Dos hijas de Paul Newman demandan a la Fundación Paul Newman

El actor Paul Newman, al inicio de su carrera

Acusan a la fundación de su padre de estar "contradiciendo" los deseos del actor y reclaman 1,6 millones

Paul Newman dejó claro en vida su compromiso con la infancia. Creó un campamento para niños enfermos en Connecticut y fundó su propia marca de comida para destinar todos los fondos a menores de bajos recursos. Su legado es la sonrisa perenne impresa en cada etiqueta de limonada, pizza o salsa para pasta que se vende en supermercados de todo Estados Unidos. Pero ahora han surgido grietas en su imperio filantrópico. Dos de sus hijas han demandado a la fundación que lleva el nombre de la leyenda cinematográfica.

Susan y Nell Newman, en un evento en Los Ángeles en 2015

Susan Kendall Newman -fruto del matrimonio del actor con Jackie Witte, su primera mujer- y Elinor 'Nell' Newman -hija de la actriz Joanne Woodward- han acusado a los gestores de Newman's Own de recortar su asignación anual de 400.000 dólares para sus propias causas filantrópicas, como dejó establecido su padre antes de su fallecimiento en 2008.

En la demanda, presentada en un tribunal de Stamford, Connecticut, las dos descendientes del protagonista de El golpereclaman 1,6 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios para sus propias instituciones.

Justifican además su temor a que la fundación está sembrando el camino para eliminarlas por completo de la distribución de fondos y de estar alejándose de los principios de su padre. Dicen que se están «contradiciendo» los deseos y las intenciones del actor.

«Nadie debería tener que sentir que el legado de un ser querido fallecido está siendo deshonrado en la forma en que Newman's Own ha ignorado a las hijas de Paul Newman», dice en un comunicado Andy Lee, la abogada de ambas. Su representante legal añade que no están buscando compensación personal ni enriquecerse, sino rendir cuentas a los responsables de la fundación y estar seguras de que honran los deseos de su principal figura.

ewman, uno de los grandes mitos de la historia del cine, ganador de un Oscar en 1987 por El color del dinero, puso en marcha su propia línea de comida en 1982, una idea surgida en realidad por accidente, de una anécdota. Newman y A. E. Hotchner, guionista, dramaturgo y amigo, crearon una salsa para aliñar ensaladas que regalaban por Navidad a sus amigos. Se volvió tan popular que les reclamaban más.

En 1982 se decidió a embotellarla y venderla con la premisa de regalar hasta el último dólar ingresado procedente de las ventas. Solo en el primer año facturaron 300.000 dólares. Hoy la organización asegura haber distribuido más de 570 millones de dólares a miles de instituciones de caridad en todos esos años.

Sin embargo, tras la muerte de la leyenda el 26 de septiembre de 2008 todo empezó a cambiar. Según las demandantes, Newman's Own les envió una carta tan solo cuatro días después del deceso indicando que se reservaban los derechos de destinar fondos a las organizaciones benéficas elegidas por ellas, lo cual contradice lo estipulado por su padre. Con el paso del tiempo se fue reduciendo la asignación hasta alcanzar la mitad de lo inicialmente acordado: 200.000 dólares.

Desde la fundación mantienen que «las mejores prácticas que rodean a las organizaciones filantrópicas no permiten el establecimiento de asignaciones de fondos perpetuos para nadie, incluidas Nell y Susan Newman», de acuerdo a un portavoz. Indican que se trata de «una demanda sin mérito que solo desviaría el dinero de aquellos que se benefician de la generosidad de Paul Newman.