Las relaciones de pareja han cambiado con el tiempo. El poliamor o las relaciones abiertas son cada vez más comunes; existe el sexting, los vínculos emocionales a distancia, la infidelidad permitida y así, se van sumando factores a las ecuaciones amorosas.

Sin embargo, estamos quienes aún somos más tradicionales, y preferimos mantener el orden de los factores sin alterar el producto.

La infidelidad puede ser un refugio de aguante para oxigenar la vida en pareja, según explica la psicóloga clínica Belinda Núñez Bracho, sobre todo en casos en que se viven situaciones familiares tóxicas, o como respuesta a una relación rutinaria signada por el compromiso de los años de unión. Pero si se puede mantener la transparencia para afrontar los problemas de pareja sin llegar a ser desleales, mucho mejor.

Aunque es imposible predecir si tu pareja te será infiel (o tú lo serás) en algún momento de la relación, la psicólogo Lucia O'Sullivan, profesora de la Universidad de New Brunswick e investigadora sexual que estudia la monogamia, asegura que existen tres estrategias para prevenir la infidelidad.

En una motapublicada por Insider se reseña que la investigación de O’Sullivan se basó en revisar estrategias exitosas ejecutadas por parejas monógamas, y que un paso fundamental para que las relaciones funcionen es que, en algún momento, las parejas puedan comunicarse de forma transparente acerca de lo que consideran o no infidelidad.

Plan de acción: no a la atracción

Para determinar las tres estrategias O’Sullivan se basa en la importancia de la atracción. "Por naturaleza, los humanos siempre están expuestos a otras personas que encuentran atractivas. Si alguien quiere ser monógamo, debe evitar actuar según esos instintos", dijo la psicólogo.

En sus investigaciones, la experta encontró que las personas que lograban gestionar su atracción por otras personas fuera de la pareja tenían más chance de permanecer fieles. De forma que reconocer la atracción y evitarla, es la base para tener éxito.

Reconocer que alguien te resulta atractivo es normal y frecuente, pero de ahí a comunicarlo abre una puerta para que ocurra algo más. Es decir, si somos activos ante el reconocimiento de que alguien nos resulta atractivo, diciéndolo o enviando una señal aunque sea muy sutil, hay más probabilidades de que se geste una infidelidad.

Asimismo, quienes pasan mucho tiempo con la persona que encuentran atractiva, también hacen mella en su relación de pareja. De manera que es recomendable la acción más obvia: evitar a la persona que nos gusta o atrae el mayor tiempo posible.

Si notamos este patrón en nosotros mismos, y elegimos no ser infieles, debemos hacernos conscientes de cada pensamiento y de cada acción que nos induce a abrir posibilidades al engaño. Se trata de tener en mente que hay ciertas líneas que no debemos cruzar porque sería muy complicado dar vuelta atrás.

unque se lee fácil, no lo es para todos. De hecho, la infidelidad no tiene que ver exclusivamente con el objeto del deseo, sino con la propia necesidad personal que, según Nermary Yibirin, coach y orientadora en sexología, "va arraigada a la necesidad de vivir cosas distintas, de sentir adrenalina y control".

De manera que para facilitar el proceso, O’Sullivan recomienda como primera estrategia enfocarse en la pareja, detallar sus virtudes e invertir constantemente en la relación, procurando hacer salidas solos, tener encuentros sorpresa y ser creativos con otras formas de intimidad.

Como segunda estrategia, en caso de estar ante otra persona atractiva, enfocarse en sus características negativas conscientemente. Cuando alguien nos gusta, tenemos la tendencia a ver todo lo bueno y nublar lo malo o desagradable. Reconócelo y hazlo consciente.

Por último, la tercera estrategia, la más básica pero la más dura: piensa en las consecuencias que tiene el engaño, todo lo que podrías perder si fueses infiel.

Control de daños

De cualquier modo, si no ha sido posible prevenir la infidelidad, es útil tener presentes algunas recomendaciones para superarla -e incluso perdonarla-, con el fin de encontrar un camino hacia mejores relaciones en las que estén claros los límites, los conceptos de lealtad a uno mismo y al compromiso establecido en la pareja.

• Las especialistas, Yibirin y Núñez Bracho coinciden en que el primer pilar para superar la infidelidad es cultivar el amor propio. No podemos dar lo que no tenemos.

• Nos debemos fidelidad inicialmente a nosotros mismos. Sé leal a lo que quieres y a lo que realmente te hace sentir bien.

• Entender que aún cuando en la realidad de una pareja influyen los dos, las decisiones de una persona son fruto de su libre albedrío y capacidad de raciocinio.

• Gestionar el ego, la autoestima y practicar la inteligencia emocional.

• Y lo que Nermary Yibirin considera lo más importante: "Revisar el acuerdo afectivo o sexual preestablecido para el tipo de relación escogida. Se trata de tener relaciones honestas, donde la confianza y el respeto sean tan grandes que puedas mostrar tus sombras, tus deseos y tus secretos sin miedo a ser juzgada o juzgado. Eso es amor".