La clínica alega que Iman pesa ya 171 kilos mientras su hermana denuncia que la pérdida de peso es "mentira"

El épico viaje a la India de Iman Ahmed Abdelati, la mujer más obesa del planeta, acabará como el rosario de la aurora. Su familia acusa ahora al equipo médico de haber usado a la paciente para alcanzar la fama y niega que haya perdido 250 kilos en los dos meses que ha durado un tratamiento que podría concluir abruptamente.

Fuentes de la clínica han avanzado que Iman podría emprender "pronto" el camino de regreso a casa.

"Tengo que decir la verdad. El doctor Muffazal Lakdawala [el cirujano hindú que se ofreció a tratarla gratuitamente en su clínica de Bombay] nos ha engañado", denuncia Shaima, la hermana de Iman que la acompaña en su periplo indio, en conversación con este diario.  "Desde el primer día nos prometió que se curaría por completo pero ahora va diciendo a los medios de comunicación que resulta imposible que Iman vuelva a caminar", agrega la joven.

Shaima alega, además, que su hermana no ha perdido la mitad de los 500 kilos que llegó a pesar, tal y como anunció la semana pasada el hospital Saifee de Bombay donde permanece ingresada desde febrero. "Confié en ellos ignorando que su objetivo era lograr la fama a costa de mi hermana. Ningún ser humano puede perder 262 kilos en dos meses. Iman no ha pasado por la báscula desde que pisó esta clínica. Y, si miento, que muestren a todo el mundo el vídeo del antes y el después. Apenas ha perdido 60 o 70 kilos, la mayoría líquido".

Contactado por este diario, el equipo médico ha negado la versión de Shaima, que asegura que los galenos le confirmaron que solo perdería 50 kilos durante el primer año. "Iman pesa en estos momentos 171 kilos. Se encuentra en buen estado pero sigue padeciendo los problemas médicos que ya tenía cuando vivía en Alejandría", comenta  la doctora Aparna Govil, el primer miembro del equipo hindú que viajó a Egipto para conocer a la mujer y la asistió durante un aparatoso viaje en un avión fletado por la compañía estatal Egyptair.

"Recibimos anoche el vídeo con el testimonio de la hermana y estamos muy tristes. Shaima nos ha ofendido a nosotros y a su país. Estamos recibiendo muchas muestras de solidaridad desde Egipto", desliza la profesional. "Pensé que el caso de Iman entraría en los anales de la medicina como uno de los mayores desafíos jamás superados", confiesa Aparna, que ha renunciado a seguir tratando a Iman. "Será -agrega- un ejemplo del peor asalto que la familia de un paciente puede llevar a cabo contra un médico. Su hermana ha roto el vínculo de confianza entre doctores y pacientes".

Foto de cuando la traladaban hacia la India

La disputa se centra, además, en el estado de salud de la mujer que en los últimos meses ha acaparado titulares y ha protagonizado, según los médicos que la asisten, resultados milagrosos. Este martes la reducción de peso de Iman -de 35 años y 1,41 metros de estatura- ha permitido examinarla por primera vez con un equipo de tomografía computarizada. Los primeros resultados indican que no ha sufrido ningún derrame desde su llegada a la India. "La razón de sus convulsiones periódicas se debe a una epilepsia", señala el escueto comunicado divulgado por la clínica.

Su hermana, no obstante, insiste en que su salud se ha deteriorado desde que fuera sometida a una gastrectomía en manga laparoscópica, un procedimiento en el que se extirpa quirúrgicamente una porción del estómago. "Desde que ingresó aquí ha sufrido varios comas. El médico decidió operarla poco después de despertar para decir que estaban logrando progresos rápidos", arguye Shaima, que acusa además al centro médico de amenazarla con interrumpir el tratamiento si hablaba con los medios de comunicación. La primera ocasión en la que rompió su silencio fue hace un mes, en una entrevista e en la que celebraba los avances de su hermana.

El mayor reto de Iman son las consecuencias del derrame cerebral sufrido hace tres años, que paralizó su lado derecho. Un informe genético realizado en Estados Unidos desveló que su exagerada obesidad se debe a una mutación. "Había sido detectada previamente en otro individuo pero en el caso de Iman ha tenido consecuencias patológicas que han provocado su obesidad. Es la única persona en el planeta con este defecto genético", detalló recientemente la clínica.

La hasta ahora mujer más obesa del planeta sufre una retahíla de males como hipotiroidismo severo; linfedema -un edema originado por la obstrucción en los canales linfáticos del organismo-; insuficiencia cardíaca; enfermedad pulmonar obstructiva crónica; insuficiencia renal y enfermedad hepática congestiva.

La guerra abierta amenaza con acelerar la vuelta a casa de Iman. "No se ha decidido nada aún sobre el alta. Hoy mismo hemos tenido una reunión con el cónsul egipcio, que está siguiendo el caso, pero no hay fecha establecida. Solo puedo decir que el regreso será pronto", avanza Aparna. "Iman puede volver en un vuelo regular. Sus riesgos médicos se han reducido notablemente", añade. "El tratamiento no ha terminado pero la medicación que necesita puede tomarla en su casa de Alejandría, arropada por toda su familia", concluye.