¿MODERNA INQUISICION...?

Grito de muchos que no tienen voz...

¡Qué pena me da ver a mi Iglesia,

Que en un tiempo presumió de ser madre y maestra,

Y ahora se ha convertido, en madrastra cruel e inquisidora,

sólo por querer presentar ante todos, una cara de santidad,

que a duras penas con eso, nunca logrará siquiera disimular...

¡Porque nadie se la cree!

La historia de la Iglesia tiene muchas aristas,

Ni fue tan santa como se quiere hacer ver,

Ni fue tan justa como se podría suponer...

¿Acaso no hubo un tiempo en que con saña y muerte,

Hasta se persiguió la herejía, condenando

A cualquier infractor que caía entre sus garras?

Y si no lo quemaban en la hoguera, llevaría de por vida

el sambenito oprobioso, que a las claras hacía ver a los demás

Que ese que lo portaba, era nada menos un hereje,

Algo condenable y despreciable, para la pudibunda sociedad,

De aquellos tiempos de delirio religioso,

En que la Inquisición cobró tanta fuerza,

Cuanto hasta cuando reaccionaron los gobiernos,

Dejó de hacer de las suyas, pero el daño ya estaba hecho.

La Iglesia continuó viviendo, claro,

!Si es la intermediaria entre Dios y las almas...!

Pero sigue empecinada, en querer estar en un primer plano...

Así en la actualidad en que estamos tan adelantados,

Usa la televisión, el internet y otros medios de masas,

Que son los sustitutos de aquél sambenito en el que se regodean,

El montón de fulanos dirigentes, que se rasgan las vestiduras,

A pesar de ellos mismos ir vestidos con ropajes de prestancia,

Casi todos enfermos de la mente, pues ante la voz tronante

Del que debería ser el Pastor que apacentara las ovejas,

También ellos quieren revivir, lo que nunca debería regresar

Como fue una inquisición, que francamente ya quedó obsoleta.

Se olvidaron que hay qué condenar el pecado,

Pero al pecador, hay qué perdonarlo, haciendo se acoja

A la misericordia Divina que todo lo perdona.

¿Y qué está sucediendo...? Es el Papa que debería ser santo,

quien ahora se ha convertido en un inquisidor de delitos,

Tomando sobre todo, aquellos que impactan y reditúan

Un prestigio que francamente con eso, sólo logrará

Que se desprestigie más, la iglesia que está muy desprestigiada

El es el primero en divulgar nombres y apellidos,

De aquellos que tuvieron la desgracia de pecar...

Va llenando de lodo y porquería, la fama de personas

Que con seguridad ya se arrepintieron, porque sus pecados,

Que nadie los aplaude, los cometieron por alguna causa,

Que sólo atañe a la Justicia Divina, a la víctima

y al mismo pecador que los haya cometido.

De acuerdo al Evangelio, no se quiere la muerte del pecador,

Sino que se convierta y viva...

En eso se incluye también a los pederastas.

Son quienes tuvieron la desgracia de pecar

y si su pecado se llegó a descubrir, es bueno condenar el hecho,

pero no andarlo divulgando a los cuatro vientos.

A modo el Papa, quien debería ser el primero en no divulgar,

Lo grita y lo populariza, como buen Inquisidor,

Sin importarle que sea una persona que en algún tiempo,

Tuvo la mancha que quedó impresa en el alma de quien lo cometió,

A modo a últimas fechas, se echa a los cuatro vientos,  el nombre

De quien pecó, llenando de lodo y de vergüenza al pecador

Que nadie discute si sea o no culpable, por haber cometido

Ese gravísimo pecado que se ha puesto de moda,

Como es la pederastia, en que muy cierto, sí dañó,

Pero no como lo está dañando el Pontífice, convertido

En un inquisidor moderno, que trata de hacer ver,

Que él es santo y quiere santos a sus colaboradores

Aunque solo sean una bola de impostores,

Que le hacen el juego porque esperan,

No se descubran sus pecados, que sin duda deben de tener.

Cierto, la pederastia es un pecado condenable y oprobioso,

eso nadie lo discute, pero donde abundó la maldad

que se cometió en una época, no es para estarla exhibiendo

aunque el Papa alegue, que eso es lo que se debe hacer,

divulgando lo que debería callar, echando tierra y condenando,

a las personas que de por sí arrastran una culpa

que se cometió por alguna razón que sólo atañe a ellos.

Ah, pero el Papa quiere presentar ante todos una cara santa,

donde todos sabemos existe mucha corrupción y pecado...

Porque sólo busca seguir apareciendo en la pantalla,

O en la primera plana de los diarios,

Dado si la pederastia se ha puesto de moda,

A él le viene como anillo al dedo para utilizarla,

Sin importar cuánto desprestigie a personas de carne y hueso,

Endosándoles el sambenito que es más bien una venganza

No el remedio para erradicar dicho pecado...

Así no es como la iglesia logrará prestigio, al contrario,

Así es como cada día, más nos alejaremos de esa iglesia,

Que de santa tiene solo el nombre, igual como lo tiene

Solamente el llamado Santo Padre...

Pues no es el modo de actuar, como debería ser en una iglesia,

Que presume de ser misericordiosa y benevolente.

El que se persiga el pecado está muy bien.

Pero andar proclamando a los cuatro vientos el o los nombres

de quienes cometieron el pecado que está de moda...,

Francamente es resabio de una inquisición que reditúa mucho,

Al estar a toda hora como noticia fabulosa, aunque según Francisco,

Eso dará mucho prestigio, a una iglesia que se sigue desprestigiando

Porque no es el camino que muestra la bondad divina,

Que ordena no juzgar para no ser juzgado.

¡Pobre Iglesia que padece la autoridad de tales dirigentes,

no es improbable que se alejen todavía más,

aquellos que ya se han alejado!

No es el camino, señor Papa...

¡La Iglesia es madre..., no madrastra...!

Condene al pecado..., pero no al pecador...

No quiera estar a diario alabado en las redes sociales,

Busque de verdad el perdón para los infractores

que se arrepientan de lo que hicieron,

pero sin llenarlos de mierda...

Si es posible, busque la reparación del daño,

Pero deje de estar publicando nombres y apellidos,

Que el pecado aunque no parezca, es algo muy personal,

Del que se dará cuenta, cuando llegue el momento,

De presentarse ante la justicia Divina, no antes

Menos sólo para hacer ver a los demás, cuán recto y justo actúa,

Quien se supone recibió el encargo de atraer, no de desprestigiar

A quienes tuvieron la desgracia de pecar...

CON TODO RESPETO...

Una voz de quienes no tienen voz...