Rocío Dúrcal nació el 4 de octubre de 1944 en Madrid, España. La cantante se crió en una humilde casa en el barrio Cuatro Caminos que compartía con sus padres, y que más adelante se llenaría con la llegada de sus hermanos.

Dúrcal confesó que nunca faltó la comida en su hogar, pero siempre estuvieron muy justos, ya que el dinero no era algo que le sobraba a la familia. Todos se mantenían con el trabajo que realizaba su padre.

Desde pequeña Rocío Dúrcal comenzó a mostrar la personalidad que la caracterizó tanto en su carrera. De acuerdo a sus padres, la española era muy tímida de pequeña, no le gustaba estar en contacto con otros niños.

Sin embargo, esto no impidió que la cantante desarrollara un carácter fuerte más adelante. Con el tiempo, la pequeña Rocío aprendió a salirse con la suya, a armar alborotos y discutir cuando sentía que tenía la razón, comportamiento que sorprendió a sus padres.

Como buena española, Rocío Dúrcal se dedicó primordialmente al flamenco y a la música española. Apoyada por su familia, la cantante se presentaba constantemente a sus lecciones, las cuales comenzaron a formar su futuro como artista.

La española se tomaba muy en serio estas clases, y su abuelo al ver este entusiasmo, comenzó a animarla para que participara en shows de talento. Así fue que luego de varios intentos, quedó finalista en el programa Primer Aplausode la Televisión Española.

Rocío Dúrcal fue nombrada por sus padres como María de los Ángeles de las Heras Ortiz, y desde sus inicios supo que ese era un nombre muy largo para una artista. Por esta razón, la cantante comenzó a probar con varias opciones.

Su primera alternativa fue Rocío Benamejí, la cual utilizó por un tiempo, luego cambió a Rocío Fiestas y, por último, Rocío Dúrcal. Este nombre se le atribuye al productor cinematográfico Luis Sanz, quien al final le ayudó a decidirse por este nombre artístico.

Luego de ganar su primer concurso, el productor Luis Sanz quiso comenzar a trabajar con ella, ya que vio un talento gigante en la artista. Después de mucho debatirlo, sus padres aceptaron el trato que Sanz le ofreció.

De esta forma Rocío Dúrcal comenzó a trabajar con profesores de actuación y de canto que ayudaron a desarrollar aún más su talento. Y por mandado de sus padres, al mismo tiempo culminaba su paso por la secundaria, aunque confiaban en su talento, no querían que abandonara los estudios.

Rocío Dúrcal no perdió mucho tiempo para comenzar su carrera profesional después de conocer a Luis Sanz. Su primera aparición en una producción fue Canción de juventud en 1961, película dirigida por Luis Lucia.

El director, impresionado por su talento, la incluyó en un segundo proyecto llamado Rocío de la Mancha en 1962. Ambas producciones fueron todo un éxito dentro y fuera de España, y le abrieron el camino a Rocío para comenzar su carrera al estrellato.

Luego de las exitosas películas de las que formó parte, la actriz y cantante fue convencida de sacar al público su primer disco. El álbum contenía los éxitos más importantes que había tenido en su carrera hasta ahora.

Esta primera producción musical de Dúrcal llevó por nombre Las películas de Rocío Dúrcal y fue lanzada oficialmente en 1962. El disco contó con 12 canciones y fue producido por Antonio Guijarro y Augusto Algueró, reconocidos productores españoles.

El éxito de las canciones de Rocío Dúrcal fue toda una sorpresa, el recibimiento abrumador que tuvo el álbum le dio toda una nueva oportunidad a Rocío de darse a conocer a nivel mundial.

Esta exposición la llevó a viajar por primera vez en una pequeña gira por Venezuela, Puerto Rico, México y Estados Unidos. En este último se presentó en El Show de Ed Sullivan, y gracias a esto pudo cautivar a la audiencia americana abriendo puertas para proyectos en este país.

Después de llegar al continente americano y robarse todas las miradas, Rocío fue buscada por muchos directores y managers de entretenimiento. De todas las propuestas de nuevos proyectos que tuvo, la cantante eligió uno totalmente nuevo para ella.

Dúrcal le dijo sí a un papel de una obra de teatro llamada Un domingo en Nueva York. Todos conocían el gran talento de la actriz y cantante, pero nadie esperaba la gran actuación que realizó en esta obra, Rocío Dúrcal se consagró como actriz de teatro también.

La chica del trébol, Tengo 17 años, Más bonita que ninguna, Acompáñame, Buenos días, condesita, y Amor en el aire, son las películas que la formaron y preparon para robarse aún más la escena durante los 70 y 80.

Luego de participar en diferentes películas y series de televisión, Roció Dúrcal por fin obtuvo un papel que todos querían protagonizar. La actriz y cantante se unió al elenco de La novicia rebelde. Este fue uno de los proyectos más importantes y especiales para ella.

Los éxitos no pararon y en los 70 Rocío protagonizó obras como Cristina Guzmán, Las Leandras, Mariela, Me acuesto a las nueve y cinco, y Díselo con flores. Estas obras tuvieron un gran recibimiento por el público, la actriz y cantante parecía nunca fallar con sus elecciones.

Rocío Dúrcal no pudo escapar de su destino, ya que mientras estaba filmando la película Más bonita que ninguna, Dúrcal conoció a los músicos del trío Los Brincos. Estos estaban a cargo de componer la música de la producción y sin querer, le dieron un ánimo inesperado a Rocío para tomar una gran decisión.

Rápidamente, la española entabló una amistad inseparable con dos de sus integrantes, Juan Pardo y Antonio Morales Junior. Aunque el grupo más tarde se separó, Junior y Rocío no perdieron el contacto y poco a poco se acercaron más y más.

La española estuvo tanto tiempo sumergida en su vida profesional que descuidó sus relaciones personales. Pero todo esto cambió luego de que conoció a Antonio Morales Junior.

Después de tres años de amistad, salieron por nueve meses. Más tarde la pareja decidió casarse en el Monasterio de El Escorial, allí comenzaron una historia que nadie esperó que fuese tan duradera y que le traería en su momento una gran felicidad a la artista.

Luego de estar alejada de los micrófonos por alrededor de cinco años, Rocío Dúrcal quiso volver al espectáculo. Pero la cantante no quería regresar de una manera regular, buscaba causar un impacto que llamara la atención de todos.

Casualmente, durante la realización de este álbum, la española conoció al artista que le ayudaría a darle un nuevo rumbo a su carrera. Rocío Dúrcal tuvo la oportunidad de coincidir con Juan Gabriel, El Divo de Juárez y quien ya estaba consagrado como uno de los mejores artistas de la cultura latinoamericana.

La española tuvo la oportunidad de estar nominada más de 50 veces en toda su carrera como cantante y actriz. Nominaciones que en su mayoría salió triunfante ganando la categoría.

Se estima que, durante toda su carrera, Rocío llegó a vender hasta cuatro millones de discos a nivel mundial. Esto sentó un precedente, ya que gracias a esto se ubicó como una de las artistas españolas con más reconocimiento en países hispanos.

La noticia que paralizó España, México y el mundo fue la inevitable muerte de Rocío Dúrcal. El 25 de marzo de 2006, la familia de la cantante confirmó al mundo que la artista falleció a causa de su cancer del utero

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