Bo Derek sigue afirmando que no le importa «si alguien le recuerda o no». Lo ha vuelto a hacer en documental «In My Own Words», donde habla de su carrera, sus relaciones pasadas y su película con Donald Trump. 

«Nunca he tenido la necesidad de dejar mi huella en el mundo», asegura. Sin embargo, la actriz y exmodelo es y será recordada por la historia que compartió con Dudley Moore ante las cámaras de Blake Edwards en «10, la mujer perfecta» (1979). 

Sus trajes de baño y sus trenzas le convirtieron en un icono sexual al instante. Pero su vida ante los focos había comenzado en realidad unos años antes.

En 1973, cuando solo tenía 17 años, protagonizó su primera película, «Fantasies». Durante el rodaje en Grecia, se enamoró de su director, el aclamado John Derek. Los 30 años que había de diferencia entre ambos y el hecho de que él estuviera entonces casado con Linda Evans no fueron ningún problema para ellos, quienes estuvieron juntos hasta la muerte del director por insuficiencia cardíaca en 1998.

En el documental «In My Own Words», Bo Derek se muestra sincera, especialmente con su relación con John Derek y cómo empezó. «Siempre he sido francamente honesta con este tema. Pensé que todo el mundo estaba harto de esas historias, pero ahora hay tres generaciones más de cinéfilos. Supongo que para algunos de ellos todo esto es una noticia nueva. Es muy extraño», dijo la actriz a «Variety» en la casa que comparte con su pareja, John Corbett (Aidan en «Sexo en Nueva York»), tres pastores alemanes y cinco caballos.

En el documental, también se puede escuchar la versión de Linda Evans. «La última persona que esperaba que dijera que sí (a participar en él) era Linda. Lo que ocurrió todavía me rompe el corazón, ser parte de la ruptura de un matrimonio es algo horrible y todavía no puedo creer que fui parte de eso. Lo he dicho antes, pero nunca me lo perdonaré», añade.

Cuando regresaron de Grecia, después de rodar «Fantasies», ella sí pudo volver directamente a casa, pero él no. «Él entró por México. Había rumores de que había una orden de arresto contra él. Lo sé, es algo increíble. Pero también romántico. Ahora, ¿creo que podríamos haber tenido nuestra relación si ambos estuviéramos en Estados Unidos? No lo creo. Parte de ello fue estar en una isla en Grecia y luego vivir en Europa haciendo la postproducción de la película. Nadie me preguntó si era mi padre cuando estuvimos juntos allí, ni una sola vez», continúa.

Bo Derek, en el estreno de «Sexo en Nueva York 2»

Bo Derek nunca se propuso ser una actriz, ni siquiera se planteó formar una familia convencional. «Mi vida era lo contrario a convencional», añadía. Pero la exmodelo sí s arrepiente de no haber participado en «Switch», de Blake Edwards. «Creo que debería haberlo hecho, pero tenía miedo. Tenía miedo del trabajo de tener que interpretar a un hombre en el cuerpo de una mujer», respondía.

Lo que no haría es volver a ponerse trenzas, como en «10». «Creo que si lo hiciese, me metería en problemas. Ahora recibo muchas críticas por ser un 'buitre de la cultura', por estar insultando y, peor aún, hiriendo a las mujeres afroamericanas porque les he copiado el peinado. Por suerte, en ese momento la reacción fue muy diferente. No puedo decirte cuántas mujeres afroamericanas se me acercaron y me dijeron cosas como: "Muchas gracias. Trabajo en un banco y mi jefe nunca me ha dejado tener ese peinado en el trabajo, pero ahora puedo”», dijo a «Variety».

Entre sus compañeros de reparto, destaca Donald Trump, con quien trabajó en «Necesito un cuerpo» (John Derek, 1989). «¿Conoce esa grabación telefónica que tenía un periodista del publicista de Donald Trump llamándolo para que apareciera en los periódicos y todo el mundo piensa que esa es su voz promocionándose a sí mismo? Fue en ese momento. Teníamos un amigo en común que dijo: "Estás haciendo una película y Donald Trump busca ser un cameo en algo. ¿Tienes algo?" Así que escribimos una escena y estuvo genial», apuntó