fragmento novela,

IDA Y VUELTA A TIERRA HUECA... 

....    Como viajaremos bajo tierra, pongo como ejemplo unas rocas.
  Las hay de todos tipos, unas más duras que otras, sean calizas, sedimentarias, ferrosas o volcánicas.
  Todas, absolutamente todas, poseen en sí mismas su propia polaridad. Esta no es otra cosa sino una acumulación enorme de energía…, prueba de ello, que logra coadunar infinidad de moléculas, hasta conformar lo que llamamos un cuerpo sólido.
  No se puede ver, porque está incluida en cada molécula, que se compone de diversos elementos, de tamaño infinitesimal, pero muy reales, como serían los núcleos, protones y electrones.
  Esa energía es la que hace unir entre sí las moléculas de las que un cuerpo esté compuesto, para poder presentarse como un cuerpo sólido.
  Nosotros no vamos en contra de lo que existe, sólo lo descubrimos, por ello aprovechamos esa energía que une las moléculas, para que permitan pasar, sin causar deterioro, ni sufrir daño alguno al atravesar en medio de las moléculas que se han ido, digámoslo así, diluyendo, para en cuanto dejemos de incidir en ellas, volver a retomar la forma que desde siempre hayan tenido.
  Espero haberme dado a entender...
Y feliz de la vida, al estar explicando su teoría exclamó…
  ¡Voilá…! ¡Aquí no ha pasado nada…!
  A pesar que a través del cuerpo macizo, se pasó atravesando con otro cuerpo más que sólido. Es cuando se puede ver, que la navecilla ha tomado su camino, mientras el entorno continúa siendo el mismo, tal como si nada hubiese ocurrido.
  Pero en cambio, ya permitió el paso del elemento del que está formado el cuerpo extraño, que en este caso sería nuestra navecilla…, la cual podrá desplazarse sin problema, avanzando velozmente, como si se estuviera deslizando en medio de un cuerpo etéreo…, tal como lo haría por ejemplo en el espacio donde hay aire, un medio ambiente que si bien no tiene cuerpo, como todos bien conocemos, en cambio tiene infinidad de moléculas, que son las que no vemos..., pero tan contienen energía, cuanto pueden llegar a impactar en cuerpos por demás pesados.
  Así, a base de invertir las polaridades de cualesquiera objetos que se vayan encontrando en el camino, es como nos desplazamos…
  Por eso para nosotros, poco importa si los túneles por donde vamos a transitar, sean amplios o angostos.
  Igual nos desplazamos, si se pretende caminar por túneles naturales o artificiales, de cuantos existen a lo largo de toda la corteza del planeta, pero si se elige caminar entre ellos, es sólo por comodidad, o para que nuestro vehículo sufra menor desgaste, a si lo hiciera caminando por ejemplo en una parte, donde todo el conjuto de grandes peñascos, sean absolutamente sólidos.
  La polaridad invertida en cada caso, nos permite pasar a través, aún de las rocas más sólidas.
  Esto es muy fácil de entender…
  Es sabido que la naturaleza electromagnética de los cuerpos en cualquier espacio, puede ser positiva o negativa, normal o inversa.
  Hablando del planeta, las masas electromagnéticamente positivas, pueden tener dos polaridades, las llamadas polaridad norte y la otra, polaridad sur. Igual como cualquier cuerpo que en la tierra se encuentre.
  Se rigen por un principio elemental…
  Son cuerpos que si actúan con la misma polaridad, se rechazan, gracias lo cual, todos están formando diferentes cuerpos, en cambio contando con polaridad diferente, se atraen, tal como hacen los imanes, que si pudieran, se fundirían de todo a todo con el cuerpo que los atrae...
  Ese conocimiento fue aprovechado por nuestros sabios.
  Supieron que si conseguíamos encontrar la técnica para poder caminar, aún en medio de la materia sólida, podríamos viajar, haciéndolo a velocidades insospechadas, al aprovechar la energía no tanto generada, sino más bien prestada por un momento, por los mismos objetos que atravieza.
  Es que si se pudiera ver cómo está conformada la composición de cualquier cuerpo, sin importar lo sólido que aparezca, por supuesto a nivel micro o mejor digamos, a nivel nano, nos encontraríamos con que todas las moléculas que así aparecen coadunadas en un cuerpo, en realidad están ahí, porque se atrajeron unas con otras, presentándose en apariencia unidas, y lo están, sin dejar sino un espacio de tamaño infinitamente micro, porque la realidad es que cada una de ellas es independiente, conteniendo sus propios átomos, con sus núcleos, electrones y protones.
  Se atraen y eso es lo que conforma los cuerpos sólidos.
  Porque todo está compuesto de moléculas, que es la partícula más pequeña que presenta todas las propiedades físicas y químicas de una sustancia, y se encuentra formada por dos o más átomos.
  Los átomos que forman las moléculas pueden ser iguales (como ocurre con la molécula de oxígeno, que cuenta con dos átomos de oxígeno), o distintos (la molécula de agua, por ejemplo, tiene dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno).
  Y cuando cambiamos la polaridad, automáticamente, cada célula con sus neutrones, protones y electrones, dejaría de atraerse, liberando una energía, que combinada, permite que otros cuerpos, en éste caso ésta cápsula en la que estamos a punto de viajar, pueda pasar atravesando aún las rocas más duras sin dañarse, y sin tampoco dañar el cuerpo, al que se le haya cambiado la polaridad.