene cuidada
y, con la faz humillada,
no suplica su regreso
cuando por algún suceso
busca ella la distancia
muestra una gran ignorancia
y ama con muy poco seso.

http://impresiondelibertad.blogspot.com.es/

El tiempo depositará

un incontable río de días

bajo el mismo techo

en nuestros corazones enamorados,

serás la herida que cuido,

la llaga que supura en mi alma,

la grave afección

que me atormenta y regocija,

tus manos serán remedio

para el vacío de las horas,

impasibles como las olas,

mi boca perseguirá

con incansable insistencia

tus mejillas y tus labios,

tus sienes y tu frente

buscando la salvación,

cada vez…

Que se meta el mundo en mi pecho,

en toda su inmensidad,

con todo su hondo misterio

y su estremecedora belleza,

que se meta el mundo en mi pecho,

que toda mi indiferencia ceda,

que ceda mi tedio y mi despego,

que mi corazón se abra y contemple

el esplendor sublime de la existencia,

que se meta la aurora en mi pecho,

que se meta el viento y el mar,

que se metan las montañas,

que se meta el mundo en mi pecho

y estalle en mis…

¡Qué vil es el hombre sin orgullo!
Su espíritu es arrogante
y, envuelto exangüe
en su cobarde máscara,
traiciona para traicionarse.
¡Qué abandonados y tristes están
los niños que aprenden a odiar!

http://impresiondelibertad.blogspot.com.es/

No puedo sentirme humano

como otros

criticando a los famosos

o hablando de mi trabajo,

para sentirme humano,

yo tengo que tocarte,

apartar el pelo de tu oreja,

acariciar tus hermosas mejillas,

rozar tu barbilla

con las yemas de mis dedos,

llevar mis manos a tus sienes,

deslizarlas por tu cabello,

cogerte las tuyas y besarlas,

recorrer tus brazos,

tu cintura, tus caderas,

percibir la tibieza de tus rodillas,

la…

A Giordano Genghini

Es enfermedad que todo lo cura,

honda agonía que arrastra al placer,

libertad plena, tirano poder,

dulce paz en medio de la locura;

es un remanso de inocencia pura,

un espejo con que venir a ser,

un conmovido y callado saber,

un desmedido anhelo de hermosura.

¿Que es el amor sino el secreto tierno

de la existencia, el último destino,

que nos arranca del alma el invierno?

No hay luz más que en su…

Que cese este tibio sosiego,

que estalle la tormenta en las almas,

que los corazones se retuerzan

de afán y desesperación,

que sofoque los pechos

un ansia de vida y esperanza,

que los hombres abandonen

su exangüe imperturbabilidad

y, traspasados de agonía,

añoren la luz y la dicha ausentes,

que el mundo contemple

con inquietud infinita

la oscuridad que lo sojuzga

y se encienda en todos los alientos

una hoguera de…