¿Por qué escribo lo que escribo? Cronología de una ¿evolución?
Ya en una entrada anterior expliqué porque leo romántica
http://noeliaamarillo.blogspot.com/2010/06/por-que-me-gusta-leer-ro...
Ahora voy a explicar por que escribo lo que escribo y como he ido “evolucionando”
La primera novela que escribí fue “
Falsas Apariencias” no voy a entrar en detalles de como la creé, porque he hablado tantas veces de ella que ya tenéis que estar aburridas de leerme... pero baste decir que me convencieron mis amigas y que no pretendía publicarla ni nada por el estilo... la verdad es que cuando la editorial me dijo que me la publicaba, fue una verdadera sorpresa para mí.
“
Falsas Apariencias” acabé de escribirla en Junio de 2009 y... ahí estaba yo, un mes después con el gusanillo de seguir escribiendo y con la novela terminada. Decidí entonces optar por lo más coherente; escribir otra novela.
Comencé “
Cuando la memoria olvida” con las mismas perspectivas que “
Falsas Apariencias”; es decir: ninguna. No pretendía publicarla, ni ganar ningún concurso con ella; solo quería... escribir. Nada más. Pero no quería hacer una historia igual que “Falsas Apariencias”.
Me encanta “
Falsas Apariencias” es una historia muy “loca”, muy histriónica y divertida... pero para Ruth y Marcos quería algo más serio.
No sé escribir siguiendo un guión; siempre dejo que mis personajes decidan lo que quieren hacer (bueno, los dejo decidir después de pelearme con ellos durante algún tiempo, no es cuestión de que se me suban a la chepa). Tampoco sé relatar algo que no conozco, que no he sentido en mis entrañas. Necesito sentirme parte de un “todo” para poder hablar sobre ello.
Para “
Cuando la memoria olvida” tenía muy claro cual sería el escenario. Una residencia de día para ancianos. ¿Por qué? Porque creo sinceramente que se les debe prestar atención, son los grandes olvidados de nuestro tiempo. Los jóvenes tenemos tanta prisa por vivir que se nos olvida que son nuestros mayores los que nos han dado la vida.
Era una apuesta arriesgada, no hay muchas heroínas de novela romántica que dediquen su tiempo a los mayores… por supuesto en muchos de nuestros libros Históricos salen estupendas mujeres que dan su vida por los necesitados, los parias, las mujeres de la calle, pero en actual, sinceramente, no he leído demasiados que toquen el tema de los ancianos. Ruth no es una heroína típica, no es alguien muy “usual” en esta literatura que tanto me gusta.
Pero claro, si lo pienso detenidamente Marcos tampoco es “un príncipe azul”… yo diría que más bien todo lo contrario. Pero me daba igual, necesitaba dar voz a mis sentimientos, y es lo que hice.
Durante casi cinco meses estuve totalmente absorta en la historia, dejé cada segundo libre de mi tiempo en esta novela. Y el resultado me satisfizo mucho, muchísimo. Y la editorial El Maquinista apostó por mí, por Ruth y Marcos… se lo agradezco profundamente.
Pero… llegó el 2010, terminé la novela... Y yo necesitaba continuar escribiendo.
Para “
Cuando la Memoria Olvida” hablé con muchos ancianos, busqué en mis diarios las cosas que me habían contado mis abuelas y mi abuelo, indagué en la infancia de mis padres... no es algo que salga en la novela, pero, como digo, necesito sentir en las entrañas todo aquello que escribo, y que mejor manera que conocer los sentimientos y vivencias de nuestros mayores que por su propia boca.
La cuestión es que me encontré con muchísimas historias apasionantes que habían sucedido muchos años antes de que yo naciera... y todas pugnaban en mi cabeza para que las contara.
Por tanto, recurrí a un pequeño relato que escribí poco antes de “
Falsas Apariencias” y decidí continuarlo. Esta vez fue una novela corta, apenas 90 páginas, sin apenas romance... y muy triste. Pero es una de las que más orgullosa me siento. La escribí en apenas dos semanas, junté todo lo que había escuchado de niña, todo lo que me contaron los ancianos a los que visité en las residencias... y en fin... dejé un pedacito de mi alma en ella... Si tengo suerte, si los hados me sonríen, quizá os hable algún día un poco más sobre ella.
Y así llego febrero de 2010... Y volvía a estar con las manos vacías... y esperando como loca las criticas por “
Falsas Apariencias” que en esos momentos acababa de salir en las librerías...
uf, pasé un par de meses incapaz de escribir nada largo, me comía la ansiedad, el miedo, la impaciencia... así que me dediqué a escribir relatos cortos.
En esta época nace “
El Club de los domingos” una historia en la que mis amigas tienen un papel estelar... tuve el grandísimo honor de que me lo publicaran en la revista Romántica´s de Abril, y bueno, estoy súper orgullosa de él, porque me demostré a mi misma que era capaz de escribir algo corto.
¿Por qué el protagonista de “
El club de los domingos” es… lo que es?
Siempre me ha apasionado mirar el cielo e imaginar historias… a veces pienso si no habrá otras “personas” allá arriba observándonos… Rigel es uno de ellos, el hermano menor… Pero no es el único, si alguna vez tengo tiempo os contaré algo sobre Mizar y Altair… o sobre Antares e Ío…
En abril comencé a escribir “¿
Suave como la seda?” de la que no voy a contar nada, porque aún no la he terminado... pero baste decir que es una historia muy... atípica. La cuestión es que cuando llevaba casi 150 páginas me dio por gamberrerar... y escribí “El cuento de los dientes perdidos”.
“El cuento de los dientes perdidos” surgió una semana que yo estaba “gamberra”, que mi madre estaba con dolor de dientes y entre unas cosas y otras me dio por asumir la personalidad de una dentadura postiza… el resto es historia.
Y en cuanto terminé ese relato se me vino a la mente una historia erótica al mil por mil... una historia requería su propio libro... y eso hice.
Lo reconozco soy un culo de mal asiento. En cuanto se me cruza un “tío bueno” pierdo la cabeza y eso me pasó con “
Ardiente Verano”. Se me cruzó por delante un tipo al que no me pude resistir. Ufff. Esta historia, era justo la que quería escribir en ese momento. Era verano, iba a ir al pueblo de mi marido, sin ninguna gana, porque no me gustan los pueblos, y no se me ocurrió otra cosa para entretenerme que montarme una historia calentita en la cabeza... y tan bien me la monté que acabé por escribirla. Debo reconocer que hasta yo misma me quedé asombrada cuando la acabé. Iba a ser una historia cortita, de no más de 200 páginas, y acabó ocupando 469 ¡tela marinera! Iba a ser solo erótica, y acabo siendo un despliegue de sentimientos increíble... en definitiva, estoy súper orgullosa de ella... Y cuando la Editorial Éride decidió apostar por ella… ufff, os juro que no me lo podía creer.
La acabé en febrero de 2011, y zas, continué con
¿Suave como la seda? Peroooo... volvió a cruzarse algo en mi camino... esta vez fue mi curiosidad.
Os explico. Un par de domingos antes de acabar “
Ardiente Verano” me bajé en la estación de Embajadores y fui al rastro (lo hago una vez al mes). Como cada domingo, lo primero que veo nada más salir de la Renfe es la casa de baños de Embajadores... y ese día, sin saber bien porqué me acerqué a ver si estaba abierta... puede que fuera curiosidad, el destino o yo que sé. La cuestión es que allí estaba yo, entrando en un lugar que jamás había pisado, y totalmente asombrada, rodeada de indigentes, de sin techo... personas que no tenían nada y habían acudido allí en pleno mes de febrero a darse una ducha para mantenerse limpios y... dignos.
No sé si os he contado que yo me he criado en un barrio pequeño donde todo el mundo se conoce. De hecho, a la hora de comprar mi casa, lo hice en un barrio muy parecido al de mi infancia. Pues cuando era niña, había una señora que tenía una mercería, y era... un alma de la caridad. Creía en el mundo, tenía fe en la gente... movilizaba a vecinos, comerciantes, y viandantes para intentar conseguir un barrio mejor...
No sé porqué, pero al entrar en los baños públicos de Embajadores me vino a la mente esta mujer... y no pude parar. Hablé con la gente que se encontraba esperando la cola y salí de allí sorprendida, estremecida. Fui al rastro con mis amigas, pero mi cabeza no dejó de dar vueltas... en la semanas siguientes investigué, busqué, conocí. Y de ahí salió “
QC”.
Es una historia difícil, complicada, estremecedora... pero de la misma manera que necesitaba hablar sobre una chica un poco loca en “
Falsas Apariencias”; sobre una mujer que da su vida por los ancianos en “
Cuando la memoria olvida”; de una familia de la posguerra en “
EMM”, y de un hombre que ama a una mujer más allá de su alma en “A
rdiente Verano”; he necesitado hablar de los sin techo, de la fe de una anciana en los demás, del descubrimiento del amor en una joven arisca, de la amistad sin fronteras; y todo eso ha quedado reflejado en “
QC”
Por tanto... no sé si evoluciono o no en mi escritura, no sé si desde “Falsas Apariencias” he conseguido mejorar mi estilo o mis historias... pero sí sé que en todas ellas he sido fiel a mi misma, a mis sentimientos, a lo que me remueve las entrañas...
Como no podía ser de otra manera, también los booktrailers que he ido creando han cambiado... yo creo que en estos si se puede observar la evolución... en los libros, hasta que no los tengáis en las manos y los podáis leer es difícil saberlo, pero bueno... ahí queda dicho todo esto.
Y ahora, tras esta parrafada, anuncio que por fin estoy preparada para continuar “Suave como la seda” porque escribir sobre una Chatarrera/electricista/vendedora de juguetes para adultos y su “zapatero/príncipe azul” es justo lo que me piden las entrañas ahora mismo.
Besos a todos.
¡Necesitas ser un miembro de Creatividad Internacional para añadir comentarios!
Participar en Creatividad Internacional