Hilvanes de vida
A veces, el mundo de la literatura se mueve por unas causas sencillísimas, como por ejemplo la calidad y la capacidad de fabricar una buena historia. Estos dos rasgos son los que han propiciado el éxito de la novela de María Dueñas, alimentado también por otro motor que ya ha demostrado su poderío en otras ocasiones: el boca a boca, porque por encima de las reseñas de los críticos más especializados, esta novela ha crecido gracias a sus lectores, y es que resulta difícil encontrar a alguna persona que no hable bien de ella.
De todas formas, no son esos los únicos méritos, tras ellos hay una historia que nos recuerda a la épica decimonónica, un personaje de incierto destino, y una prosa ágil que lleva a pasar en un suspiro cada página en busca de un nuevo episodio de la azarosa existencia de Sira Quiroga primero, y de Arish Agoriuq después. A eso hay que sumarle, también, la elección de una época que suele ser muy atrayente para el lector, el primer tercio del pasado siglo, y la habilidad que ha mostrado María Dueñas para encuadrar su narración en un periodo que tal vez haya sido poco aprovechado hasta ahora en la literatura española: aquellos años primeros de nuestra posguerra en los que España era en una pradera de espías nazis y británicos, a caballo entre nosotros y los vecinos portugueses.
Y no debemos olvidar tampoco a Marruecos, la zona del protectorado español que se convirtió en una especie de paraíso durante los años de la guerra, un oasis de paz y de exotismo en el que la protagonista se refugia para lamer las heridas de más grande desengaño amoroso que sufrió en su vida. Podemos seguir sumando méritos, el cariño con el que es tratado el personaje de Sira, su capacidad para adentrarse en aventuras más que arriesgadas, narradas con mesura y sin ninguna prisa, su infatigable trabajo como modista, y la exquisita alternancia mostrada por la autora para manejar ficción y situaciones históricas, personajes literarios y otros absolutamente reales, como Serrano Suñer, Beigbeder o la propia Rosalinda Fox. Cualquier época es buena para leer una gran novela, pero el verano nos regala más tiempo, María Dueñas se encargará de hilvanarnos entre sus costuras.
‘El tiempo entre costuras’. María Dueñas.
Temas de hoy. Madrid, 2009. 638 páginas.
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