(El jueves 31 de octubre a las 20h, Cristina Jimena nos presentará su novela Y de pronto cambió mi vida)
Cristina Jimena, nacida en Alcoy (Alicante) en 1970, vivió en España hasta 1995, año en el que su vida cambió profundamente al mudarse a Alemania. Con Y de pronto cambió mi vida da un nuevo giro a su trayectoria profesional y vital para convertirse en lo que siempre quiso ser: escritora.
Y de pronto cambió mi vida es una agradable noticia. Cristina Jimena es un buen ejemplo del talento literario que se muestra con sobrados argumentos desde la primera novela. Abres el libro sin ideas previas y, al poco, caes bajo el hechizo de su ingenio.
En este caso, la sorpresa es doble. Junto a su condición de autora novel, nos encontramos con Pepe, un personaje singular. Sus “huesudas” reflexiones hacen gala de una inteligencia poco habitual. Su particular visión del hombre occidental ofrece una perspectiva poco explorada ¿Quién podría vernos con ojos semejantes?, ¿acaso los habitantes de una remota isla del Pacífico?, ¿extraterrestres venidos de otra galaxia? No, se trata de un simpático ser con cuatro patas, orejas caídas y gran hocico. Un perro embarcado en la mayor aventura humana: descubrirse a sí mismo.
A poco que se conozca la trayectoria vital de la autora el lector no puede dejar preguntarse cuánto hay de autobiográfico en esta historia ¿Son suyas estas palabras de Pepe pronunciadas al comienzo de la obra?: “Todo proceso de integración y adaptación va unido a un proceso de cambio. Empiezas modificando tus costumbres y añadiendo otras nuevas a tu vida. Continúas limando ciertos aspectos de tu carácter que no acaban de encajar entre tus nuevos amigos. Te sientes constantemente confundido al ver que algunas de tus virtudes ahora son consideradas defectos. Hasta que llega un día en que los demás te han aceptado, pero tú casi no te reconoces. La pérdida de autenticidad es el alto precio que tienes que pagar si no quieres sentirte toda tu vida como la pieza del puzle que no encaja. Yo pagué este tributo”.
La autora ha montado un rompecabezas que funciona desde el primer capítulo. Todo encaja en una trama donde pasado y presente se alternan con efectividad. Con breves pinceladas refleja la evolución de sus personajes de forma acertada. Nada sobra y, lo que es más importante, nada se echa de menos para entender la historia. En sus cortos capítulos se presentan y resuelven cuantos sucesos constituyen la novela. El uso de diferentes narradores ayuda a conformar una historia poco habitual.
Cristina Jimena nos ofrece un catálogo de descripciones que merecen ser destacado. Los rasgos físicos y psicológicos de los humanos se alternan con los de la especie canina y aún con el de las estaciones climatológicas. Así nos describe Pepe a su sabueso vecino: “Lo de la cara tristona era fácil: solo tenía que pensar en el basset hound de los vecinos e imitar su compungido gesto, lo cual se me daba de maravilla. Es cuestión de práctica. Y yo, práctica, tenía mucha, pues de pequeño no podía evitar burlarme de él cada vez que lo veía andando trabajosamente con sus mini patas, cortas y macizas, soportando el peso de su robusto cuerpo, más bien rechoncho, y arrastrando por el suelo sus enormes y colgante orejones,
mientras observaba todo lánguidamente con su ojerosa mirada. Sus descolgados mofletes cubriendo buena parte de su morro no hacían más que empeorar la cosa, pues caían como dos pellejos a ambos lados de su hocico, bajo su enorme narizón, haciendo que su boca pareciera tener siempre el vínculo hacia abajo, como si estuviera enfadado o triste”.
Las imágenes, comparaciones y metáforas salpican sus capítulos con un ritmo adecuado: “Por mucho que Mami luchó para evitarlo, sus ojos se transformaron en dos ventanas empañadas. Al sentir la presión de las lágrimas pugnando por brotar a la superficie, cerró los cojos con fuerza. En vano. Dos lágrimas, una amarga como la pena, y otra ácida como la derrota surcaron lentamente sus mejillas”.
Los diálogos anudan la acción en una red de acontecimientos que se resuelve con acierto. Las reflexiones de tan sagaz personaje no eluden ningún tema de interés social, educativo e incluso moral.
El tema principal de esta novela es el encuentro y desencuentro entre culturas. La historia de adaptación a un nuevo país es terreno fértil para el escritor. La realidad de la inmigración forzosa representa un ejercicio de adaptación que pone a prueba a sus protagonistas. En la obra que nos ocupa, un hecho azaroso provocará que Pepe cambie su lugar de residencia de España a Alemania. Esta posibilidad no estaba prevista en su vida. El argumento adquiere plena actualidad. Parte del talento de este país ha emigrado y, por desgracia, en muchos casos no de forma voluntaria.
Y de pronto cambió mi vida aboga por una solución de tolerancia como respuesta a la llegada de quienes son “diferentes”. Estos, por no haber nacido en el marco de unas fronteras, son vistos, en el mejor de los casos, como beneficiarios de unas ventajas que no merecen. Para las posturas más radicales, representan una amenaza para su integridad física, moral, y genética de la que hay que protegerse. Al respecto, Pepe nos regala la siguiente reflexión: “yo pienso que eso de pertenecer a una raza, a un pueblo, a un grupo de seres que comparten raíces, cultura, mentalidad y costumbres está muy bien, siempre y cuando ello no te impida aceptar que en muchas otras partes hay seres pertenecientes a culturas profundamente divergentes a la tuya , pero no por ello menos válidas”.
En el espacio de Agradecimientos, Cristina asegura querer a sus lectores aún sin conocerlos. La respuesta que está obteniendo es clara. Desde aquí, aplaudimos la lírica de tu prosa y te devolvemos acrecentado tu cariño. Dices estar terminando tu próxima novela: nosotros la esperamos.
Enlace a su blog: http://www.editorial-club-universitario.es/cjimena/
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