Leslie Nielsen, uno de los grandes de la comedia de Hollywood, ha aceptado realizar un pequeño papel en ‘Spanish movie’, esta entrevista ha aparecido en varios medios, la reproduzco por su interés y humor.
Ha sido durante tres décadas un monolito del humor: el símbolo reconocible de la comedia americana con más predicamento entre el gran público. 'Aterriza como puedas' o 'Agárralo como puedas' (The Naked Gun) son sólo dos de los títulos Es Leslie Nielsen (Canadá, 1926) y acaba de interpretar un cameo en la película
Spanish movie.
‘Spanish Movie’ es un tributo a las cintas que hicieron a Nielsen el icono que es hoy, y su presencia en la película, aunque breve, parece un acto de justicia poética. En la misma participan nombres tan dispares como Joaquín Reyes, Leticia Dolera o Álex de la Iglesia, y huele como el primer intento español de revisar ese género tan estadounidense que es la parodia. Eso sí, con referentes 100% nacionales.
"No conozco nada de cine español, pero creo que esta película es muy divertida. En serio". Nielsen confiesa que ésta es su segunda visita a España. La primera la ocupó -como tantos otros- rodando un western llamado
Cuatro cabalgamos (1970) en Almería, a las órdenes de John Peyser.
Nielsen acude puntual a la cita en el hotel Arts de Barcelona. El club está lleno, y por los relojes y los zapatos del personal podría decirse que es poco probable que la crisis les esté afectando. La voz de Nielsen, grave, acompañada de sus descomunales risotadas, no parece encajar en el ambiente, pero el actor tiene reservada una sorpresa: nada más empezar la entrevista extrae un artilugio de su bolsillo, lo envuelve con la mano y, al oprimirlo, un ruido semejante al de una ventosidad rasga el aire.
"Verás cómo nadie mira, son demasiado distinguidos", afirma Nielsen, para acto seguido repetir el gesto, oprimiendo aún más el aparatejo con el consiguiente aumento del volumen. Esta vez son muchos los rostros que escudriñan la zona de sofás donde Nielsen se sienta con el periodista. Algunos de ellos parecen disgustados; otros no esconden las ganas de reírse. El veterano actor parece satisfecho y listo para hablar de sí mismo.
Nielsen, empezó su carrera en televisión en los años cincuenta, y no fue hasta 1956 cuando su aspecto de actor clásico caló en el público. Sucedió con 'Planeta prohibido' (Fred M. Wilcox), un filme de ciencia-ficción donde interpretaba al comandante John J. Adams, un hombre en una misteriosa misión con demasiados secretos. Una pequeña joya de la ciencia-ficción, en pocas palabras.
"¿Qué recuerdo de mis inicios? Pues le seré sincero: recuerdo el miedo. El miedo atroz que tenía a que, de un momento a otro, todos esos tipos que me rodeaban se dieran cuenta de que yo no tenía talento en absoluto. Empecé haciendo televisión, muchísima televisión, y había dos tipos de papeles: comedia y drama.
A mí siempre me tocaba el drama, y en drama hay dos tipos de papel: o eres el bueno o eres el muerto. En aquella época, si no estabas en todos los capítulos, no podías ser el bueno, y si eras el malo, acababas muerto tarde o temprano. Así que cada mes tenía que empezar de cero sintiendo el mismo pánico".
Como parece que el ambiente en el club vuelve a ser demasiado solemne para su gusto, Nielsen decide dar de nuevo rienda suelta a su artilugio, que utiliza por tercera vez, entre risas y murmullos de la jet-set presente en la sala.
Sólo entonces considera conveniente dar una explicación a su interlocutor: "No sabe la de líos que me he evitado con esta máquina de pedos. Siempre la llevo encima, y cuando alguien se pone violento, la saco y la utilizo a discreción: nadie puede resistirse, la gente empieza a reírse, y cuando te estás riendo se te quitan las ganas de pegar a nadie. Es un invento maravilloso y un compañero de viaje imprescindible".
La famosa máquina de pedos es una de las señas de identidad del cómico, un trasto que lo acompaña a todas partes y que le sirve para "relajar el ambiente". "A ellas les incomoda muchísimo. Ellos se ríen mucho, pero ellas ponen caras raras. Seguramente podría escribir una tesis sobre ello. El pedo genera muchos conflictos [risas]. Le pondré un ejemplo: si una mujer bonita, ya sabe, deja ir uno de esos, puede salirse con la suya tranquilamente. Basta con que tome la decisión de no decirle a nadie que ha sido ella. Un hombre nunca podría hacer eso".
Nielsen siguió haciendo televisión sin descanso (ha intervenido en más de un centenar de series, incluyendo
Bonanza,
El fugitivo,
Hawai 5-0, Kung-Fu,
Colombo o
Los hombres de Harrelson) hasta que en 1980 llegó el bombazo que de golpe y porrazo le llevó de la tele al imaginario colectivo:
Aterriza como puedas.
"Es una película muy especial. La gente que vio esa película cuando tenía cinco años, la ve veinte años después y vuelve a reírse, es un humor que sigue siendo divertido. Siempre he creído que la esencia del humor es que nadie trate de decirte lo que es divertido. Ésa es la razón por la que esta película sigue funcionando: el humor está ahí, a veces lo ves y a veces no. Pero está ahí fuera.. Ese respeto hacia el espectador se ha perdido, porque la gente que hace comedia hoy día no ha entendido que no hay que telegrafiar las bromas o presumir de tu propio chiste".
Nielsen no puede evitar que le amen con locura. "La gente me quiere, formo parte de sus vidas y me encanta que sea así. Ésa es la gran virtud del humor, que la gente te relaciona con los buenos momentos, con sus buenos momentos. Mucha gente, en todo el mundo, me para por la calle y se dirige a mí como Frank (por Frank Drevin, su personaje en la trilogía de
Agárralo como puedas [The Naked Gun]), y eso me hace sentir orgulloso. Significa que he conseguido transmitir algo. ¿Sabe? Siempre he considerado Aterriza como puedas y las tres partes de Agárralo... como mi particular pirámide, el monumento que siempre estará ahí, lo que la gente recordará cuando me haya ido".
El actor está ahora retirado en Fort Lauderdale (Florida), y presume de su condición de "jubilado". "Tras medio siglo de trabajo no le extrañará si le digo que sólo hago lo que me apetece y cuando me apetece. Por ejemplo, Spanish movie. Me contaron la historia y me pareció divertida, podía venir a Barcelona y hacer lo mío de forma rápida y furiosa, así que aquí estoy. Pero ya no estoy para rodajes intensos ni nada de eso, así que puedo decir que estoy semirretirado".
Ahora bien, la jubilación no ha cambiado a Nielsen, que sigue gozando de una visión particular de la vida: "Cuando nos mudamos a Florida, mi mujer y yo decidimos que no queríamos poner nuestros nombres en la puerta, yo propuse poner un signo de interrogación, y a ella le pareció bien. Así lo hicimos. Pero un día apareció un señor de la asociación de vecinos diciendo que teníamos que quitar el signo de interrogación de la puerta. El tipo me dijo que era para evitar confusiones: que si había un incendio quería que todo el mundo corriese en la misma dirección, pero si veían la interrogación en la puerta podían entrar en mi casa pensando que aquélla era la salida de incendios, lo cual -decía él- era sumamente peligroso [risas]. Le dije que sí, que no se preocupara, que lo arreglaba inmediatamente. Naturalmente, el interrogante sigue allí, en la puerta, y no pienso quitarlo. ¡Espero que no haya ningún incendio y todos acaben en el comedor de mi casa, me resultaría muy embarazoso!".
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