07
ago 2011
En mis novelas nunca incluyo una página de agradecimientos, por miedo a olvidarme de alguien. Pero esta vez he hecho una excepción, primera y única, como leeréis en la última página de DELICIAS Y SECRETOS EN MANHATTAN. No podía dejar de darles las gracias a todos y cada uno de los componentes de la Peña Española "Los de Pata Negra" de Pittsburgh, Pensilvania. Fueron su alegría e ilusión por mantener nuestras costumbres en su nueva ciudad de acogida, las que me inspiraron a escribir esta novela en la que aparecen tantos personajes que, como ellos, dejaron atrás lo conocido en busca de amor, trabajo, nuevos horizonte... una vida mejor, en definitiva.
"...las tres pertenecían a la Peña
de los españoles, al igual que Satur y Greg, que estaba integrada por buena parte de la colonia española de Nueva York. Algunos eran descendientes de aquellos aventureros que, tras emigrar a América para labrarse un futuro, habían fijado en la ciudad su nuevo hogar. Obreros, artistas e incluso algún poeta que, con independencia de su posición social, se juntaban a la menor ocasión. Y gracias a ellos, en muchos rincones de la ciudad eran populares los guisos de cuchara, el aguardiente de orujo, la tonadilla y los churros." DELICIAS Y SECRETOS EN MANHATTAN, Olivia Ardey (cap. 4)
"...las tres pertenecían a la Peña
de los españoles, al igual que Satur y Greg, que estaba integrada por buena parte de la colonia española de Nueva York. Algunos eran descendientes de aquellos aventureros que, tras emigrar a América para labrarse un futuro, habían fijado en la ciudad su nuevo hogar. Obreros, artistas e incluso algún poeta que, con independencia de su posición social, se juntaban a la menor ocasión. Y gracias a ellos, en muchos rincones de la ciudad eran populares los guisos de cuchara, el aguardiente de orujo, la tonadilla y los churros." DELICIAS Y SECRETOS EN MANHATTAN, Olivia Ardey (cap. 4)
Dos generaciones de españoles en el Nueva York de los años 30,
con el puente de Manhattan al fondo.
(Fotografía de la exposición “Regreso a Little Spain”). En el centro,
Manuel Alonso, hijo de asturianos, y Dolores Sánchez, hija de gallegos.
Desde el año 2009 en que entré en contacto con ellos, no dejaron de animarme y mostrarme su apoyo entusiasta por lo que entonces sólo era un bosquejo de historia. Luego, me atreví a llevarlos de viaje en el tiempo. Hasta la Nueva York de 1919 para que hicieran un cameo entre los personajes que pueblan mi nuevo libro.
"—¿Y no echaréis esto de menos? —intervino Greg señalando a su alrededor.
—En Pittsburgh ya conocemos a algunos paisanos. No será lo mismo sin todos vosotros, pero vamos a fundar allí también una peña española. «Los de Pata Negra» la vamos a llamar, ¿a que suena bien?" DELICIAS Y SECRETOS EN MANHATTAN, Olivia Ardey (cap. 9)
Españoles en Nueva York. Comida campestre
en Staten Island, sobre 1960
(fotografía propiedad de John Chiarella)
¡Gracias, Pata Negras! Sois el alma e inspiración de DELICIAS Y SECRETOS EN MANHATTAN, sin vosotros, esta novela núnca se habría escrito. Gracias a todos, la historia de Laura y Kenneth que empezó como un puñado de folios emborronados y mucha ilusión, en septiembre la veremos encuadernada en las librerías.
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