'La la la London': cómo Londres se ha convertido en el Hollywood del siglo XXI

Rita Ora y Rafferty Law, en el rodaje de 'Twist' ante Somerset House

Las exenciones fiscales, la tradición de la industria británico y el boom de las series hacen de Londres la nueva fábrica de sueños.

Se buscan: técnicos de iluminación y sonido, maquilladores, diseñadores y extras para la serie televisiva de El señor de los anillos de Amazon que empezará a rodarse en 2022 en Maidenhead y Herfortshire, en la periferia de Londres, la nueva merca de las series televisivas. Hasta el Hollywood Reporter llama la atención del «studio boom» del Reino Unido, con más de 5.800 millones de euros en inversiones.

La tradicional alianza entre los estudios americanos y el cine británico ha dejado paso a una auténtica transfusión de dinero y talento. El llamado Triángulo de Oro alrededor de Londres (Pinewood, Shepperton y Leavasden) se expande hoy, impulsado por el tirón de audiencia de las teleseries y por las generosas exenciones fiscales del Gobierno de Boris Johnson al sector.

Eso explica en gran parte el traslado de la producción de El Señor de los anillos de Nueva Zelanda al Reino Unido. La que está anunciada como la serie televisiva más cara de la historia se rodará en las colinas de Maidenhead, convertidas en enclave medieval al estilo de las viejas superproducciones cinematográficas, aprovechando además la cercanía de los renovados Bray Film Studios.

Otra parte de la serie se rodará en Hertfordshire, en el noroeste de Londres, donde están los Elstree Studios que utilizó Netflix para The Crown. También la BBC rodó aquí los Eastenders. Esta zona conocida ya como Hollywoodshire ha sido también elegida por los Sunset Studios para la construcción de lo más parecido a un La La Land en la campiña inglesa: más de 800 millones de euros para unos superestudios diseminados en 37 hectáreas y que demandarán 4.700 empleos.

Ya en construcción, los Sky Studios Elstree apuntan aún más alto con los que ya anticipan como «los estudios más sostenibles del mundo»: flota eléctrica, libre de plásticos, paneles solares, sistema de captación aguas... «Para ser honestos, queremos controlar nuestro propio destino», ha dicho Caroline Cooper, al frente de Sky Studios (que recientemente ha producido Gangs of London).

«Decid a vuestros amigos que vamos a necesitar gente trabajando aquí, muchas manos y mucho talento», ha advertido Ben Roberts, director ejecutivo del British Film Institute, que vio venir la ola a pesar del Brexit y en medio de la pandemia. En los próximos cinco años, el sector audiovisual británico calcula una demanda de 25.000 a 30.000 puestos de trabajo vinculados al boom de las series televisivas.

«Ahora mismo tenemos un cuello de botella por el covid y por la avalancha de producciones a la busca de espacios», advierte Piers Read, productor televisivo y cofundador de The Creative District Improvement (TDIC), que ha logrado el apoyo institucional a sus planes para crear la primera red de estudios a la medida del 'boom' televiviso.

«Las industrias creativas generamos el 11% del PIB del Reino Unido y nos enfrentamos a un grave deficit de más 250.000 metros cuadrados de espacio en los estudios», advierte Read, que junto a su socio Jeremy Rainbird ha ampliado los históricos Twickenham Studios con media docena de locales de nueva planta, empezando por un complejo en Kent, junto a la estación internacional de Ashford.

Twickenham fue el primer gran estudio en reabrir durante la pandemia, y eso les permitió convertirse en algo así como «el conejillo de indias del relanzamiento global de las superprodcciones», explica Piers Read en declaraciones a The Hollywood Reporter.

En Reading, entre tanto, está tomando cuerpo al idea del «Cine Vallley», en torno a los Shinfield Studios, que aspiran atraer hata 600 milones de euros anuales. Netflix ha optado de momento por alquileres a largo plazo, aunque prácticamente se ha asegurado el control de los Shepperton Studios, de la misma manera de que Disney tiene garantizado espacio para sus producciones en Pinewood, los estudios de 007.

Warner Bros juega entre tanto con ventaja gracias a Leavesden, que sigue siendo uno de los estudios más grandes y cotizados del mundo con sus 19 escenarios y que es también la sede del tour The Making of Harry Potter, convertido en una de las principales atracciones turísticas de Londres).

La fiebre del oro televisivo ha llegado también al este de la capital, a Dagenham: los norteamericanos Hackman Capital Partners van a invertir allí 580 millones en la construcción de los así llamados Eastbrook Studios. En el cotizado noroeste, a menos de 10 kilómetros de la ciudad, ha empezado ya la construcción de los Garden Studios, vinculado a la MetFilm School y a Picturehouse Cinemas, y con la idea de convertirse en el espacio predilecto de las firmas independientes.

Al suroeste del Támesis, se ha levantado en apenas unos meses el Stage Fifty, con James Enright al frente y con el propósito de marcar un antes y un después en la historia de las producciones televisivas: «Construimos estudios a las medida y en tiempo récord: esa es nuestra manera de trabajar y con la que prentendemos cambiar el juego».