Reseña realizada por PiH
¡Qué sorpresa!
Ahora entiendo porqué el librero me dijo “Buena elección” cuando dejé el ejemplar de ‘Una extraña confesión’ sobre el mostrador para pagar.
La costumbre me incita a comprar un libro de reciente publicación y otro clásico cuando entro en una librería. Una manía como otra cualquiera que en esta ocasión se ha convertido en todo un descubrimiento.
‘Una extraña confesión’, de Antón Chejov, es un relato dentro de un relato, apareció por entregas a finales del siglo XIX y es mucho más que una novela policíaca. Hay quien ha dado en considerarla, ahora que tan de moda está la novela negra, cómo la primera de la historia de este género.
Chejov nos cuenta la historia de Iván Kamishov que entrega a un editor una novela sobre un crimen pasional que, durante su juventud, vivió en primera persona como juez en una remota provincia rusa. La joven campesina Olenka aparece mortalmente herida al poco de casarse con el viudo Urbenin, viejo criado del conde Karnieiev, bebedor y juerguista donde los hubiera y amigo de correrías del juez. El editor, y por ende el lector, se convierte en investigador del caso al darse cuenta que las piezas de la historia, tal y como la ha recibido, no encajan y el asesinato sigue impune. Todos los personajes pueden ser culpables.
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