El cuento de los panolla by Pirlo de Félix
EL CUENTO DE LOS PANOLLA BY PIRLO DE FÉLIX
Ha sido una forma muy corriente el llamar a una persona por su apodo, siendo el apodo en ocasiones más conocido que el propio nombre de pila, de la persona a la cual te querías dirigir, nombrar o simplemente recordar.
Vicente Cortés nació y murió en Castellón dónde fue agricultor, y de los primeros que en esta ciudad empezó a plantar mazorcas de maíz, por aquellos tiempos, se le empezó a conocer con el apodo de panolla.
El abuelo panolla tuvo dos hijos Enrique y Vicente, y una hija a la que llamó Rosa, todos ellos eran conocidos como los hijos de panolla.
Enrique Cortes no siguió la profesión de su padre y se dedicó a las labores de mano de obra como oficial de la construcción. Enrique se casó con Emilia y tuvo un hijo al que llamó Antonio.
Vicente Cortés tampoco siguió la profesión de su padre, el se hizo peluquero de señoras, quiso ir a conocer la moda francesa en el peinado femenino, durmiendo más de una noche al raso en la torre Eiffel de París cuando pudo copiar el estilo de moda la capital de Francia volvió y abrió una peluquería, adoptando el apodo paterno: “panolla peluquero”. El sí llego a ser reconocido por la sociedad en la que vivía por su apodo más que por su nombre, cuando se referían a él le llamaban sólo por su apodo panolla.
Vicente Cortés sólo tuvo un hijo varón le puso de nombre de pila: Vicente.
Rosa Cortés también conocida como la hija de panolla se casó con Alfredo Valls y tuvo dos hijos Alfredo el mayor y Miguel el menor, los dos al crecer y emprender un oficio siguieron la tradición de si tío Vicente y su primo Antonio: hacerse peluquero de señoras.
Alfredo Valls se casó con Manuela hija de un conocido profesor de peluquería, con una academia de enseñanza propia, muy concurrida en esta ciudad. Manuela a la que no le faltaba clientela en su peluquería, no quiso poner el apodo familiar de su marido, por más que entre las gentes de esta ciudad fuese reconocido, a ella le gustaba Alfredo por su simpatía, saberse hacer querer con las clientas de la peluquería, buen pulso con las manos, un diseño personal que él mismo había copiado de un viaje al país nipón. Alfredo peinaba a sus clientas de un estilo japan, un corte con estilo moderno traído de la moda japonesa de cortar el pelo muy cortito y darle formas puntiagudas por la parte de arriba de la cabeza y en el flequillo y hacerle mechas de muy distintos colores, a las clientas que a la moda japonesa, querían ir peinadas.
Alfredo corta el pelo y crea un estilo muy parecido a los dibujos manga.
Alfredo y Manuela tuvieron dos hijos al mayor le puso Alfredo y al menor Sergio.
Antonio Cortés se abrió una peluquería de señoras y en el rótulo comercial añadió el apodo de su padre el rótulo quedaba así: “Tony panolla peluquero”.
Decir que durante años las dos peluquerías de señoras de Vicente y Antonio Cortés llevaban rotulados el apodo por el que comúnmente se conoció al cultivador de mazorcas de maíz habían disputas familiares porque Antonio copió de su tio Vicente el apodo familiar Los dos eran descendientes del original y verdadero abuelo panolla pero uno se copió primero del otro
Vicente Cortes hijo era conocido por el sobrenombre de panolleta forma diminutiva, cariñosa y popular con la que todos conocían al hijo del peluquero. El resto de la familia diferenciaba entre panolla y panolleta de una forma clara y concisa entre llamar a su padre o llamar a su hijo.
Vicente panolleta se abrió una peluquería de caballeros a la que llamó “panolla peluquero”.
Sergio el hijo menor de Alfredo y Manuela quiso seguir la tradición de su padre y completo los cinco años de peluquería en la academia de su abuelo y padre de Manuela. Cuando terminó el curso su primo panolleta le dijo que tenía mucho trabajo en su peluquería, así que Sergio entró como aprendiz en la peluquería de su primo.
Antonio y Vicente Cortes se vieron envueltos en un accidente de tráfico una noche que ambos venían asistir a un desfile de peluquería femenina en Barcelona, saliéndose estos de la autopista chocaron contra un trailer. Cuando llegó la ambulancia solo pudieron certificar que ambos habían muerto en el instante.
El acta de defunción no lo decía pero en la familia todos sabían de la envidia callada que tenia Vicente con Antonio por que el primero cogió el apodo de su padre y el otro al ver que el apodo de su abuelo empezaba a ser conocido por la sociedad castellonense lo copió para que las gentes de esta ciudad conocieran a Antonio como panolla peluquero.
Cuando le preguntó la guardia civil al conductor del trailer cómo llegó el coche a colisionar con él respondió:
-"Iban los dos tripulantes del coche cada uno en su asiento pero al llegar a mi altura uno de los dos chillo panolla ni tú ni yo, y acto seguido el coche se estrellaba contra mi camión".
La vida siguió transcurriendo de forma normal en la familia de los panolla unos dedicados al corte masculino del cabello y los otros dedicados a llevar peinadas a la moda japonesa a las clientas de la peluquería.
El hecho que turbó esta buena relación fue el día en el que Sergio Valls se abrió su propia peluquería de caballeros y puso como rotulo comercial “Sergio panolla peluquero”.
Esto no gustó nada a Vicente Cortes, pues después de la muerte de su padre había registrado como patente suyo el apodo panolla. Así que fue a casa de su primo y le dijo:
-“Sergio si no quieres que te denuncie por plagio quita el nombre de panolla de la fachada de tu peluquería, ahora el apodo del abuelo no lo puedes utilizar, panolla peluquero soy yo, por que con ese nombre tengo lo tengo patentado y registrado como el nombre comercial de mi empresa”
Vicente Cortes siguió diciendo:
-“ No quiero que te aproveches tú de la gente por la que yo soy conocido, dentro de la peluquería pon el nombre que quieras pero, fuera en la fachada, no pongas panolla, tengo yo ese nombre comercial registrado desde que se murió mi padre.”
Sergio acudió llorando a su tío Miguel y le pidió una explicación de porqué él no podía llevar el apodo familiar.
Miguel habló con Vicente y este le puso al corriente de la legalidad del nombre comercial de su empresa y que ahora solamente él podía tener rotulado en la fachada el apodo del abuelo panolla.
Miguel resignado le digo a su sobrino Sergio:
Tu primo tiene registrado como marca comercial el apodo familiar panolla ahora tú para mí eres panolleta que es el apodo cariñoso afectivo y diminutivo con el que conocíamos a Vicente para diferenciarlo de su padre. Si quieres rotúlate ese nombre en la puerta de tu peluquería.
“Sergio panolleta peluquero”.
Alfredo en una conversación que tuvo con su sobrino Vicente le dejó claro que el apodo lo podían llevar todos los miembros de la familia y que cada uno cargaba con el peso de tener más o menos popularidad entre los vecinos de la ciudad y que él debería respetar el derecho de apodarse panolla de su hijo.
Vicente alegó que el nombre de su empresa era panolla peluquero y estaba registrado así para que otros no copiaran su buen nombre, al fallecer su padre el hizo suyo el apodo familiar, pero esta vez registrado.
-“No quiero que me pase como a mi padre que vio cómo otro tenía el mismo apodo rotulado en la fachada de la peluquería”.
Alfredo le dejó claro a Vicente que ellos llamarían panolleta a Sergio para diferenciarle del nombre comercial con el que era conocido entre la sociedad castellonense la peluquería panolla
Alfredo detesta ahora el apodo de hijo de panolla por el sofoco que tuvo con su hijo al tener que retirar el rótulo de la fachada y allí donde va deja claro que ese apodo por el cual era conocido su madre a través del padre de ésta, no se utilizara para referirse a él. Cuando salen a pasear él y su mujer Manuela, no contesta de buenas maneras al que le dice:
Ay panolla ¿a dónde vas?
El blog de Jorge hernández felip
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Saludos, Ismael Lorenzo, Administrador de la Red