Hace unas semanas en una de las tertulias literarias, uno de los lectores me hizo una pregunta, bueno en realidad iba dirigida al personaje principal de la novela a Yaiza pero esa pregunta me ha hecho reflexionar mucho y sobre todo abordar de lleno un tema que lo reconozco he estado evitando. 

La realidad siempre nos golpea. Te golpea fuerte, duro, en la línea de flotación y luego están sus consecuencias. 

El tribunal  Europeo de derechos humanos de Estrasburgo ha permitido con la derogación de la “Doctrina Parot” que ASESINOS, VIOLADORES, TERRORISTAS campen a sus anchas y que la acción de MATAR salga rentable.

El tribunal con sede en Estrasburgo considera que seguir aplicando “la Doctrina Parot” vulnera los derechos fundamentales de los presos. 

¡Uff! Quien tenga sangre en las venas debe de respirar profundo varias veces y mirar a su alrededor para comprobar que no ha sido abducido y llevado a otro planeta.

No voy a entrar a valorar en este artículo, que tal vez, solo tal vez, todas las administraciones/políticos que dirigen los países de este bello planeta, deben de pensar a futuro y cambiar las Leyes jurídicas para castigar “El MAL” ¡No premiarlo!

Deben en definitiva adaptarse a la realidad de la condición humana.

¿Por qué hablo de la realidad de la condición humana? Porque cuando nacemos, nuestro entorno nos va forjando: familia, amigos, sociedad…etc.

Pero es cierto que “Bondad” y “Maldad” vienen cosidos en nuestro ADN y nosotros decidimos que queremos atrapar y modificar y que queremos dejar salir a la superficie durante toda nuestra vida.

Por supuesto que cuando vamos creciendo ese entorno del que antes hablaba nos va forjando. 

En Mayo de este año 2013 saltó la noticia, aquí en España que el Cardenal Rouco Varela había nombrado a ocho exorcistas ante el aumento de peticiones en Madrid y me ha llevado a indagar un poco en el tema.

Mi sorpresa mayúscula, cuando descubro que no solo en España el “Mal” campa a sus anchas, contemplo “alucinada” como Milán ha duplicado el número de exorcistas;  En EE.UU aumentó el número de exorcismos practicados en los últimos 10 años; En Varsovia la lista de espera para exorcismos es de hasta 3 meses; En América Latina; En Europa, etc., el incremento de solicitudes ha subido alarmantemente. 

La pregunta que viene a continuación es evidente ¿por qué?

Este tema es espinoso, incomodo, tabú, porque antes de llegar a esos extremos la persona, el enfermo, el poseído, ha debido de pasar por todo un calvario “medico”, ¡que menos! para descartar cualquier patología psicológica, pero que desesperación para el enfermo, o para su entorno asumir que la “medicina convencional” no puede hacer nada y sí tal vez la “espiritual”.

Documentándome para este artículo descubro las palabras del sociólogo Josetxo Beriain de la Universidad Pública de Navarra que identifica el “Retorno de los exorcismos” como una variante de la sociedad posmoderna que ha sido impulsada por la crisis. “En tiempos de bonanza, nos gusta ir al médico para que curen las enfermedades, en tiempos de crisis, vamos al médico pero también al exorcista”.

¿Y me pregunto yo? 

No es más fácil asumir que desde hace años, muchos años TODA LA SOCIEDAD A ENTRADO EN UNA ESPIRAL SIN FRENOS DE PERDIDA DE VALORES.

No es más fácil asumir que desde hace años nos preocupamos más DEL YO QUE DEL NOSOTROS.

No es más viable asumir que es FÁCIL, muy fácil dejarse llevar por el mal que por el bien.

No es más fácil asumir que los que somos padres tenemos la obligación de ser “Coherentes” con la educación de los hijos y aparcar a veces el “Odio visceral” que nos pueden producir circunstancias, maldades que otras personas repercuten en nosotros asumiendo la premisa de “No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti” 

Encontré una entrevista al Psicólogo Philip Zimbardo de la Universidad de Stanford y autor del “experimento de la cárcel de Stanford” considerado por muchos medios de comunicación de los años 70 como “El experimento perverso”, donde él y sus ayudantes idearon el experimento para contestar a la pregunta: ¿Qué sucede cuando se pone a la gente buena en un lugar malvado? ¿Gana la humanidad sobre el mal, o el mal triunfa sobre la humanidad? 

Cual fue su sorpresa cuando descubrieron que ellos mismos (doctores y docentes) “se deshumanizaron” al contemplar el experimento porque  “desde pequeños se nos enseña a obedecer a la autoridad: si esta autoridad es buena estupendo, pero si es mala… Te dejas llevar por el entorno, por que la semilla del mal se desarrolla a nivel psicológico, en el momento en el que deshumanizamos al contrario” 

Las personas nacemos como he indicado al principio con la capacidad “cosida en nuestro ADN”  de ser buenos y malos y he descubierto que hay muchos estudios sobre el mal pero pocos sobre el bien ¿Por qué?

¿Por qué no se estudia y se fomentan nuevas maneras de educar a niños y niñas en la “Heroicidad” de no ser Egocéntricos, sino Socio céntricos? 

En la “Heroicidad” de ser Cumplidos, Detallistas, Íntegros, Compasivos.

En la “Heroicidad” que da el Coraje ante una situación abusiva, criminal para así defender lo correcto. 

Es un tema apasionante, hablar del “Héroe o Heroína” de sus pruebas, la primera y más dura vencer sus propios temores, sus miedos al enfrentamiento con “la masa” que se mueve por la INERCIA, POR LA OBEDIENCIA CIEGA.

El Héroe o Heroína buscan la lógica  a la hora de realizar las cosas, no la rebeldía o el propio interés.

Cogiendo las palabras de Philip Zimbardo “Los héroes son personas que actúan cuando la mayor parte de la gente no hace nada” 

¡Que esperamos TODOS entonces, para SER HEROES!

 Rebecca van Winter.