Tom Cruise y su 'Misión Imposible 7' tienen un problema, y no es únicamente el Covid-19

El actor Tom Cruise y la actriz Hayley Atwell en un Fiat 500 amarillo en el set de Mission Impossible 7 en Via Nazionale, Roma (Italia) el 9 de octubre de 2020

Cuando la pandemia forzaba el cierre de las salas de cine encerrándonos en casa, Tom Cruise se colgó la capa de superhéroe y salió al rescate de su industria.  Así lo dejó claro en el infame audio filtrado donde regañaba a un par de empleados por saltarse el protocolo de distancia en el set de Misión Imposible 7. Es decir, el cine dependía de él y su blockbuster taquillero

. Y en parte, no se equivocaba, como demuestran los pocos grandes taquillazos que hemos tenido a lo largo de los últimos dos años, como Spider-Man: No way home o Sin tiempo para morir.

Por eso, mientras la gran mayoría de estudios y productoras optaron por cuidar el bolsillo y esperar a que pasara la tormenta antes de apostar millones en nuevas ideas, Tom Cruise siguió adelante con su misión más imposible hasta ahora. Tan imposible que todavía falta más de un año para su estreno (julio de 2023) y ya le acechan los problemas.

Al parecer, Misión Imposible 7 es la entrega más costosa de la saga. Los retrasos, cancelaciones, medidas anti-Covid y cambios constantes, habrían exprimido las finanzas de Paramount y Skydance Media haciendo escalar el presupuesto hasta los $290 millones, según informa Variety. Es decir, $100 millones más de lo que costó la entrega anterior, Misión: Imposible – Fallout.

Si tenemos en cuenta que a esa cifra faltaría añadir el costo de la campaña promocional y marketing -que suele estar también en las nueve cifras- la secuela tendría por delante la obligación de recaudar grandes cantidades. Y en plena pandemia todavía, cuando apenas cuatro blockbusteres superaron recaudaciones mayores al medio millón en 2021, no deja de suponer un desafío por mucho que se trate de Tom Cruise (Spider Man, Sin tiempo para morir, Fast 9 y Venom 2).

Después de todo, la taquilla está siendo más impredecible que nunca, como demuestran los $399 millones recaudados por una película con una campaña promocional gigante como fue Dune, habiendo costado $165 millones en hacerse, o los bajísimos $153 millones recaudados por la continuación de un clásico moderno como The Matrix Resurrections.

Evidentemente, Misión Imposible 7 tiene a su favor varias bazas. Por un lado, que se trata de una saga de éxito con gran alcance comercial. Sin ir más lejos, su entrega anterior estrenada en 2018 fue la más exitosa con una recaudación global de $791 millones. Pero también cuenta con el gran interés que suscita ver a Tom Cruise haciendo sus acrobacias mortales.  Y esta película no será la excepción, colocando al actor en una secuencia de infarto conduciendo una motocicleta a toda velocidad para saltar de un precipicio en Noruega.

“Esto es, de lejos, la cosa más peligrosa que he intentado” dijo el actor según el medio citado durante la presentación del filme en una convención para propietarios de cines.

De todos modos, por mucho que Tom Cruise salte por los aires y contagie la acción más trepidante, hay quienes creen que se vislumbra otro problema para la película y otros blockbusteres: China. Hace varios años que Hollywood comenzó a poner sus miras en la taquilla asiática. Si el país acepta el estreno -solo aceptan un puñado de películas internacionales al año- se pueden recaudar cientos de millones de dólares. Por ejemplo, solo allí, Misión: Imposible – Fallout hizo $180 millones. Sin embargo, las tensiones políticas entre EE.UU. y China podrían estar poniendo en peligro el interés por estrenar cintas hollywoodenses allí.