Apagándose el día,

con mis argumentos

a solas me quedo;

aspirando con fuerza

la fragancia

que la luna me ofrece.

De mi boca,

se escapa el suspiro

recordando esos ojos

que le aprisionaron.

En las luces,

vaga el alma inconsciente,

guiada por la voz

del viento cristalino,

nacido de un mar de plata.

Serenas, están  mis manos

pues acarician

este momento ya sagrado...

En el que yo,

por primera…

Duerme...

Callada duerme.

Abraza su propia piel.

El frío, le atraviesa el alma.

Las horas, los días,

se fueron...

terminaron muriendo

lejos de aquí.

La noche guarda silencio.

En el aire,

colores inesperados.

Y entre ellos, olor a carne.

¡Cuánta miseria queda

en la piel desnuda!.

Que triste es ver amanecer,

con los mismos ojos...

El día de mañana, arde.

Ya no hay remedio,

tampoco enfermedad.

Es solo…

La mayor parte de mí,

castiga al tiempo, olvidándolo

en un silencio atroz.

Vaga, la mísera sonrisa

por las calles,

adentrando en cuevas

malditas,

donde nadie ve  nadie oye.

La mayor parte de mí, sí...,

está sombría,

callada, expectante...

¿ La noche cambiará,

el día llegará...?.

Que sensación tan extraña

posa sobre mis brazos,

que apenas pueden sostener

la mitad de mi vida...,

que está aquí,

¿ no la…

La inquietud

que me eleva en el aire

se rinde despacio.

En el ocaso

se derrama como agua

de arroyos...

Palpitando las manos

vuelan ,buscando un lugar

para dormir.

Y en la paz profunda

de un océano de sueños...

Por fin te veo.

Con los labios

rebosantes de rocío en la mañana.

Con las sendas

arboladas de la piel desnuda.

Donde somos la palabra

mas cruda de la voz...



Sueño corazón.

Desato mi…

En los ojos oscuros,

la luna blanca se asoma.

Mirando el universo

viajan sin  rumbo.

Y en silencio se arropan,

imaginando sus sueños.

El mar con su voz

de espuma salada,

canta en la noche.

La arena mojada esconde,

los pasos hundidos

y abandonados.

Y en las estrellas palpitantes

se guardan las palabras

mas sinceras.

Un secreto hundido

en la profundidad,

del majestuoso océano.

Permanece, en…

Me voy de ti,

distante en el tiempo

callada en silencio.

La tierra mojada

borrando los pasos;

caminos de lluvia enfangados.

Me voy de aquí,

errante en el tiempo

rozando el silencio.

La luna plateada,

sellada en lo alto...

Presagio de un mar calmado.

Me voy de ti,

amante del alma,

suspiro de mi deseo.

 la noche sobrada,

abrasada en el fuego,helada

en el invierno.



Paulina Moya…

Fui el silencio.

Atrapada en mis ojos

la noche.

Sentía...

Derramada en mi boca

la sed.

Sentía...

Triste la palabra

susurra tu nombre.

Sentía...

Lloraba, reía, pensaba.

Fui el silencio.

Atrapada en mis ojos

la luna.

Soñando en mis

manos.

Sentía...

Persiguiendo mis sueños,

moriré.



Paulina Moya

©2012  Paulina…

Las sombras del cielo caen,

sobre la cabeza humana.

El fuego quema la piel

de la tierra;

cubriéndola de escombros

y cenizas.

Árida la mirada se cierne,

en el vacío del mundo,

que antaño surcaba entre

las manos el mar eterno...

Prisas hay,

por los caminos de ida y vuelta;

y en ninguno de ellos,

un solo momento para

detener el paso.

Que hoy, cuando llueve

quema los labios;

dejándolos mudos y huérfanos

de…

Si el mar fuera mío,

lo acogería en las palmas

de mis

manos,

derramándole entre mis dedos,

liberándolo en tu espalda.

Allí en

los deseos

de la tormenta oceánica.

Ruge el constante

silencio,

atravesando esta noche

profunda serena,

salpicando  olor a

sal

bestializando la hermosura.

Si el mar fuera mío,

la mitad de mi

vida

sería suya...



Paulina Moya

 …

“Nuestra vida está hecha de la muerte de otros.” Leonardo da Vinci

Soy viento , soy luna

reflejo y aurora.

La calle en silencio

encendida

en las sombras.

Sueña la noche

sueña en su cama

de estrellas

brillantes,

luceros que vailan.

Soy viento , soy luna

reflejo y

aurora.

La calle en silencio

encendida en las sombras.

Canta la

madrugada

canciones que entonan,

las manos que vuelven

flotando en la

calma.

Presa la boca , presa las palabras.

Los ojos que velan,

la…

La esencia de este momento,

agita la llovizna que cae

en el simple espacio

acumulado

entre los rostros deseosos

de besarse.

Por el camino, pasea,

medita,

la razón del pensamiento

al que por primera vez,

se le ve dudar

se le ve titubear.

Aquí que nunca hubo,

marchas forzadas

ni impulsos

hacia el vacío,

llega el día

ese día que ha de llegar...

Mil hazañas

se contaron

a lo largo de una vida,

y esa vida…

Se quedó la calle sombría

iluminada tan solo,

por las tímidas luces de las farolas.

En la callada fragancia,

se sienten las horas que no llegan.

Y la clara fragilidad del cielo oscuro,

se puede tocar con las manos.

Alli los fantasmas juegan,

a ser recuerdos sobre la cabeza.

Pesa el amor muerto,

entre los brazos dolidos.

Cae sobre la distancia solemne,

el fuego vencido que no arde.

Y solo el sentimiento…

Quienes son los extraños,

amantes fugados, amantes perdidos.

Quienes duermen en la memoria,

dolencias de pieles sedientas.

Calla la voz susurrante

ante la palabra prohibida.

En las horas de la noche,

el fuego arde entre cenizas...

Quienes son los cansados,

conocedores de lugares olvidados.

Quienes lloran en la nostalgia ,

lágrimas de la soledad  profunda ...

Mueren los labios resecos,

en el desierto…

En realidad estoy contando contigo,

para que busques en mis ojos...

El cielo el mar,  las ansias los sueños,

el pecado dormido,y la perdida del miedo.

Amor; que de cerca asomas el sol,

en las calles eternas,

en las gentes distantes;

hoy y mañana, ayer, siempre.

En realidad estoy llamándote a gritos,

para que duermas en mi boca...

En mi mente, en mi carne...

Paulina Moya

©2012 Paulina…

¡ Qué callada está la noche !.

¡ Qué silencio se respira !.

En la leve armonía,

asomada en la madrugada.

Que los ojos que te buscan,

 se pierdan en este  infinito,

en este suspiro lamentable

detrás de la luna clara.

¡ Qué callada está la noche !.

¡ Qué silencio se respira !,

cuando eres tú quien habla.

Paulina Moya©2012 Paulina Moya 

DEBAJO DEL OTOÑO

Yo soy el destino amargo

que empieza y acaba igual.

La condición disfrazada,

entre la suerte y la desgracia.

La fortaleza donde vive atrapada

el alma y la razón.

Yo soy el amigo distante

que está,y se marcha.

La pequeñísima flor

que nadie mira...

El recuerdo impregnado

de aromas muy distintos.

Soy el primer beso…