Michael Douglas: "Es mucho más fácil ser dramático que ser cómico"

El actor recoge de manos de la Reina Letizia el premio a su trayectoria en el Atlàntida Film Fest. «Estados Unidos se enfrenta a una crisis democrática».

Ha tomado la decisión de bajar el ritmo, de disfrutar más de la paz y de la desconexión en su idílica finca en la sierra mallorquina, s'Estaca, donde tiene previsto pasar ahora temporadas más largas. Cumplirá 80 años el próximo mes de septiembre y se considera ya "semirretirado".

Michael Douglas es una leyenda icónica de Hollywood. Hijo de otra leyenda y con dos premios Oscar en su largo currículo. Pero en Mallorca se siente como en casa, en un lugar del que lleva décadas "enamorado" -con esa literalidad lo dice- y donde se expresa con naturalidad.

Lo hace sin rehuir ningún debate, incluido el de la masificación turística, reclamando un acuerdo colectivo para buscar el "delicado equilibrio" en la isla, frente a "la retroalimentación de los 'airbnb' y los coches de alquiler". "Si pasase más tiempo aquí estaría en el ayuntamiento", bromea.

Este domingo ha recogido el premio Masters of Cinema, el galardón honorífico que cada verano desde hace 12 años entrega en Palma el Atlàntida Film Fest, el certamen de cine que amadrina la Reina Letizia. "Es la primera vez que una reina me entrega el premio", valora con humor Douglas.

A escasas horas de recoger el premio, el intérprete ha repasado su trayectoria ante los medios. De entre todos los personajes que ha interpretado (algunos tan míticos como Gordon Gekko), dice que sus predilectos son los que se mueven "en zonas grises", que no son ni "héroes ni villanos". Además, ensalza uno de sus últimos proyectos, el que ha desarrollado con la reciente serie El Método Kominsky, una comedia creada por Chuck Lorry.

Al hilo de esta serie, Douglas reivindica el valor y la dificultad de la comedia. "Es mucho más sencillo ser dramático que ser buen cómico y hacer reír". Y lanza un lamento por el maltrato habitual al que se somete a este género: "Se falta mucho el respeto a la comedia".

El conocido actor lleva tiempo sin actuar y revela que tiene avisados a sus representantes de que sólo le avisen si hay un proyecto especialmente interesante. Un guion ("lo más importante de cualquier proyecto es el guion", puntualiza) "que deje algo para que la gente reflexione". Esa, dice, es su mayor "recompensa", el galardón que busca con sus proyectos como productor, sembrar algo entre el público para lograr "la comunicación que logra el cine en un mundo de gente aislada".

Douglas se confiesa un gran lector de noticias. Sigue la actualidad, la política, y no oculta que es un destacado donante del partido demócrata. Pero habla de la actualidad de su país con cierto hartazgo: "la política ocupa demasiado tiempo en la vida de las personas, cuando los gobernantes deberían ser solo servidores públicos".

Cuando se le pregunta por la retirada como candidato presidencial de Joe Biden, amigo suyo, alaba sus logros, entre los que remarca la revitalización de la OTAN. No cita a Donald Trump, pero le deja un recado: "Hay una crisis democrática en Estados Unidos por lo que representa el otro partido".

Ya entrada la noche, Douglas acudió al patio de la Misericordia de Palma para alzar el premio honorífico del festival Atlàntida. Allí insistió en sus alabanzas a Mallorca y su refugio en la montañas de la Sierra de Tramuntana, un umbral "hacia otro mundo".

El actor departió con la Reina Letizia, que presidió la gala junto a la presidenta del Govern balear, Marga Prohens.

EL FESTIVAL IMPULSADO POR LA REINA

La Reina Letizia empezó a asociar su imagen a la del Atlántida Film Fest en el verano de 2019. Ese fue el primer año que asistió a la gala de clausura del certamen, disparando la popularidad y la proyección internacional de un festival de cine para cinéfilos, hijo de la exitosa plataforma española Filmin.

Uno de sus fundadores, Jaume Ripoll, es mallorquín, y fue el artífice del 'fichaje' de Letizia. Ripoll es un invitado habitual al multitudinario cóctel para la sociedad civil que los Reyes organizan cada año en Palma (primero en La Almudaina y desde 2022 en Marivent). En una de esas recepciones, el joven empresario y productor se acercó a la consorte de Felipe VI y le habló de su festival, al que habían invitado sin éxito y por conductos formales a los monarcas.

Letizia, gran aficionada al cine, se mostró muy interesada y aceptó la invitación. Le atrajo el carácter independiente, innovador y social del festival, enfocado hasta hace unos años en la versión online. Su sello europeo y el aroma indie hicieron el resto.

La Reina vio además la oportunidad para marcar agenda propia en su estancia estival, matando dos pájaros de un tiro: un evento modesto, con vocación global y mensaje pero también con sello mallorquín. Una forma de apoyar lo local mediante el lenguaje universal del cine y de cincelar su propia actividad al margen de su esposo, entregado estos días a su pasión por la vela.

OTROS PREMIADOS

La presencia de Letizia ha disparado el interés del festival, que el año pasado alcanzó los 750.000 espectadores. A pesar de su creciente popularidad, siempre se ha edificado sobre las decisiones de un jurado purista, proyectando cine para amantes del cine y huyendo de las corrientes más populares. La nómina de premiados así lo refleja: Judi Dench, Ken Loach, Vanessa Redgrave, Stephen Frears, Roland Joffé, Barbara Broccoli o Juan Antonio Bayona.