Fotografías encontradas en la red de Facebook, en la página Amigos de Betulia

BETULÍA SANTANDER COLOMBIA, UN MUNICIPIO MARAVILLOSO..

  Amigos, los invito a conocer  parte de la historia de mi bello municipio Betulia,  Santander del Sur, donde transcurrí mi infancia y  parte de mi adolescencia.. Es un lugar maravilloso, lleno de bellos paisajes naturales..Por eso los invito a visitar mi hermoso pueblo Betuliano, lleno de vivencias y añoranzas.. Recordar mi terruño es vivir nuevamente entre sus arreboles y callecitas empedradas de mi linda infancia, es como viajar a través del tiempo.. Aunque hace varios   años partí siendo  una adolescente,  lo llevo gravado en mi corazón y mi alma, por eso comparto parte de su historia con todas las personas que deseen conocer  este terruño tan querido ubicado en mi maravilloso país Colombia..

 

El encantador Municipio de Betulia está ubicado en el Departamento  de Santander del Sur,  Colombia y según su historia fue fundado en el año 1844 por el sacerdote Pedro Guarín en compañía de los señores Julián García, Pedro Gómez y  José María Prada.

 

El origen de su nombre se remonta a la Biblia, concretamente al libro de Judith, donde aparece una ciudad de Palestina homónima, célebre por ser la comarca donde el  general Holofernes sucumbió ante la artimaña urdida por  una mujer viuda que sufría en carne propia la opresión y maltrato a que era sometido su pueblo. Judith consiguió la liberación tras seducir a Holofernes, acostarse con él y luego hacer de su cama en lecho de muerte del general. Se la vio salir victoriosa, con la cabeza del tirano. De esta manera se constituye en la heroína de la liberación de Israel.

Se encuentra ubicado en el centro-occidente del Departamento de Santander, a unos 90 kilómetros de su capital, Bucaramanga, limitando con los siguientes  municipios: Con San Vicente de Chucurí, al sur;  al occidente, con   Zapatoca y por el Suroriente y Nororiente con    Girón. Comprende  tierras montañosas y planas con  alturas muy elevadas,   por lo que goza de una variedad de climas que van desde los cálidos lluviosos  hasta los templados y fríos. El núcleo urbano se sitúa a los 1820 m. sobre el nivel del mar y mantiene una temperatura media de 21° centígrados.

 

Su población está caracterizada por variedad de  mezclas producto de etapas diferentes de mestizaje entre indígenas diversos y sangre europea, especialmente el aporte alemán por parte de Geo Von Lengerke, un aventurero que se instaló en estas tierras y  que dejó numerosos hijos con mujeres de diferentes etnias y clases sociales. Fue Von Lengerke gran emprendedor. Construyó haciendas, caminos de herradura, puentes colgantes e incluso creó su propia moneda, dando poderoso impulso la economía de esta región, donde aún se conservan  como atractivo turístico sus haciendas el Florito y Montebello.

 

El censo realizado por el gobierno nacional en el año  2005 registró una población de 5244 personas. Si en seis años pudo haber aumentado en un 20% (a 6292) su población, y ésta en otro tanto su porcentaje a la fecha, estaríamos hablando de un estimado alcanzado de 7550 habitantes, (Parte rural y Urbana).

 

El Municipio de Betulia, al igual que otros ubicados en sus cercanías como  San Vicente de Chucuri , Santa Elena del Opón, Barrancabermeja y Zapatoca  constituyeron eje de desarrollo del   proyecto  de apertura de caminos hacia el río Magdalena, principal vía de comunicación entre la Costa Atlántica  y el interior del país  en el siglo XIX  que propició la colonización del valle del Magdalena Medio. Este valle se hallaba originalmente habitado por  indígenas yariguíes que habían resistido con relativo éxito durante varios  siglos la invasión y conquista de su territorio.  Se pensó en  abrir caminos que facilitaran el acceso de arrieros para el transporte de productos agrícolas provenientes de otros municipios  y asegurar de una vez el comienzo de la comercialización agrícola, lo que significó hacer de este poblado para los arrieros lugar donde podían descansar de las extenuantes marchas desde y hacia sus lugares de origen.

 

La colonización  de esta  zona fue  considerada en su momento vital para la economía regional y nacional.

Todas  las acciones adelantadas en el transcurso del siglo XIX en el cantón  de Zapatoca  obedecieron a la necesidad de establecer un punto de apoyo para los usuarios del camino real. Las fundaciones de asentamientos urbanos más importantes en este sentido fueron: Betulia, en 1844, como tenemos dicho, y San Vicente de Chucurí. La Fuente (actualmente corregimiento de Zapatoca) también nació como producto de la necesidad del proyecto. Con las fundaciones de Betulia y San Vicente se estableció una población en el sito de Bermejales, bautizado con el nombre de  Barrancabermeja, como parte de la propuesta de Joaquín Acosta, el encargado de hacer el proyecto de caminos. Este poblado se creó  con el fin de  servir  de bodega y de prestar atención a  los viajeros.

 

El municipio de Betulia se concibió, entonces, como un punto de apoyo a los mercaderes y caminantes. No obstante, nunca alcanzó un desarrollo considerable y pronto otras poblaciones como San Vicente de Chucurí  y Barrancabermeja lo superaron gracias al auge de insumos como el café,  cacao,  petróleo y por su cercanía a la ciudad capital del Departamento.

 

Si bien por la zona rural de Betulia se ubicaron empresas colonizadoras y agroexportadoras famosas durante la segunda mitad del siglo XIX, entre ellas las creadas el alemán Geo Von Lengerke, que exportaba la quina e importaba productos para sus gustos personales, los beneficios reportados a la cabecera municipal fueron exiguos por esto mismo. Además, el proyecto del camino al río Magdalena por el río Chucurí nunca logró seducir como obra rentable y bien pronto Betulia se aisló en la pequeña explanada que fuera fundado, quedando prácticamente incomunicado de las primordiales y más fértiles tierras del río Sogamoso  y de la vereda La Putana, importante por sus gran producción agrícola, pesquera y  equina. Sus moradores preferían ir a municipios como San Vicente o Barranca a comercializar  los productos agrícolas por la cercanía y mejor servicio de caminos y carreteras. La ubicación del poblado, en una cima de la Serranía de los Yariguíes, al extremo oriente de la jurisdicción municipal, desfavoreció las comunicaciones con las tierras bajas de su zona rural.

 

Este relativo aislamiento de las zonas más productivas y pujantes de la región se mantuvo durante el siglo XX y sólo al final del mismo y comienzos del nuevo milenio la apertura de vías de comunicación a los municipios vecinos y a Betulia mismo promete dar fin a dicho aislamiento.

 

Esta circunstancia, sin embargo, ha otorgado a Betulia una serie de características observables hoy día lo cual   merecen la atención, pues han marcado muchos aspectos de la cultura, la política y la economía  misma de la región.

 Betulia hace parte de la comarca Magdalena Medio especialmente por las características rurales, pero su conformación urbana difiere mucho de dicha zona, al igual que su idiosincrasia ligada más a los Andes  santandereanos. Hay entonces marcadas diferencias culturales entre su zona rural occidental y su zona urbana y rural oriental.

 

Políticamente Betulia es un pueblo de antecedentes conservadores en su casco urbano, y de liberales en su zona rural, pero sin una tradición en formación política-partidista. Por otra parte, de acuerdo a testimonios orales y escritos, este pueblo (al menos en su zona urbana) estuvo al margen de conflictos civiles que desangraron a pueblos vecinos, tales como la Guerra de los Mil Días a fines del siglo XIX o la violencia  partidista (liberal-conservadora) de  la década de 1950. Si bien la violencia guerrillera en un par de ocasiones tocó al Municipio, pronto retomó  la relativa calma que siempre lo ha caracterizado. Este pueblo no ha sido un sitio estratégico, militar y políticamente hablando. Todos estos hechos confieren una particularidad política interesante dentro de la región.

 

Económicamente, y debido a su relativo aislamiento, Betulia tiene un comercio intermunicipal poco desarrollado. Gracias a la diversidad en sus pisos térmicos presenta un autoabastecimiento agrícola, “importa” muy pocos productos del agro y “exporta” café, tabaco, cacao, hortalizas  y frutales, en principio, a municipios vecinos como Girón, San Vicente, Bucaramanga y Zapatoca  y, en los últimos años, a Barrancabermeja.  No se han concretado en su totalidad la  economía en la perspectiva de la industria debido a la falta de inversión en esta área. Sólo  una pequeña industria artesanal de sombreros de jipijapa pudo surgir a finales del siglo  XIX y comienzos del XX, así coma la  elaboración de tabacos. En cuanto a la distribución de tierras, se observa el predominio de la pequeña y mediana propiedad, especialmente en la mayoría de las veredas ubicadas al oriente del río Chucurí. Las grandes haciendas  se desarrollaron, principalmente, en veredas del occidente municipal, tales como Montebello y Sogamoso, bastante aisladas del casco urbano como para crear una élite política y social con influencia sobre el poblado. Aunque existía, como en todo pueblo, el tradicional grupo de la “élite local”, su injerencia sobre la vida local no se compara con otros municipios con verdaderas clases dirigentes tradicionales, con poder y dominio sobre la mayoría de los pobladores. Por tanto, tampoco se produjeron movimientos sociales importantes (campesinos reivindicando tierras, por ejemplo) que crearan un clima de agitación social con eco dentro de la zona urbana. Según algunos investigadores, estos movimientos se dieron de manera desorganizada a principios de siglo y en las zonas circundantes a Barrancabermeja, afectando sólo al extremo occidente de la actual jurisdicción municipal de La Putana , debido principalmente a conflictos con las compañías petroleras, debido a las controversiales  políticas gubernamentales en materia de baldíos.

 

En el campo religioso Betulia ha estado marcada fuertemente por la iglesia católica sobre cuyo eje giró la vida de los pobladores hasta hace muy poco. Los grupos protestantes, pentecostales en su mayoría,  sólo recientemente se han venido introduciendo y ello de manera marginal.

 

Dadas las características mencionadas y ante las pocas oportunidades de desarrollo para los Betulianos, a partir de la década de 1960 ha existido una fuerte tendencia a la migración de jóvenes hacia ciudades distantes como la costa Caribe, Bogotá, Bucaramanga y otras regiones donde han medrado de manera notable. Cientos de Betulianos crean industrias y empresas  generando empleo en todo el país. En los últimos años, gracias a modificaciones en la legislación colombiana que ha permitido una mayor descentralización y apertura democrática, el Municipio  ha venido creando procesos de desarrollo sostenible, aunque no sin dificultades. La elección popular de alcaldes a partir de 1988 ha posibilitado que personas con aptitudes de liderazgo y con capacidad de gestión regenten los destinos de la población, de manera que en pocos años se han producido transformaciones muy importantes en infraestructura, educación y cultura.

 

Betulia cuenta con escuelas veredales y dos colegios. Uno, ubicado en el casco urbano, el Colegio Nuestra Señora de Lourdes, con aproximadamente 200 estudiantes y el otro ubicado en el sector Tienda Nueva, el Nuestra señora de la Paz, en la  vereda La Putana  sobre la vía que de Bucaramanga conduce a Barrancabermeja.   Estos colegios brindan estudios de preescolar, primaria y secundaria, ambos son de carácter público, alcanzando a cubrir las necesidades educativas básicas de la niñez y la juventud betulianas.

 

Para llegar a Betulia la mejor opción es tomar la carretera que va de Bucaramanga a Zapatoca y desde allí tomar la vía que se dirige al Municipio. También se puede arribar tomando la vía que va a San Vicente de Chucurí y desviarse luego en el sitio denominado El Ramo.  Hay ahora una nueva vía directa entre Betulia y Bucaramanga, capital del Departamento de Santander, inaugurada en 2007, aunque aún no se encuentra en óptimas condiciones, pero que no obstante reduce el trayecto con la capital del Departamento en 56 km. Al interior de la jurisdicción municipal existen carreteras veredales, pero aún el camino "real" es una vía utilizada con frecuencia para los desplazamientos interiores.

 

La vía principal pavimentada que de Bucaramanga conduce a Barrancabermeja y que une a la capital del Departamento de Santander con la costa Atlántica, Medellín, Bogotá y Honda por la carretera Panamericana atraviesa la vereda La Putana del municipio de Betulia en el sector Puente Sogamoso, pasando por los centros poblados  La Playa, Tienda Nueva, El Peaje, Casa de Barro, y sirve de vía de acceso a los sectores la Flor, Aguamieluda, Coloreña y Golondrinas. Esta es la principal y única vía de acceso para los habitantes de estos sectores, los cuales se encuentran muy distanciados de la cabecera municipal.

 

La emisora comunitaria Betuliana   Stereo ha jugado un papel muy importante en la creación de vínculos de pertenencia entre los habitantes de las distintas veredas y en el rescate de elementos culturales tradicionales que parecían haber sido arrasados por cuenta de la creciente globalización.

Betulia había sido lugar de encuentro de dos grupos indígenas precolombinos: los Guanes  y los Yariguíes.  De éstos puede encontrarse aún restos arqueológicos que documentan su presencia en el pasado en la región. Se cuenta con dos sitios de registros arqueológicos destacados, de que cabe mencionar  el cementerio indígena  yariguí, emplazado a 1 km de distancia del poblado, contando con  pinturas rupestres  realizadas posiblemente por cazadores-recolectores, en la vereda Chimitá.

En la plaza principal se encuentra una curiosa estatua elaborada en piedra por ancestros indígenas y que tiene la forma de un  monolito,   con la figura del número uno, al cual se le ha dado el nombre  de Dios Mohán.

 

Este maravilloso terruño, con su clima de seda,  la niña Blanca de Santander  como lo bautizó  el poeta Betuliano Cecilio Gómez, posee una amplia variedad de localidades de singulares características y gran valor como espacios naturales, culturales idóneos para la promoción del turismo. En el territorio municipal se encuentran cascadas, cavernas y parajes con vestigios de la cultura Guane, primeros habitantes de esta zona. Todos estos sitios tienen un alto atractivo turístico para aquellos que deseen explorar la belleza natural y redescubrir la historia en las rocas talladas, chozas, figuras y objetos elaborados por nuestros ancestros, entre los cuales  podemos mencionar los siguientes:

 

El Salto Blanco. Impresionante caída de agua de 180 m.  de altura ubicado en la vereda San Jerónimo. De características notables, se envuelve en mil leyendas, cuentos y espantos que suelen materializarse en este lugar. Está cubierto de abundantes nubes que, se dice, al sentir ruido en sus alrededores, cubren  las fachadas de las casas del pueblo, calles y caminos en su totalidad: de allí que sus habitantes hayan bautizado el sitio con  el nombre de Traganubes.

 Parque Nacional Serranía de los Yariguíes. Comprende bosques andinos vírgenes, quebradas de agua cristalina y tierras montañosas atravesadas por senderos que permiten recorrerla a pie o en bestia.

 Quebradas La Cunera y La Ramera. Se hallan ubicadas en la vereda San  Mateo, contando con  estupendos pozos adonde se realizan tradicionales paseos familiares.

 Cueva De la Reina. Se encuentra en la vereda La Unión, un verdadero laberinto de que aún no se ha conocido su verdadera dimensión, pero que es el mejor pasatiempo y caminata que pueda soñarse, delicioso destino ecológico.

 Montebello. Famosa hacienda construida en el siglo XIX por el colonizador alemán Geo Von Lengerke. Se encuentra actualmente en reparación y será un gran hotel  campestre para albergar a propios y visitantes.

 Río Sogamoso. Llamado también río Suarez. En su parte baja es navegable y presenta posibilidad para camping y pesca.

 Río Chucurí: Una corriente dichosa que atraviesa el municipio de sur a norte.

 La Tierra de Colores: Curioso  y mágico paraíso  natural. La erosión ha creado un lugar bello entrelazando más de siete colores que invitan a pasear, inspirando arte y poesía

Mirador de Juanarias. Desde aquí el visitante puede observar la majestuosidad del paisaje andino santandereano, especialmente el cañón del río Suarez, las montañas del Picacho y poblaciones como Bucaramanga, La Mesa de los Santos y Zapatoca. Está ubicado en la parte alta al iniciar la carretera que conduce a la vereda de Chimitá. En las noches, a la luz de la luna, podemos deleitarnos con una esplendorosa  vista panorámica y luminosa de la ciudad de Bucaramanga.

 Camino al Banco: Histórico camino real sobre él que se tejen infinidad de historias, mitos y leyendas. Atraviesa regiones llenas de bosques donde se puede entrar en contacto directo con la exuberante naturaleza de la Serranía de los Yariguíes. En su recorrido se encuentran otros atractivos como la Cruz del Muerto, el Charco de los Miaos, las cuevas de Los Músicos y Los Espantos.

 La Cueva del Indio: Ubicada en la vía que comunica al poblado con el sector de El Ramo. Es un verdadero laberinto  que conduce a lo desconocido  e invita a ser descubierta.

 Finca La Laguna: Ubicada a 1.900 m.  y a escasos 10 minutos de la cabecera municipal. Es un lugar de descanso y  protección de la naturaleza. También es un mirador natural que permite apreciar las montañas del valle del río Suárez, la ciudad de Bucaramanga y su área metropolitana.

 Hidroeléctrica de Sogamoso: La Central se encuentra ubicada en  el cañón del río, cruzando la Serranía de la Paz, a 75 Km. aguas arriba de la desembocadura del Sogamoso en el río Magdalena y a 62 km aguas abajo de la confluencia de los ríos Suarez y Chicamocha. La presa Latora y el embalse Topocoro están en jurisdicción de los municipios de Betulia, Girón, Zapatoca, Los Santos, Lebrija y San Vicente de Chucurí que junto  con los municipios de Barrancabermeja, Puerto Wilches y Sabana de Torres conforman el área de influencia del Proyecto que entraña grandes expectativas e interés en la inversión  para el comercio y el turismo.

  El Cementerio Indígena. Localizado en cercanías del Salto Blanco, contiene vestigios arqueológicos de las desaparecidas culturas Yariguí y Guane.  Actualmente la administración municipal adopta las medidas pertinentes para su preservación.

  El Parque Municipal: El municipio cuenta en la actualidad con uno de los parques más hermosos del Departamento y la Nación. Aquí se puede respirar aire fresco, paz, amor y conocer el deleite de los colores y fragancias de los arbustos y flores que allí se dan en abundancia; gran atractivo para propios y visitantes donde siempre se encuentra posada. Ideal para traer de recuerdo, una bella fotografía al lado de este hermoso jardín edénico.

 

Betulia ha contado en la parte cultural y literaria con varios artistas destacados en los ámbitos, musical, poético, literario; es el caso del escritor y sacerdote Padre Gustavo Eliecer García, conocido con  su seudónimo  Eliecer Salesman. Salesman ha escrito varios libros de superación personal y religiosos  leídos en el país y el exterior. Don  José Joaquín Gómez Gómez es autor de obras de narrativa. Se cuenta, además, con los aportes poèticos de  Cecilio Gómez, de  Bernardo Prada y de  Emna Codepi, entre otro..   Músicos, compositores, cantantes, engrosan esta lista de artistas Betulianos... 

Las puertas del hermoso Municipio están siempre abiertas para todos aquellos que deseen visitarlo.

(Tomado en diferentes fuentes de consulta de cultura e historia y personas mayores de mi tierra además de mis bellos recuerdos).

 

 

RETORNO AÑORADO

 

La frescura de tu aire,

 el frío de tu brisa

 el oxígeno que transmiten tus montañas,

 el olor a naturaleza pura

 el centenar de nubes emanadas del salto blanco que se agolpan a mi paso,

cuando al regresar a tu estancia diviso

  desde La Friolenta, loma redonda de mi pueblo, diminutas luces de mi hermoso terruño

recorrí cuyas calles en la infancia recorrí.

Tornar a ti en primavera, en verano,

en otoño, en invierno, es inundar la mente

de imágenes juveniles ya vividas.

Se siente el hielo palpitante

 el miedo a los espantos imaginarios

 de aquellas anécdotas pueblerinas,

 pero siempre estarás ahí

nadie te apartará del camino,

 has visto desfilar por tus sembrados

 centenares de valientes caminantes

que nunca volverán a pasar por tus montañas porque yacen descansando

en lúgubre camposanto.

Allí se humedecen mis mejillas,

los ojos se nublan por el llanto al observar

 cuán magnífica y lejana

 es la vista impactante de mi pueblo grato,

pueblo lleno de historias y añoranzas

que trajo  a la vida ilustres hombres.

 ¿Cuántos hijos dispersos por el mundo

cuántos retoños

que tus tierras germinaron, 

se han quedado viviendo

 en tu regazo hermoso?

Aun así...

 mi pensamiento cada día es para ti,

 Betulia, mi pueblo grato y hermoso.

Autor. Emna Codepi.