Laura Calamy: "A las mujeres maduras que usamos Tinder todavía nos tratan como putas"

La actriz protagoniza 'Iris', una comedia francesa que aborda la sensualidad en las redes a partir de determinadas edades: "Puede ser bastante inquietante".

El sonido de notificación de Tinder, tan familiar para según qué edades, suena en el metro. Pero quien atiende al aviso no es una despreocupada universitaria ni un atractivo joven. Una mujer más próxima a los 50 que a los 40 saca el móvil del bolso y comprueba con quién ha hecho 'match'.

Sin llegar a ser una secuencia de ciencia ficción, la escena no resulta del todo cotidiana. De ahí que la directora y guionista Caroline Vignal decidiese hacer una de esas «comedias francesas que han hecho reír a tantosmil espectadores» a partir de ese punto de partida. 'Iris', que es como se llama la película, está protagonizada por Laure Calamy (Orléans, 1975), una de las grandes actrices del teatro galo, metida aquí en la piel de nuestra concupiscente viajera de metro.

«Es una aventurera, una exploradora de sus deseos. Esos deseos que durante mucho tiempo había tenido bajo llave hasta que, de repente, se convierte en una espeleóloga de su sexualidad», explica Calamy ante la llegada a España del filme, que en su país de origen ha vendido más de 300.000 entradas.

ajo la consabida propuesta de enredos que conlleva el argumento (una mujer casada decide buscarse amantes online ante la apatía en la cama de su marido), Calamy traza un mapa de subtextos mucho más amplio. «Cuando una cae en esta cosa del amor, te da alas. Pero puede ser también un arma de doble filo que haga que te encierres en la relación», reflexiona sobre el romanticismo de nuestra época. Frente a ello, «explorar entre dos el deseo, internarse en los anhelos del otro, puede ser una cosa bastante inquietante» debido a las diferencias entre sexos aún existentes: «Lo sensual es algo vertiginoso pero sin consecuencias desastrosas para el hombre, o al menos así ha sido hasta ahora. Las mujeres estamos todavía con esa visión arcaica de vernos como putas. Para ellos es una puesta en valor fabulosa, pero para nosotras todavía no».

Por eso, entre las risas de los cientos de miles de ocupantes de las salas, se cuela un mensaje. «Es muy importante en el tipo de representación que vemos en el cine y en las series sobre las mujeres que exploran sus deseos», apunta Calamy. «Tomemos el hecho de ver a una mujer cabalgar a un hombre», pone como ejemplo la actriz. «¿Qué representación tenemos? La de Sharon Stone con el picahielo a punto de matar a su víctima en 'Instinto básico'. Y, sin embargo, ¿qué tiene de malo?», se pregunta.

En 'Iris' la cuestión se presenta de una manera algo más púdica, aunque sin esquivar cuestiones explícitas, como el cunnilingus. «Me interesa contar esto. Y estoy encantada de poder encarnar este tipo de persona», se enorgullece. «En el cine hay un territorio que se abre. Una ola feminista que, cuando yo era más joven, nunca pensaba que iba a poder ver, como ha sucedido con el MeToo».