Existe sobre Giussepe Tomasi de Lampedusa, el autor de 'El Gatopardo', una joya, un arcón con un enorme epistolario compuesto por 450 cartas, de las que hace dos años se publicaron las fechadas entre los años 1925 y 1931. Corresponden a su «Viaje a Europa».

De ellas se hizo una edición francesa, otra alemana y ahora se trabaja en una edición española. Las cartas inéditas de Lampedusa están al cuidado del primo del escritor italiano, el prestigioso profesor de música y teatro Gioacchino Lanza Tomasi, que informó del hallazgo.
«Esas cartas muestran que Lampedusa era un hombre, un escritor que tenía un gran talento, porque son tan brillantes como «El Gatopardo»», asegura Lanza Tomasi. «Son divertidas y muy descriptivas».

En una de las misivas Lampedusa glosa un encuentro con el Rey Alfonso XIII: «Existe ese encuentro con el Rey Alfonso XIII, que no está publicado. Creo que Alfonso XIII estuvo en Palermo cuatro o cinco meses, antes de irse a Roma, antes de ir al exilio romano. Y entonces él asistió al círculo aristocrático Bellini.

Lampedusa escribe que un día el ayudante de campo de Alfonso XIII le dijo: «¿Sabe? Su Majestad mañana le va a llamar de tú, pero usted haga como si nada porque ha visto que usted es grande de España y, ¡claro!, a los grandes de España se les llama de tú». Se va a publicar, pero más adelante, desvela el primo de Lampedusa.

Ahora llega a España la edición definitiva de «El Gatopardo», al cuidado de Lanza Tomasi: «Hay un nuevo prefacio, en el que publico todos los documentos relativos a la novela. Es decir, que Lampedusa llevaba un diario. En ese diario decía: «Hoy he escrito tal cosa, se lo he leído a este amigo, las reacciones... Y una cosa importantísima es la carta que Lampedusa le da un amigo con una clave de lectura. Le dice que la novela es compleja, con muchas capas, y da también alguna idea de quiénes son los personajes que se representan, incluido yo -explica Lanza Tomasi-. Esta nueva edición de «El Gatopardo» es definitiva».

En Italia se siguen vendiendo cuarenta mil copias al año de «El Gatopardo», que ahora ofrece un nuevo punto de vista. «La novela explica una posible una vida serena, una conciliación, entre las pulsiones eróticas de la juventud y el acercarse a la muerte en una obra muy laica. Porque la religión se ve como un hecho histórico; el autor no lo es. La Iglesia forma parte de Europa y está presente en la novela, que soluciona problemas que se le presentan a cualquier ser humano. Pero la novela es terriblemente clasista y todas las personas que lo leen se creen que son el Príncipe. Es una novela donde al final mostrando no odio social todo el mundo cree que se encuentra en la cúpula de la sociedad».

Lampedusa, lo describe su primo, «era un hombre simpatiquísimo. En una reciente película lo han descrito a él como un profesor de instituto que toca mucho las narices, cuando era un ser muy flexible, muy amable. En su fuero interno se quejaba de los comportamientos que no eran elegantes, del relajamiento general. Era un señor en el auténtico sentido de la palabra. Era un conversador extraordinario».