“Estamos perdiendo 14 años de esperanza de vida, es decir, que una persona obesa va a vivir 14 años menos. Cada vez que controlamos el peso de un obeso disminuimos 10 veces la probabilidad de que se haga diabético, diez veces de que sea hipertenso y cuatro veces de que desarrolle un cálculo biliar. Sin embargo, la gente se está muriendo de diabetes.
“Un niño en primaria en la República Mexicana hace nueve minutos de actividad física a la semana, cuando lo que se recomienda son 30 minutos, cinco veces a la semana; además tenemos la ingesta de refrescos más alta en el mundo, después de Brasil”, puntualizó el experto.
El doctor Morín Zaragoza refirió que de acuerdo a un estudio de la Universidad Autónoma Metropolitana, en nuestro país el costo anual de la obesidad y sus derivaciones asciende a 47 mil millones de pesos; explicó que el monto representa los días laborales perdidos por incapacidad, disminución del rendimiento, atención médica y complicaciones derivadas de esta enfermedad.
En cualquier empresa, mencionó el especialista, las horas de labor pérdidas de quien tiene sobrepeso u obesidad estarán estrechamente involucradas con problemas de lumbalgia y artrosis, porque el dolor será una de las causas de menor productividad; otros padecimientos derivados son los metabólicos y cardiovasculares, de manera que las compañías tendrían que destinar mayor inversión en la atención médica implícita en los problemas del empleado, expuso Morín Zaragoza.
El fundador de la AMEO detalló que los obesos tienen altas posibilidades de desarrollar diabetes mellitus, cuya afección al no estar controlada provocaría mayores complicaciones que disminuyen las aptitudes para realizar las actividades laborales.
Asimismo, recordó que hay un estudio que indica que el aumento en los casos de obesidad podría demandar para el 2017 una inversión que duplicará el presupuesto destinado en 2010.
“No existe la posibilidad de canalizar esa cantidad para la atención médica de una sola enfermedad y, en consecuencia, desde el punto de vista financiero agotaría el sistema de salud pública del país”, indicó el doctor Morín Zaragoza.
“Sobrepeso y obesidad en México son tan graves que por primera vez es factible que los padres entierren a sus hijos. Y si los padres enterramos a nuestros hijos, no hay futuro como nación”, destacó el especialista.
“La obesidad es una enfermedad incurable que la Organización Mundial de la Salud definió como mortal; una persona obesa sigue siéndolo toda su vida aunque alcance el peso normal, porque la posibilidad de recaer es alta.
“Es un problema de salud pública cuyo control implica cambios en el estilo de vida, que deben ser acompañados de apoyo nutricional, físico, psicológico, farmacológico y cirugía, cuando sea necesario”.
“De manera que se hace imperante impulsar acciones preventivas encaminadas a combatir la obesidad con metas a largo plazo, pero sin desatender los programas inmediatos de atención inicial, de diagnóstico oportuno y de un adecuado tratamiento al paciente”, concluyó el doctor Morín Zaragoza.
Fuente: Agencia iberoamericana para la difusión de la ciencia y la tecnología