Un don juan es aquel que tiene la capacidad de darle a cada mujer con la que se relaciona lo que ellas creen necesario. De jugar con los sentimientos no se habla, pues… Después de todo cada uno ha obtenido lo que pedía, a la insegura “protección”, a la desmesurada “imprudencias”, para las vanidosas “tesoros frívolos”, y a todas un poco de nada.
Un don juan, siempre tiene en su reserva, alguna gacela desesperada por sobrevivir de entre la mayoría, es por eso que nombra una reina, al resto les queda mejor el titulo de princesa, su majestad puede disponer quien merece permanecer en la corte, aquellas que tienen el visto bueno, y las que no deben asomar la nariz o les será cortada la cabeza. Como en una procesión, infelices marchan, tras el mismo hombre, da igual decir: un oscuro propósito, pequeñas migajas dulces para no engordar, un pedazo de pan…
Un don juan es lo mejor que les puede ocurrir a las que adoran caminar con finas y delicadas vendas, no importa que tan valiosa seas, nunca será suficiente… Y en breves momentos este señor también se sentirá triste, es que por su ambición de coleccionar damas sin orden de llegada, ha perdido el poder ante la reina, y ahora debe decidir si vive bajo sus pies, o huye despavorido ante las primeras piernas accesibles que encuentre en el camino prohibido.
Un don juan es un hombre…
Ya nadie pregunta por la mujer que en un velo gris toma su brazo acompañándolo, tendrá su historia, pero el con el brillo del oro que no vale, las opaca, ya decía patricio rey “las minitas aman los payasos y la pasta del campeón”…
La reina ha pagado un alto precio por la corona, ocultó en las esmeraldas la verdad, aquella capa que viste en las noches de gala, ha sido lavada cuidadosamente luego de limpiar la sangre desparramada el día que Juan despedazó su corazón. Con la luna escucha los lamentos de las desterradas, (son tan vulgares) implorando brotar desde la humedad de tus lágrimas, por un pedazo de pan.
Pobre reina, hay cosas que no debiste ver, quien te asegura que alguna vez volverá esa hermosa sonrisa, cuando creías que tu mandato era honesto, oh su majestad entrega la corona, pesa mas que todo el dolor que podrías soportar lejos de la responsabilidad. No enloquezcas preciosa, ¿por qué te empeñas en cargar con la culpa de quien te consumió el espíritu y luego arrojó tus creencias en el fuego que miente siempre que siga encendido?
“Un don juan, una reina, y la princesa de turno”, te perseguirán por el resto de tus días si no te amas a vos misma por sobre todas las cosas, no sos la mujer que ha esperado toda su vida una migaja para contentar al resto “que por fin te has casado, los hijos ya vendrán y tu palacio es precioso”… La princesa puede encontrar otro don juan… O en su defecto reconquistar al tuyo con poemas baratos, salidos desde lo más profundo de la vanidad, porque están llenos de otros hombres parecidos al que quiso arrebatarte. El don juan siempre será aquel triste caballero que anhela volver a los tiempos en los que no sabía qué deseaba, y eso era estupendo… Sin embargo tu… que no eres reina, no es posible que toda tu vida finjas serlo…
¿No amabas cuando ese don juan, no podía acceder a tus secretos, y para ti no significaba más que un tonto con ganas de jugar a ser el mejor postor? ¿Te olvidas que el precio de tu vida se subasta cuando no crees ser suficiente para el?
Yo soy la reina de todas las reinas, alguna vez fui princesa, y en noches de luna llena llegue a convertirme en el más hermoso Don juan, y puedo explicarte el maravilloso negocio que emprendo, puedes unirte cuando quieras, solo tienes que firmar aquí… aquí… Y aquí también, luego tu alma será mía y ya no sentirás dolor alguno, podrás jugar tan sucio como aquel. _
_ ¿Me queda otra opción?_
_ Las otras opciones son todas las demás, y en cada una de ellas habrá dolor, pero yo no tengo nada que ver allí, el bien no es mi jurisdicción, por viejo debo confesar he visto tanto, que… El bien llega a buen puerto únicamente si comprendes que lo malo es la otra cara de la misma moneda, y hace falta ser asombroso para saber que nunca dudarías de qué lado estar…