Sextina a la manera del Francesco Petrarca (1304 - 1374) de Le rime.

Depresión estacional del poeta

Quiero hablar con la lengua del poeta,
para decir, tan sólo, cómo mi alma,
rodeada de bruma y soledad
en que se siente fría esta mañana
de este diciembre bajo un cielo gris,
cómo mi alma se sume en la tristeza.

No hay música que alegre mi tristeza
y tengo que quedar como poeta
de una paleta en que domina el gris,
porque éste es el color que tiñe mi alma
en las horas sin Sol de esta mañana
perdida en una inmensa soledad.

Puesto en una obligada soledad,
vuelta reptil, se enrosca la tristeza
en torno al corazón esta mañana,
copiando la figura del poeta,
que se vistiera con el traje gris,
para mostrar el gran dolor de su alma.

Conocerás lo límites del alma,
cuando te encuentres sólo en soledad,
envuelto en una circunstancia gris,
que atrapa con un hielo de tristeza,
siendo tal vez, o quizás no, el poeta
que no atinó el color en la mañana.

Los recuerdo me alejan del mañana
con un andante grave, que en el alma
se clava sin palabras de poeta,
y me dejan confuso en soledad
con el amargo pan de la tristeza,
que se confunde en existencia gris.

No hay refugio detrás del velo gris,
que recubre el deseo del mañana
y deja en compañía la tristeza,
que viene a separar del cuerpo el alma,
ocupando el hogar con soledad,
mientras cierra los ojos el poeta.

Cuando el abatimiento apresa el alma
y niega el hoy así como el mañana,
sólo queda el dolor y la tristeza.

Barcelona, sábado 12 de diciembre de 2009. Mediodía.

Sextina a la manera de Francisco Quevedo (1580 – 1645) en una de sus poesías amorosas, dedicada a Floris y compuesta en 1622, cuando permanecía preso en la Torre de Juan Abad, después de haberlo estado en Uclés.

Depresión desdepresurada del poeta

La lengua del poeta
sobre el papel en blanco precipita
su sentimiento en tinta negra y prieta,
luciendo su dolor en larga cita
o disparando al mundo con su hiel,
por verse coronado de laurel.

Los estados del alma,
expresados en verso o bien en prosa
literaria, son algo más que palma
de un concurso que dé fama copiosa.
Los estados del alma algo más son
que relato best seller o canción.

La bruma y soledad
con el Sol se disuelven buenamente.
Así, quien quiera premio y no piedad
ofrezca todo aquello que a la gente
entusiasma, sin otro miramiento
que el de tener al público contento.

Si fría la mañana
se manifiesta, sea otro Vicente,
deje de lado toda ambición vana,
siguiendo con su paso la corriente,
y Quevedo no diga en su ventana:
“de ayer te habrás de arrepentir mañana”.

Cuando esté el cielo gris,
ponte abrigo y bufanda y no te olvides
de tomar el paraguas. Suelta el pis
de su bolsín y presto lo despides,
porque a todo organismo le complace
lanzar hez y atrapar lo que bien le hace.

Si al alma la tristeza
sobrevuela, da a tu cuerpo alegría,
que así lo promulgó naturaleza
con ley de credencial sabiduría.
Si poner sabes la adecuada oreja,
no darás en intempestiva queja.


Barcelona, sábado 12 de diciembre de 2009, a las veinte horas.