Un grupo de investigadores de la Universidad de Manchester ha llevado acabo un estudio con el fin de arrojar algo de luz sobre el impacto medioambiental de los microondas.

En sus conclusiones se señala que el nivel de dióxido de carbono que estos electrodomésticos generan en la Unión Europea equivale al emitido por 6,8 millones de vehículos.

El microondas es uno de los electrodomésticos más populares en los hogares europeos. De ahí el interés de estos investigadores por dilucidar cuál es su impacto en el medio ambiente. Para ello han tenido en cuenta factores como su fabricación, su uso y la gestión posterior de su desecho. Todo ello para establecer el impacto medioambiental en aspectos como el cambio climático, el agotamiento de los recursos y su toxicidad.

De su investigación han extraído que todos los microondas de la Unión Europea suman una emisión de 7,7 millones de toneladas de dióxido de carbono cada año. Lo mismo que 6,8 millones de coches. Según en la reseña hecha por PHYS.org del estudio, “el mayor impacto ambiental se debe a los materiales utilizados para frabricar los microondas, al proceso de fabricación y a la gestión de residuos al final de su vida útil”.

Aunque el más importante en este sentido es el consumo de electricidad. Se calcula que todas las unidades de la UE consumen 9,4 Twh, que es lo mismo que generarían anualmente tres plantas de gas.

El impacto medioambiental de los microondas es algo que no se había estudiado hasta ahora, de ahí que los investigadores llamen la atención sobre la necesidad de regularlo y concienciar a los usuarios. Su bajo precio hace que, por ejemplo, muchos de los aparatos sean desechados antes de completar su vida útil.

Este pequeño electrodoméstico es el modelo de horno más vendido en la UE y se estima que para 2020 serán 135 millones de unidades repartidas en todos los hogares. Lo cual repercute en el nivel de desechos. En 2005, los generados por los microondas fueron 184.000 toneladas y para 2025 se calcula que serán 195.000 toneladas. Algo que es consecuencia directa de lo expuesto anteriormente –que la mayoría no cumplen con su ciclo vital completo-, pero también del hecho que de su vida útil se haya visto reducida considerablemente. En los noventa un microondas podía durar de 10 a 15 años. Actualmente, no más de ocho.

El doctor Alejandro Gallego-Schmid, investigador principal del estudio, en declaraciones a The Telegraph, ha señalado que “es cada vez más importante comenzar a abordar su impacto sobre el uso de los recursos y el desperdicio al final de la vida”.

Aunque no todos están de acuerdo con estos resultados y apreciaciones. Consultado por el diario británico, David Reay, profesor de gestión de carbono en la Universidad de Edimburgo, aseguraba que “decir que los hornos de microondas son ‘tan malos para el medioambiente como los automóviles’ es una comparación de manzanas a naranjas”. Añade que “sí, hay muchos microondas. Y, sí, usan electricidad. Pero sus emisiones son inferiores a las de los automóviles. Solo en el Reino Unido hay alrededor de 30 millones de automóviles y estos emiten mucho más que todas las emisiones de microondas en la UE “.