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Comentario por Edith Elvira Colqui Rojas el octubre 31, 2019 a las 10:47pm

Mis verbos en ríos poesía

 

Quiero ver mis verbos en ríos poesía,

que mis versos aneguen el mundo,

que se escuche mi voz por el planeta.

 

Escucha sordo mundo:

¡Le faltan pocos días al planeta tierra!

Escucha humano:

tienes que aprender a perdonar al hermano.

Escucha hombre:

aprende a compartir lo que tienes.

 

Que mis versos hablen claro en sus cinceles afilados,

que no callen la verdad

escondida entre las hojas de mi poemario.

 

Lluevan los versos poesía,

que mojen el universo con sus halos de verdad y fantasía.

 

Que se desborden sus metáforas,

buscando la imagen adecuada para describir la imagen de nuestro siglo:

La tecnología avanza 

pero el hombre se deshumaniza.

odiar, mentir, libertinaje es su danza.

Quiere tener mucha fortuna a ultranza

sin medir las consecuencias de sus actos.

 

Que se disipe el panorama sombrío,

los poetas del mundo pueden abrir los caminos,

aún nos quedan retazos de tierra viva.

 

 

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

 

Comentario por Edith Elvira Colqui Rojas el octubre 31, 2019 a las 10:46pm

FELICITACIONES ROSITA 

Comentario por Rosemarie Parra el noviembre 1, 2017 a las 2:59pm

Comentario por juan ignacio arias anaya el octubre 31, 2017 a las 11:06am

CORTEJO FÚNEBRE

 

Dan tres pasos pa´delante

Y tres pasos para atrás,

El cortejo va que vuela

Al panteón municipal.

Es la rica que se ha muerto,

De los muchos pretendientes,

Solo hay uno que es doliente,

Los demás ni se aparecen…

¿Ya pa´qué…? Si no hay remedio,

Ya no sirve pa´ quererla.

No por ella ya se entiende

Por el oro que ha dejado,

Que a ninguno le tocó.

Y cuando ya iba enterrarse

Alguien grita…,  está despierta.

Sacan cuerpo de la caja

Y la chica está de vuelta.

Ahora dicen ya no tiene

Muchos que anden tras de ella

Una muerta y resucitada

Siempre espanta la clientela.

Es así cuando se dice

Que fue ella quien planeó

Para ver quién se acercaba,

Siendo muerta en el panteón.

Quien lloraba ahora la tiene

Fue la dama que eligió,

Al saber que con su muerte,

Mucho a él, sí le dolió.

Los demás están frustrados,

Hablan pestes de la muerta

Que fingiendo su deceso,

Vaya pues si engañó.

Lástima de bienes.

Dicen todos enojados,

Con el oro que ella tiene,

Llevar vida regalada,

Pudo ser pero no fue

Moraleja de este cuento

¿Quiere usted saber quién es

El que le ama por sí misma?

Sólo fije usted la vista

En quien llorará su muerte…

Y si no le simpatiza,

Con no tener plata ni oro,

Lo podrá usted saber

Comentario por José Ignacio Velasco Montes el octubre 31, 2017 a las 11:06am

Mucho éxito Rosemarie. Ya sabes que por aquí se te quiere y por tanto nos alegramos de tus éxitos. Adelante y que la poesía cambie el mundo absurdo en el que vivimos.

Besos,

Comentario por juan ignacio arias anaya el octubre 31, 2017 a las 10:48am

MUCHO ÉXITO

saludos

Ignacio

Comentario por Ricardo Arregui Gnatiuk el octubre 31, 2017 a las 10:45am

Curiosidad

 

  

Bajo el alero de luz difusa

que con la niebla pinta el farol,

una pareja se hace arrumacos

como si fuera la última vez.

Solo interrumpe tanto entusiasmo

el taconeo de un guardia flaco,

que hace la ronda por quinta vez.

Y les confieso: No sé pa`que…

Sigue la bruma en plena esquina

y el pito suena de aquél rondín,

mientras la vista de una vecina

trata con fuerza de ver quién es

ese muchacho que no es del barrio,

aunque a la chica la juna bien.

Cuando parece que ya lo tiene

y abre la puerta pa`verlo bien,

aquel jaileife suelta los galgos

y a la chirusa la amura bien

lejos de luces que lo incomoden.

Y la vecina… Ja ja ja…

Y la vecina, ya no los ve.

 

Ricardo Arregui Gnatiuk

(De mi Tacurú”)

Comentario por Ricardo Arregui Gnatiuk el octubre 31, 2017 a las 10:42am

La chica de azul

 

Esa blonda muchacha pueblerina

que camina con pasos de gacela,

va alegrando la vista del que mira

como si nadie hubiera, más que ella.

 

Los varones se detienen para verla.

Y las féminas curiosas, sueltan charla.

Ellos todos quisieran retenerla.

Y ellas la miran tratando de copiarla.

 

La mujer de la que hablo es bella.

Es gentil y tiene aires de nobleza.

Por eso ellas quieren ser como ella.

Y ellos no la pueden quitar de su cabeza.

 

Quién pudiera tomarla de su talle

y decirle versos y piropos al oído.

Quién pudiera así, en plena calle,

alterarle suavemente los sentidos.

 

Quien lo pudiera se dará por hecho.

Lo digo porque lo tengo presentido.

Y el súmmum de sentirse satisfecho,

ocurrirá si cambia el azul de su vestido.

Ricardo Arregui Gnatiuk –

(De mi poemario “Tacurú”)

Comentario por Rosemarie Parra el octubre 31, 2017 a las 10:17am