La niña risa de la mañana

Por Jesús Chávez Marín

(En la foto Emma Larissa Chávez Valles)

El título de esta pequeña encuesta casi privada es un verso de Andrés Espinosa, escritor de ciudad Cuauhtémoc, cuya literatura es de luz muy fina y hondo pensamiento, belleza que a veces causa vértigo. Y en esta ocasión eran necesarias sus palabras al inicio de estas imágenes acerca de la presencia de los niños, las niñas en el mundo. Este es el poema completo: Un niño es un paso firme bajo la cama en el momento de la niña risa de la mañana.

La pregunta única fue esta: Ayuda: Pónganme por favor una frase con lo primero que se les ocurra de lo que es un niño, una niña. Voy a transcribirlas aquí en el orden en que me llegaron. La primera respuesta fue de mi hermana Mila: Un niño es la alegría de la vida.

La segunda es de la escritora y teatrista Gabriela Rascón Licano: Etapa del ser humano en que predomina la inocencia.

Luego llegó la de la novelista y fotógrafa Viviana Mendoza: Niños y niñas son el reto que buscamos para seguir teniendo esperanza.

El dramaturgo y actor Ernesto Medina define a los niños con esta bella imagen: Alas en los pies.

María de Lourdes Orozco retrata a los niños con esta oración de gracia y fe: Creación divina, después del amor.

La escritora y literata Lorena Sosa responde con una frase breve y exacta: Lorena: Un niño es energía.

El escritor, diseñador y promotor cultural Iván Carlos dice esto: Niños y niñas son la continuidad de nuestra especie.

El poeta y diseñador gráfico Rafael Cárdenas escribe este hermoso poema haikú: Los piesitos para llegar a la eternidad.

Javier Chávez Bejarano responde con esta frase: La máxima representación de alegría e inocencia.

Denisse Valles Cervantes pone la respuesta más breve, una sola palabra: Inocencia.

Mi hermana Lupita responde con un claro pensamiento: Un niño es la alegría de no tener miedo a la vida y ver todo como sorpresa.

Y mi hermana Carmen agrega: Y como una gran motivación.

El poeta y articulista Pablo Bernach define la presencia de los niños y las niñas en el mundo con este verso: Un sueño sin límite

La última respuesta nos la ofrece la novelista Lourdes Bustillos: Inocencia, la naturaleza del ser.

El texto de la encuesta inició con un bello poema de Andrés Espinosa y luego sucedieron varios otros más, con el tema de los niños, las niñas. Como sugerencia de Maya Bejarano y para terminarlo en el mismo ambiente, transcribo uno de Rabindranath Tagore:

El Principio

¿De dónde venía yo cuando me encontraste?, preguntó el niño a su madre. Ella, llorando y riendo, le respondió apretándolo contra su pecho:

Estabas escondido en mi corazón, como un anhelo, amor mío: estabas en las muñecas de los juegos de mi infancia, y cuando, cada mañana, formaba yo la imagen de mi Dios con barro, a ti te hacía y te deshacía; estabas en el altar, con el Dios del hogar nuestro, y al adorarlo a Él, te adoraba a ti; estabas en todas mis esperanzas, y en todos mis cariños.

Has vivido en mi vida y en la vida de mi madre, tú fuiste creado siglo tras siglo, en el seno del espíritu inmortal que rige nuestra casa.

Cuando mi corazón adolescente abría sus hojas, flotabas tú, igual que una fragancia, a su alrededor; tu tierna suavidad florecía luego en mi cuerpo joven como antes de salir el sol la luz en el Oriente.

Primer amor del cielo, hermano de la luz del alba, bajaste al mundo en el río de la vida y al fin te paraste en mi corazón. Qué misterioso temor me sobrecoge al mirarte a ti, hijo, que siendo de todos, te has hecho mío. Y qué miedo de perderte! ¡Así, bien apretado contra mi pecho! ¡Ay! ¿Qué magia ha entregado el tesoro del mundo a mis frágiles brazos?